Antes de verano

Ibercaja usa a CaixaBank y a Unicaja como testigos de valoración en su OPV

La entidad quiere utilizar la ventana de junio. Si no ve opcionalidad dentro de un mes, su estrategia pasará por eliminar la presión de calendario creando el fondo de reserva de unos 300 millones.

Sede central de Ibercaja, en Zaragoza.. Ibercaja Banco ha decidido retrasar el proceso de salida a Bolsa debido a las condiciones de mercado, según ha informado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). ARAGÓN ESPAÑA EUROPA ECONOMIA ZARAGOZA
Sede central de Ibercaja, en Zaragoza.
Europa Press

Ibercaja Banco tiene todos los deberes hechos para emprender su andadura bursátil antes de verano. La entidad, que mantiene un contacto muy estrecho con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tiene intención de activar su oferta pública de venta (OPV) en la próxima ventana de oportunidad que se abre en junio. No obstante, una rebaja de la hostilidad del mercado será clave (mejora del índice VIX o indicador del miedo) y para ello empleará como 'termómetro' adicional las cotizaciones de sus competidores Unicaja Banco y CaixaBank, dos entidades comparables que la aragonesa toma como horquilla para marcar su precio de salida. 

El precio sobre el valor contable tangible del banco que preside Manuel Azuaga se coloca en el orden del 0,38/0,4, mientras que el del grupo que capitanea José Ignacio Goirigolzarri rebasa el 0,78/0,8. Para la cúpula de Ibercaja estas dos entidades son sus referencias, por lo que prevé situar su OPV en la parte alta del término medio. De hecho, en el primer intento de estreno al inicio del año uno de los primeros obstáculos fue que la volatilidad del entorno rebajó la expectativas de los analistas hasta un nivel muy cercano al de Unicaja. Ahora lo importante es que mejoren las métricas de ambas entidades, puesto que ello contribuirá a desplazar hacia la arriba su valor y mejorar así su potencial de salida. 

Guardando las distancias por escala y siendo consciente de la prima por tamaño, Ibercaja considera que se asemeja en gran medida a CaixaBank, sobre todo en términos de modelo de negocio (bancaseguros, banca de inversión, etc.) y calidad del riesgo, entre otros elementos. Con Unicaja asume su parecido en lo que respecta al origen de propiedad o a su foco más local. "Si la cotización relativa de estas dos entidades mejora en las próximas semanas, la valoración tentativa de Ibercaja también será superior por el efecto de arrastre", han indicado a La Información fuentes al tanto del proceso. 

Y las previsiones de mayor capitalización son ahora mayores. La invasión rusa sobre Ucrania ha creado un entorno de incertidumbre, pero también ha provocado que el Banco Central Europeo (BCE) se precipite a normalizar su política monetaria para contener el repunte de la inflación. El mercado descuenta ya varias subidas de tipos este mismo año y el Euríbor así lo está recogiendo ya en su comportamiento, que tras seis años en 'rojo' ha vuelto a pisar el terreno positivo. El principal efecto es una repreciación de toda la cartera hipotecaria vinculada a tipo variable de las entidades financieras, lo que genera una expectativa clara de mejora de los ingresos por intereses y, por ende, de la rentabilidad. 

¿Eliminar el efecto calendario? Prepara el fondo de reserva

En todo caso, Ibercaja es consciente de que puede darse la circunstancia de que el escenario no sea lo suficientemente propicio como para salir a Bolsa dentro de un mes. Si no pudiera utilizar esta ventana, la Fundación Bancaria ya tiene claro que constituirá el fondo de reserva, que en su caso asciende a unos 300 millones de euros. La entidad está completamente convencida de que existe la capacidad orgánica para dotarlo. La ventaja de esta segunda opción es que el efecto calendario se eliminaría y las prisas 'regulatorias' por debutar en el mercado desaparecían, pudiendo llevar a cabo su colocación en cualquier otro momento que considere. 

Ibercaja está obligada a cumplir con la Ley de Fundaciones Bancarias, que exige a su principal accionista, la Fundación, la disminución de su participación en el capital por debajo del 50%, desde el 88% que ostenta actualmente. La colocación de sus títulos en el mercado es la opción preferida. Sin embargo, la incertidumbre ha eclipsado durante los últimos años el mercado y, de hecho, debía de haber salido a Bolsa antes del ejercicio 2020. El Gobierno tuvo que darle dos años de margen, hasta finales de este 2022, ante las dificultades del contexto y el estallido de la crisis del coronavirus.

La otra fórmula que se presta es la de la constitución de un fondo de reserva por parte de la Fundación a fin de garantizar la financiación de la entidad de crédito participada en caso de una situación de dificultad. Para crear esta 'hucha' cuenta de plazo hasta 2024. En este caso, tendría que comunicar en próximos meses el plan de aportaciones para completar el fondo antes de que se agote el marco temporal fijado por ley. Dadas las perspectivas de negocio y los flujos de dividendos derivados de sus resultados, la Fundación podría constituirlo en tiempo y forma. Esta es la vía utilizada por Kutxabank, que ha decidido no salir a Bolsa. 

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