La Fundación BBK, que controla un 57% de Kutxabank, avanza en sus trabajos para cumplir con la Ley de cajas de ahorros y fundaciones bancarias. La institución que capitanea Xabier Sagredo tiene constituido ya alrededor del 71% del fondo de reserva necesario para mantener la influencia en la entidad vasca, un paso obligatorio que debe realizar por imposición del Gobierno tras tomar la decisión de convertirse en el único grupo bancario que no debutará en el mercado bursátil.
Eso sí, mantendrá este título siempre y cuando Ibercaja logre encontrar una oportunidad este verano, puesto que en caso contrario también estará abocada a crear este fondo de reserva. El banco aragonés ya tiene claro que su Fundación, que posee el 88% de su capital, constituirá esta 'hucha', que en su caso asciende a unos 300 millones de euros, para eliminar el efecto calendario y las prisas 'regulatorias' si no ve atractiva la próxima ventana de salida, prevista para el mes de junio.
BBK inició en 2015 la constitución de este fondo preceptivo, momento en el que lo inauguró con 4,6 millones de euros. Desde entonces y cada año, ha ido realizando aportaciones hasta cerrar el ejercicio 2021 con 168,11 millones de euros. Este volumen supone haber ejecutado por el momento el 71% del total de las necesidades, que se colocan en torno a los 235 millones de euros. No obstante, el importe objetivo se recalcula anualmente como resultado de aplicar un porcentaje sobre el total de los activos ponderados por riesgo (APRs) de Kutxabank, que se determina en función de la ratio de solvencia, y puede oscilar en una horquilla de entre 230 y 238 millones de euros.
Precisamente hace unas semanas, el patronato ha aprobado y remitido al Banco de España su plan financiero para 2022, donde ha trasladado el nuevo importe recalculado y la aportación que prevé realizar. Según ha podido saber La Información, la idea de la Fundación es continuar realizando contribuciones similares como las de los últimos años, pese a las mejores expectativas de negocio de la entidad como resultado de la inminente subida de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), que le permitiría acelerar su cumplimiento. El año pasado agregó 34 millones de euros y la intención es seguir en la misma línea.
El Patronato acaba de enviar al Banco de España el plan financiero de 2022 y prevé seguir en la misma línea, aunque a este ritmo podría cumplir con el objetivo legal antes de 2024
En realidad, la Fundación BBK va a buen ritmo y es previsible que acabe cumplimiento con la normativa aún sin elevar el importe de las aportaciones antes de la fecha prevista, que está fijada en 2024. El plazo para la constitución de este fondo de reserva era inicialmente de cinco años a contar desde junio de 2015, si bien en 2017 el Ejecutivo aprobó un cambio mediante Real Decreto para ampliarlo hasta 2023. En ese momento se guardó la posibilidad de prorrogarlo un año más, hasta 2024, mecanismo que activó tras el estallido de la crisis del coronavirus.
Esta obligación para las fundaciones bancarias procede de un acuerdo firmado entre el Gobierno con la Unión Europea en el marco del rescate financiero y la reestructuración de las cajas de ahorros españolas. Estas instituciones, que mantienen el poder dentro de los bancos, no pueden superar una posición del 50% del capital y para ello deben colocar en el mercado una parte o bien constituir este fondo de reserva como condición para mantener una posición de control superior al máximo permitido a fin de garantizar la financiación de la entidad de crédito participada en caso de una situación de dificultad.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios