Sánchez tira de ecología en su discurso de investidura con las eléctricas en llamas

Pedro Sánchez en el Congreso.
Pedro Sánchez en el Congreso.
EFE

Pedro Sánchez ya ha comenzado a preparar su discurso de la investidura. Quedan más de diez días para que el candidato se suba a la tribuna del Congreso, pero, según explican fuentes gubernamentales consultadas por La Información, el líder del PSOE ya está recibiendo aportaciones de sus colaboradores más cercanos (gabinete y ministros) y empezando a redactar los papeles que le servirán para presentar su programa de Gobierno. Será una larga intervención que tendrá lugar a lo largo de la tarde del lunes 22 y que servirá para endosar a Unidas Podemos, especialmente, PP y Ciudadanos la responsabilidad de unas segundas elecciones en noviembre.

La economía será uno de los ejes centrales del esperado discurso de Sánchez. No servirá para mucho, ya que el PSOE ya cuenta con que fracasará en su primera intentona de investidura, pero sí para desvelar en sede parlamentaria las principales líneas de actuación del futuro Gobierno. De este modo, según las mismas fuentes, la transición ecológica tendrá un lugar preferente en la locución del candidato designado por el Rey.

Sánchez, en efecto, quiere liderar un cambio de rumbo en la política energética y una apuesta decidida por las energías verdes y el coche eléctrico. En el PSOE consideran que le renta a nivel electoral y le posiciona como un líder decidido a nivel europeo. Por eso, una de sus ideas fuerza será la de incidir en esas medidas que intentó poner en marcha cuando tenía 84 diputados y que ahora quiere implementar con 123 síes en el Congreso.

El líder de los socialistas ya está recibiendo la presión de las grandes energéticas. El sector está en llamas, consciente de la importante transformación que deberá sufrir si el Gobierno central pone en marcha definitivamente esta transición. Por eso Naturgy, la antigua Gas Natural, acaba de anunciar la suspensión de inversiones en nuevas redes de gas. Lo hace tras la propuesta de recortes en el sector eléctrico y gasista de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Lo que está claro es que la batalla va a ser intensa entre las compañías del sector y el futuro Gobierno.

A Sánchez poco le importa las quejas de un sector en pie de guerra. A alguno de los presidentes de las eléctricas, como a Ignacio Sánchez Galán, les ha recibido en Moncloa. Pero la decisión ya está tomada y la apuesta por la ecología será una de sus líneas estelares durante los próximos cuatro años.

En el documento que aprobó la Ejecutiva del PSOE el pasado lunes y que sirve para conocer cuál es la política que quiere aplicar Sánchez si logra la investidura se puede leer: "Haremos frente a la emergencia climática, así como a los riesgos de la pérdida de biodiversidad, aprovechando el potencial de nuestro rico patrimonio natural y nuestras capacidades empresariales y tecnológicas para crear empleo de calidad y mejorar el bienestar social. Nos comprometemos a una transición ecológica justa en todos los sectores productivos y en todos los territorios".

A continuación lanza un mensaje al sector y a los ciudadanos: se revisarán "los tributos ambientales existentes en todas las administraciones para avanzar en su armonización, en su eficacia, y en la coherencia con las políticas de transición ecológica". Se refiere, esencialmente, al impuesto al diésel.

Sánchez, además, tiene en la cabeza plantear un "Pacto por la Industria" con el objetivo de aprobar una nueva "Ley de Industria" que permita la adaptación del sector. "En particular, promoveremos el liderazgo de la industria española en sectores como los de acumulación de energía y equipamientos para la electrificación del transporte", se puede leer en el documento base del PSOE, una propuesta "muy trabajada", según Ferraz.

Sánchez también incidirá en su discurso en crear empleo digno y en unas pensiones justas, uno de los déficit de su año en Moncloa. También en la digitalización de la economía. Y en que "España necesita un gobierno cuanto antes". Los ministerios y el gabinete presidencial ya están componiendo el puzzle del discurso al que Sánchez dará el visto bueno definitivo el mismo lunes 22 por la mañana, como suele ser habitual en él en sus discursos parlamentarios. 

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