Próximos meses clave

Las cuestiones pendientes en la toma de poder de Sepi y Amber Capital en Indra

El consejo deberá abordar el nombramiento de Murtra como ejecutivo y la reconstrucción tras los despidos, la potencial salida de Mataix y las explicaciones a la CNMV antes de un nuevo ciclo electoral.

El presidente de Indra, Marc Murtra.
El presidente de Indra, Marc Murtra.
Europa Press

Indra vive uno de los momentos más complejos de su historia reciente. La toma de poder del Estado, Amber Capital y Sapa a través de un golpe de mano histórico en la junta general del pasado jueves no significa un punto y final en esta situación. La compañía tecnológica y de defensa tiene varias cuestiones muy relevantes pendientes. La primera será la reconstrucción de un consejo de administración con nueve miembros y sólo tres independientes. No será la única. El nombramiento de Marc Murtra como presidente ejecutivo y una potencial salida de Ignacio Mataix son algunos de los retos aún por delante, mientras la lupa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está sobre la compañía.

Ese frente regulatorio es el más inmediato en el tiempo. El organismo supervisor presidido por Rodrigo Buenaventura ha solicitado información a los accionistas relevantes de la empresa sobre el cese de los independientes para analizar si ha podido haber una acción concertada, lo que obligaría al lanzamiento de una oferta pública de adquisición (OPA). Además le exigirá que en los próximos días se haga público por parte de la empresa el parecer de los independientes cesados para que sea puesto a disposición de los accionistas “a la mayor brevedad posible”.

La CNMV también asegura que estará atenta a la reconstrucción del máximo órgano de gestión de la compañía, que es la segunda tarea relevante que deben afrontar Sepi y sus nuevos socios. Se han quedado vacantes un total de cuatro sillones, pues uno de los que dejaron libres los independientes fue cubierto por Jokin Aperribay como dominical en representación de Sapa Placencia. Uno de esos cuatro será ocupado por el también dominical en representación de Sepi que es Juan Moscoso, exdiputado del PSOE. El organismo supervisor estará atento para ver la composición y el número de independientes que se nombrarán.

La llegada de esos nuevos consejeros y la configuración del nuevo consejo será el paso previo al nombramiento de Marc Murtra como presidente ejecutivo de la empresa. Esa fue desde el principio la pretensión del Gobierno y la Sepi, pero la rebelión de los independientes hasta el final lo había impedido. El discurso del directivo catalán durante la junta general de accionistas hizo las veces de carta de presentación ante los accionistas. Se refirió a su “visión para Indra” donde repitió las tesis del Ejecutivo de una necesidad de consolidación en el mercado de la defensa. Aunque no se refirió expresamente a ello, estaba sobre la mesa ITP Aero y la entrada de Indra en el accionariado como socio clave del fondo estadounidense Bain Capital. Este era otro de los proyectos frente a los que esos independientes cesados han mostrado su rechazo y su intención de bloquear.

La presencia de Ignacio Mataix, nombrado bajo el mandato de Abril-Martorell, en el consejo como representante ejecutivo (CEO) es otro de esos asuntos pendientes que deben gestionar desde la Sepi y el propio Murtra. El hoy consejero delegado sabe que el futuro pasa por una presidencia con plenos poderes. Y la presión interna para que presentara su dimisión en los últimos meses se ha mantenido, con declaraciones del propio Gobierno ‘desautorizándolo’ sobre el consorcio de ITP Aero. Cristina Ruiz sí que presentó su dimisión ante esta circunstancia, mientras que Mataix ha optado por no mover posiciones. De hecho durante su discurso en la junta habló de un “alto grado de motivación y compromiso del equipo directivo para el futuro de Indra”. Ahora deberán decidir. Nombrar a un sustituto externo implicará unos meses de adaptación.

El propio Murtra lo apuntó. Y las decisiones tomadas en los últimos tiempos así lo corroboran. Indra ha virado hacia el negocio de la defensa, después de años potenciando la rama tecnológica y civil. En pleno clima bélico y con un incremento sustancial del gasto militar en ciernes, esta división será crítica. Y ahora se debe decidir qué hacer con Minsait. En ese discurso sobre la visión de Indra, el presidente dio alguna pista: “Minsait debe ir cada vez hacia una mayor independencia operacional y hacia un negocio de mayor valor añadido”. Esa independencia operacional ha sido interpretada por algunos de los analistas como el primer paso para un potencial ‘spin off’ futuro de esta rama. Este será otro de los asuntos que deberán dirimirse en los próximos meses.

La eventual salida de Mataix tras el nombramiento de Murtra como presidente ejecutivo será una de las claves

En el horizonte está un nuevo ciclo electoral que ha arrancado ahora con las elecciones andaluzas. La próxima primavera vendrán los comicios autonómicos, mientras que a final del año 2023 se afrontarán las generales. Con este golpe de mano dado por Sepi, Amber y Sapa, Indra se consolida como una empresa especialmente controlada por el Estado y el Gobierno. Más allá de las votaciones, el escenario general es delicado con la llegada de miles de millones de fondos europeos, un clima bélico creciente y un mayor gasto militar. Además sigue sobre la mesa el riesgo de perder el contrato de las fragatas F-110 con el gigante estadounidense Lockheed Martin y el enorme reto de la contratación de personal técnico, tanto para Minsait como para la propia división de defensa.

Todo esto deberá afrontarse con una situación económica bastante holgada de la compañía, con una cartera total de contratos suscritos con clientes en su mayor nivel histórico -rozando los 5.500 millones de euros-, una deuda en posiciones nunca vistas en la última década y unos ingresos en el área de defensa al alza y con perspectivas de seguir creciendo. Por delante llegan unos años en los que esta división será clave. Indra arranca el ‘día 1’ después la toma de poder de la Sepi.

Mostrar comentarios