La recaudación del gravamen extraordinario temporal sobre los resultados del sector bancario equivaldría previsiblemente en 2023 a un importe igual al 5 % del resultado neto consolidado de 2022, según los cálculos realizados por el Banco de España y que se ha dado a conocer coincidiendo con la intervención del gobernador, Pablo Hernández de Cos, en el 18º Encuentro del sector bancario organizado por IESE.
El Gobierno de Pedro Sánchez introdujo a finales de año este nuevo tributo que se aplicará, en un principio, los ejercicios 2023 y 2024 para sufragar las medidas contra la inflación adoptadas por el Ejecutivo. El gravamen cargaba con un 4,8% de su margen de intereses (intereses cobrados menos pagados) más sus comisiones netas (también cobradas menos pagadas) y que se aplicaría a las entidades financieras que hubieran registrado ingresos por encima de los 800 millones de euros en 2019.
De esta forma, el Gobierno prevé recaudar en torno a 3.000 millones de euros en los dos años en los que esté en vigor el gravamen, 1.500 millones cada año. De esta cantidad, el 74,6% lo abonarán los seis bancos cotizados del Ibex 35, hasta 1.120 millones de euros, según las cuentas del primer trimestre, donde ya se cargaron la totalidad del impuesto, aunque 'de facto', los bancos solo han procedido a realizar el primer pago correspondiente a febrero. El siguiente plazo de liquidación se realizará durante los primeros veinte días de septiembre.
Las entidades recurren en bloque el pago del impuesto
El impuesto ha sido duramente criticado por las entidades financieras, argumentando que el sector bancario es de los que más carga fiscal soporta dentro del tejido empresarial español. También argumentaban que tendría un impacto en la concesión del crédito, mientras que por parte del supervisor deberá vigilar que este cargo no se traslade a los clientes.
Tras las críticas, todos los bancos del Ibex 35 han recurrido el primer pago tras haberlo abonado. En cuanto al impacto del nuevo gravamen en las cuentas trimestrales ha sido desigual. Caixabank, que es la entidad que más ha tenido que abonar: 373 millones de euros, vio como el beneficio se situaba en el arranque de año en los 855 millones de euros, un 21% más que para igual periodo de 2022.
Por su parte, las ganancias de Banco Santander se estancaron en el primer trimestre al ganar un 1% más que hace un año tras pagar un 224 millones de euros. En cambio, BBVA ganó 39,4% más peses a los 225 millones de euros que abonó.
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