Asalariados de los amos de la VTC: 1.250 euros brutos por 60 horas como chófer

  • Hasta mediados del año pasado, la mayoría de los conductores que se conectaban a Uber y Cabify como plataformas eran autónomos.
Manifestación de conductores de vehículos de alquiler con conductor (VTC) en Mad
Manifestación de conductores de vehículos de alquiler con conductor (VTC) en Mad
Ricardo Rubio - Europa Press

Esta pasada semana los conductores de Uber en Reino Unido organizaron la primera huelga nacional. Reclamaban una mejora de las condiciones de trabajo, tanto en lo cobrado por viaje, como en las tarifas, para incrementar sus ingresos. Hace unos meses hacían lo propio sus colegas en Australia. ¿Y en España? Hoy la mayoría trabaja bajo el paraguas de uno de los grandes gestores de las flotas de la VTC. Su salario base no supera los 1.250 euros brutos al mes (a los que se suman pluses por productividad y facturación) por jornadas que pueden llegar a las 12 horas.

Uno de los grandes cambios que se ha dado en el sector es su organización en grandes grupos. Cuatro grandes compañías controlan entre el 70% y el 80% de todo el mercado en las grandes ciudades. Moove Cars, que explota las licencias de Ares Capital; Vector, liderado por el empresario Rosauro Varo; el grupo Auro New, del exjefe del taxi José Antonio Parrondo… Son ellos los que ahora contratan a los conductores y, por tanto, los que negocian y firman convenios con Uber y Cabify.

Las condiciones pasadas para los autónomos

Hasta mediados del año pasado, la mayoría de los conductores que se conectaban a Uber y Cabify como plataformas eran autónomos que firmaban un contrato mercantil en el caso de la segunda -actuaba como agencia de viajes- y uno de afiliación en el de la primera. Había diferencias en su momento: Cabify cobraba una comisión del 20% por viaje, mientras que la de la estadounidense se elevaba a un 25%. No había salario fijo, sino que se basaba en el número de viajes completados.

La española exigía exclusividad de dos años, en caso de que vendiera licencias al conductor (por unos 25.000 euros), en un contrato de dos años prorrogable por periodos de dos años. La americana no planteaba esa limitación de actividad, ni exigía un mínimo de horas de conexión a la plataforma (Cabify sí pedía un mínimo de 20 horas).

Ahora, asalariados con hasta 1.200 euros

Ahora, esos autónomos representan una parte muy minoritaria en la actividad de las dos grandes plataformas que controlan prácticamente todo el mercado de las VTC. Para Cabify según sus propios datos, los conductores ‘independientes’ que no pertenecen a ninguna sociedad son menos del 10%. En el caso de Uber no aportan cifras, pero sí que son mayoría los asalariados de estos grandes gestores.

Los acuerdos económicos y de funcionamiento (comisiones, reclamaciones, etc.) son, por tanto, entre el gestor de flotas y la plataforma. El primero es el que contrata al conductor con condiciones salariales que van desde los algo más de 1.000 a los 1.250 euros brutos (cada coche tiene dos turnos). A esto, según confirman diferentes fuentes del sector, se suman pluses por productividad y facturación (con exigencias altas de producción por turno y por coche), por calidad en el servicio (opiniones positivas del usuario) o ausencia de accidentes, que pueden elevar entre 300 y 400 euros ese salario. Pero no son, en absoluto, fáciles de cobrar.

Son asalariados, pero no siempre del gran gestor. Éste, en no pocos casos, entrega la gestión a una Empresa de Trabajo Temporal (ETT), que se encarga de la puesta a disposición de los conductores, la gestión de sus nóminas, los turnos, etc. La española Jobandtalent es la elegida por varios de estas compañías para ser el intermediario y, por tanto, en el proceso se introduce una capa más, pues la ETT debe cobrar su margen.

Las jornadas de trabajo son de 40 horas semanales en el grueso de los casos, según las mismas fuentes. Aunque se trata de horas efectivas de trabajo, pero realmente el empleado debe hacer frente a turnos de 12 horas o más, con los descansos pertinentes obligados por ley.

Con esta estructura de condiciones, fuentes de las empresas de la VTC estiman que la explotación de un coche con una de las autorizaciones -a doble turno- permite un rendimiento neto mensual que puede oscilar entre los 1.500 y los 3.000 euros, contando la inversión inicial, los gastos de personal -en conductores, principalmente-, combustible o el alquiler de los vehículos a través de la fórmula de leasing.

¿Y los sindicatos?

En este sector, los sindicatos aún no han aterrizado de manera formal. No hay un convenio colectivo propio y la presencia de las organizaciones de los trabajadores es testimonial. De hecho, la UGT ha sido la única en acercarse al sector, haciendo hincapié en la importancia de defender un empleo digno y no precario en estas compañías.

Como sucediera en Uber en Reino Unido o Australia, aún no ha habido movilizaciones de los conductores, más allá del cierre patronal que se produjo el pasado mes de septiembre, antes de la aprobación del Real Decreto Ley.

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