En el aluvión de resultados empresariales de estas dos semanas, la puesta de largo ha ido durante la mañana de este jueves para Repsol que ha obtenido un resultado neto de 1.939 millones de euros durante los primeros nueve meses de este año, frente a las pérdidas de 2.578 millones de euros que se anotó en el mismo periodo del pasado año. No solo eso, los números que ha presentado el grupo este jueves a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), se encuentran por encima, incluso, de los niveles prepandemia que registró la empresa en 2019 (1.466 millones).
Además de los resultados, la compañía que dirige Jous Jon Imaz ha manifestado su propósito de revisar al alza la retribución al accionista, pagando en 2022 más de lo que tenía previsto repartir en 2025. Dicho de otro modo: elevará el dividendo efectivo un 5%, hasta los 0,63 euros por acción. Es una cifra récord para el grupo.
Una marcha más
El horizonte de retribución que ha rediseñado Repsol implica subir una marcha más al plan estratégico previsto por la compañía para el próximo lustro (2021-2025). La hoja de ruta que la compañía presentó en noviembre de 2020, preveía distribuir 6.000 millones de euros entre sus accionistas hasta 2025. El plan original marcaba una senda de crecimiento progresivo que aspiraba a recuperar el euro por acción al final del periodo, a razón del pago de 0,60 euros por título en 2021 y 2022, 0,65 euros en 2023, 0,70 en 2024 y 0,75 euros en 2025.
No es el único guiño a los accionistas que ha anunciado la primera petrolera de nuestro país. Junto al impulso al dividendo efectivo, el Consejo de Administración ha acordado acometer una reducción del capital social equivalente a un 4,9% del grupo, vía amortización de 75 millones de acciones propias (frente a los 50 millones previstos en el plan estratégico). Al ampliar el perímetro de la amortización, Repsol estaría haciendo el movimiento que equivaldría a pagar un extra por título a sus accionistas, lo que, junto al impulso del reparto de dividendo efectivo, implica una retribución total de 1,19 euros por título, liquidable en 2022. Con esta cifra, Repsol marca un nuevo récord en su historial de pago al accionista.
