Bruselas planea presentar una serie de objeciones a la compra de Air Europa por parte de IAG durante el próximo mes de marzo. Estas réplicas supondrían una "advertencia" sobre que "la operación se puede enfrentar a un veto a menos que se presenten 'remedies' creíbles", según Financial Times.
La Comisión Europea puso en marcha en enero una investigación para evaluar la adquisición al considerar que "podría disminuir la competencia en el mercado de los servicios de transporte aéreo de pasajeros". De esta forma, el Ejecutivo comunitario ha mostrado su preocupación por si los 'remedies' presentados son "débiles", ya que las compañías aéreas comerciales solo enfrentan "pequeños competidores sin rivales creíbles en las rutas que ambas vuelan".
El rotativo británico asegura que el 'holding' de aerolíneas está ahora en una posición financiera "mas solida" que durante la pandemia, por lo que Bruselas considera que este nuevo acuerdo es incluso "más problemático que el primero". Previendo la reacción, los analistas del Banco Sabadell han recalcado que sería una "noticia negativa" para la compañía, aunque de "impacto limitado".
La propuesta fue notificada a la Comisión el 11 de diciembre de 2023, por lo que otorga el Ejecutivo comunitario cuenta con 90 días hábiles, hasta el 7 de junio de 2024, para tomar una decisión. No obstante, tendrá opción de solicitar prórrogas de entre 15 a 20 días.
Un fuerte impacto
Tras la investigación preliminar de Bruselas, la Comisión concluyó que la compra podría suponer problemas para ciertas rutas españolas, especialmente para aquellas en las que el tren de alta velocidad no ofrece una alternativa, así como las rutas entre la península y las Islas Baleares y Canarias.
La Comisión también advirtió de una disminución en la competencia en rutas entre Madrid y las principales ciudades del Espacio Económico Europeo, y en las que conectan la capital española con países como Israel, Marruecos, Reino Unido o Suiza. Por último, podrían verse afectadas algunas rutas de larga distancia entre Madrid y América del Norte y del Sur, que cuentan ya con conexión directa y compiten contra solo unos pocos.
