Paquete de medidas para las aerolíneas

La CE regula la ocupación en los aviones y diseña 'corredores' ante las cuarentenas

Iberia
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Europa Press

La Comisión Europea aprobará este miércoles un extenso paquete de medidas para ayudar a las aerolíneas y regular la desescalada en el sector turístico justo antes de que comience la temporada de verano. Bruselas trabaja en el diseño de corredores aéreos seguros con los que sortear las cuarentenas, prepara un cambio en la normativa sobre los derechos de los pasajeros para incentivar las devoluciones de billetes mediante cupones y regulará las distancias de seguridad y la ocupación en los aviones y los aeropuertos.

Con dichas normas las autoridades europeas tratan de evitar situaciones como la vivida en el reciente vuelo de Iberia desde Madrid a Gran Canaria, que habría incumplido el artículo 14 del Real Decreto del estado de alarma en España, sobre el distanciamiento entre pasajeros.

La presentación del nuevo paquete de medidas de la Comisión para el sector de las aerolíneas correrá a cargo de dos de sus 'pesos pesados': la vicepresidenta segunda y responsable de Competencia, Margrethe Vestager, y el titular de Mercado Interior, el francés Thierry Bretón. Los dos políticos tienen previsto explicar nuevas normas de higiene y distanciamiento social en los viajeros y que los operadores europeos, sean aerolíneas, ferroviarias o empresas de transporte por carretera, deberán cumplir. Una guía para evitar las aglomeraciones de la que apenas se conoce su futuro funcionamiento.

En los aeropuertos, supondría la implantación masiva de geles desinfectantes, la obligatoriedad de usar mascarillas -no sólo dentro de la aeronave- o protocolas más estrictos de limpieza en las instalaciones. Según Eurocontrol, esto puede suponer entre un 20 y un 40% menos de capacidad en los aeropuertos.

En cuanto a los cambios en las operaciones de las aerolíneas, los detalles del plan de la CE filtrados a la prensa apuntan a que los cupones o bonos para compensar a los pasajeros por vuelos cancelados seguirán siendo una opción al reembolso en metálico. No obstante, Bruselas buscará aumentar el atractivo de estos cupones para reducir el daño que sufren en sus arcas las aerolíneas. Para ello, los cupones ofertarán rutas y servicios similares, con condiciones semejantes a las del vuelo original y, si el viajero nunca lo utiliza, el reembolso se realizará en metálico.

Bruselas también pide un nuevo esfuerzo de recursos a los países comunitarios porque propondrá que los estados miembros de la UE cubran dichos cupones en caso de insolvencia de la aerolínea para que los viajeros no queden abandonados a si suerte.

Corredores aéreos para salvar el 10% del PIB comunitario

Los corredores aéreos seguros se implantarían al principio entre ciudades y regiones con tasas similares de contagios por la Covid-19 para, progresivamente, extender la reapertura a todas las esquinas del Viejo Continente hasta cubrir por completo la malla aérea europea. El objetivo es obvio: reactivar el sector turístico -que aporta cerca del 10% del PIB comunitario, 1,4 billones de euros, y más de 25 millones de empleos directos en Europa-para el inicio de la temporada de verano. España, por ejemplo, recibe cada año más de 80 millones de visitantes extranjeros, entre ellos 18 millones de británicos y 11 millones de alemanes.

La desescalada de los vuelos sería en tres fases, empezando por las zonas con pequeñas presencias del virus, 'comparables' entre sí. La apertura se iría extendiendo por regiones y países, hasta llegar a mitad del verano, cuando cualquier viajero a lo largo de la UE podría consultar en un mapa interactivo elaborado por la Comisión la información sobre los últimos controles fronterizos, las condiciones para desplazarse o los requisitos sanitarios a cumplir en su lugar de destino.

Las noticias sobre el apoyo de la UE a las aerolíneas al mismo tiempo que establece nuevas normas para su funcionamiento y marca un calendario operativo para el turismo llegan con la última gran reestructuración en el sector. Brussels Airlines, la gran aerolínea que opera desde la capital comunitaria y propiedad de la alemana Lufthansa, despedirá a 1.000 trabajadores, la cuarta parte de su plantilla, al tiempo que recorta en un 30% su flota y los destinos a los que volaba.

La antigua compañía de bandera belga está perdiendo un millón de euros al día desde que sus vuelos regulares fueron suspendidos el 21 de marzo. Y prevé que la demanda de 'billetes' sea en 2021 un 25% más baja que antes de la pandemia de la Covid-19. Un escenario sombrío que pone en alerta máxima a todo el sector.

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