La aerolínea asegura que aplica las medidas de seguridad

Dentro del polémico vuelo de Iberia: "Las azafatas también estaban sorprendidas"

Vuelo de Iberia Express Madrid - Gran Canaria
Vuelo de Iberia Express Madrid - Gran Canaria
Efe

El vuelo de Iberia Express entre Madrid y Canarias genera ya más que controversia. La Guardia Civil denunció este lunes a la aerolínea por incumplir las medidas de seguridad impuestas por el estado de alarma y poner en riesgo a los pasajeros del vuelo IB3838 procedente de la capital y con destino a Gran Canaria. Javier Martín, uno de los pasajeros que viajaba este domingo en el avión, asegura a este diario que en el aeropuerto se "siguieron todos los protocolos y (se mantuvieron) las distancias (entre viajeros)" y subraya que todo parecía estar en orden hasta que llegó a la puerta de embarque, donde había "mucha gente" aglomerada.  

En la cola, los operarios de Iberia pedían el DNI para verificar si los pasajeros eran residentes en las islas o si tenían un justificante válido para viajar. "En el autobús que nos llevó al avión también respetaron las distancias y no entraba mucha gente a la vez", cuenta Javier, enfermero de 23 años. Sin embargo, al llegar a las puertas del avión, el joven se dio cuenta de que en el avión no se respetaba la distancia de seguridad entre los pasajeros. "Casi no había ningún hueco y la gente se empezó a alterar", añade el canario, "a la hora de sentarnos lo comentamos con las azafatas y ellas también estaban sorprendidas de la cantidad de personas que iban en el vuelo". Dentro de la nave no se siguió ningún protocolo de seguridad y la situación era tan incómoda que algunos pasajeros abandonaron el avión antes del despegue.

"La gente empezó a pedir explicaciones y a solicitar la presencia de la Guardia Civil y la Policía", cuenta Javier. En ese momento, y ante la disconformidad de la gran mayoría de los pasajeros, el comandante salió a hablar con el pasaje: aseguró que Iberia estaba "haciendo todo dentro de la legalidad y que si alguien quería bajarse podía hacerlo". Una vez despegó el avión, todo transcurrió con normalidad hasta que llegaron a la isla. "Nos repartieron un formulario en el que debíamos de poner de dónde veníamos y el motivo del viaje", un documento que debían de entregar a la Guardia Civil, que les estaba esperando para tomarles la temperatura a su llegada debido a la situación que se había vivido en el despegue. 

Sin embargo, Javier comenta que "desde entonces nadie se ha puesto en contacto" con él y que se ha enterado por los medios de comunicación de que la Guardia Civil ha denunciado a la compañía. "Yo también tengo pensado ir a la comisaría", afirma. Martín se encuentra con su familia después de haber estado luchando en primera línea contra la pandemia durante un mes en Madrid. 

Iberia se defiende

En medio de la controversia, la aerolínea se defiende y destaca la obligatoriedad de llevar mascarillas, tanto por parte de los pasajeros como de la tripulación a bordo. Iberia asegura que toda la industria aérea, con IATA a la cabeza, han expresado recientemente que el bloqueo del asiento central es una medida que no es necesaria para dar mayor seguridad, pues el avión ofrece unas características específicas que hacen que el riesgo de contagio sea bajo.

"A diferencia de otros transportes públicos, en la cabina de los aviones el aire se renueva cada tres minutos y la utilización de filtros HEPA elimina virus y bacterias con una efectividad del 99,99%", justifican. Aun así, las compañías ofrecen flexibilidad en sus tarifas y en la reserva de asiento, y las tripulaciones a bordo procuran la mayor separación posible entre los pasajeros, dentro de las limitaciones propias del avión.

Patricia Cabrera, otra pasajera del vuelo, coincide en todo con Javier. Ella tampoco ha sabido de la aerolínea desde que bajó del avión e incide en que el miedo de los pasajeros no era la circulación del aire sino la cercanía entre las personas "cualquiera se pudo haber contagiado". 

FACUA-Consumidores en Acción también ha presentado este lunes una denuncia contra Iberia ante la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) por incumplir los requisitos de separación entre pasajeros establecidos con motivo del estado de alarma en el vuelo con destino a Las Palmas. 

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