Los cruceros contaminan más que los vehículos diésel en el centro de las ciudades. Es la principal conclusión de un alarmante informe de Transport & Environment fechado el pasado mes de junio. El motivo: los combustibles de baja calidad que utilizan algunas navieras para ahorrar costes y que provocan que los gases que produzcan los buques contengan altos contenidos de azufre. El Gobierno ya se ha puesto manos a la obra y comenzará a vigilar estas prácticas con drones desde el aire.
"Carnival Corporation, el operador de cruceros más grande del mundo, emitió casi diez veces más óxido de azufre (SOx) en las costas europeas de lo que emitieron los 260 millones de coches europeos en 2017", se puede leer en el mismo documento que ha provocado la movilización del Ejecutivo socialista en funciones. Para el equipo de Sánchez la lucha contra el cambio climático es una prioridad, por lo que se va a prestar especial atención a la contaminación que provocan navieras como la citada Carnival, Costa Cruceros o MSC al atracar en puertos españoles.
Serán drones especiales controlados de forma remota y a los que se les incorporarán sensores que analizarán la pluma de gases emitida por la chimenea de los buques, según desvela el Gobierno en una respuesta parlamentaria al diputado de Equo (Unidas Podemos), Juan Antonio López de Uralde. Desde Puertos del Estado añaden que el proyecto, que entrarán en funcionamiento en próximas fechas, parte de un convenio de colaboración firmado entre Marina Mercante, dependiente del Ministerio de Fomento, y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESE).
Los drones de Marina Mercante medirán el nivel de azufre que contenga el combustible de los cruceros y buques que atraquen en España, explica el Gobierno en su respuesta parlamentaria. El máximo permitido será del 0,5% de azufre en el combustible en masa a partir del 1 de enero. En este momento ese límite está fijado en el 1,5% dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Mediterráneo.
Barcelona, Palma y Valencia
En el informe de Transport & Environment se especifica que España lidera la lista de negra de países más expuestos a la contaminación del aire por las emisiones de azufre de los cruceros. Así, los puertos más contaminantes son Barcelona, Palma de Mallorca y Venecia, por este orden, seguidas de Civitavecchia (Roma) y Southampton.
Faig Abbasov, director de políticas de transporte en Transport & Environment, ha afirmado que "los cruceros son ciudades flotantes con un alto consumo de energía generada por los combustibles más tóxicos que existen. Mientras las ciudades están prohibiendo la circulación de coches diésel para reducir la contaminación que respira su población, están dando vía libre a las navieras. Estas provocan grandes concentraciones de contaminantes con un alto riesgo para la salud de sus pasajeros y de las poblaciones más cercanas a las terminales de cruceros. Es inaceptable".
En el mismo documento se explica que, efectivamente, las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) generadas por los cruceros en Europa tienen un alto impacto en las ciudades donde atracan. Equivalen a aproximadamente el 15% del NOx emitidos por flota de vehículos de Europa en un año.
El director del informe indica que para solucionar este problema existen "tecnologías lo suficientemente maduras para descarbonizar el transporte marítimo". Apunta a las baterías eléctricas como la vía de futuro para acabar con estas emisiones o a la "tecnología del hidrógeno". El Gobierno en funciones, por su parte, reclama que los buques "utilicen sistemas de limpieza de los gases de escape o combustibles alternativos que carezcan de azufre como el Gas Natural Licuado".
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