Crisis energética

Naturgy y Repsol caen bajo el dominio extranjero en plena batalla por el gas

La llegada de IFM Investors a la gasista amplía por encima del 50% el control accionarial a los tres fondos que han pactado la remodelación del consejo, mientras que la petrolera asiste a la retirada de Sacyr.

Un camión que usa gas natural como combustible.
Un camión que usa gas natural como combustible.
AUDI / EP

Barbarians at the gas... La batalla por el control de los aprovisionamientos de gas natural a nivel mundial ha llegado también a España de la mano de cambios simultáneos en la propiedad de dos de los principales operadores del sector, históricamente bajo el mando de accionistas españoles pero que ahora están dominados por firmas de inversión extranjeras. Naturgy, con la llegada de IFM Investors, y Repsol, con la quasi-retirada de la constructora Sacyr después de 14 años como su socio de referencia, están en el punto de mira del mercado.

Con los precios gasistas en Europa en máximos históricos por encima de 100 euros / MWh, y en EEUU en cotas no vistas desde 2008 (6 dólares / mmBtu), el aprovisionamiento de este combustible clave para la calefacción, el transporte y la generación eléctrica ha provocado una puja abierta entre la zona euro y China por rellenar sus reservas estratégicas y afrontar el invierno con garantías. Naturgy y Repsol son los principales jugadores del sector en el transporte de GNL (gas natural licuado) y representan, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el 37% de las ventas finales de gas mayorista en España, según el último dato disponible.

Sin embargo, el mayor valor de ambos grupos no es su cartera de clientes sino su acceso a la materia prima que todos buscan en 2021: el gas. Los yacimientos de Repsol en Indonesia, Latinoamérica y Norteamérica, junto a la participación de Naturgy como operador principal en los gasoductos Magreb-Europa y Medgaz que llevan el gas de Argelia a España, se han convertido en activos deseados por los grandes inversores. Además, las dos multinacionales cuentan con infraestructuras de regasificación -necesarias para los envíos del fluido- y metaneros para su transporte.

La resolución de la opa de IFM Investors ha traspasado el 10,8% del capital de Naturgy a una sociedad luxemburguesa gestionada desde Islas Caimán, como avanzó La Información el pasado 9 de septiembre. La firma no estará precisamente aislada cuando llegue al accionariado de la compañía ya que pactó con los fondos CVC (20,7%) y GIP (20,6%), que agrupan el 41% de la propiedad, su respaldo para entrar en el consejo de administración, como publicó 'La Información' a partir de la documentación enviada a la CNMV.

De este modo, el 52% del capital de la gasista se alineará para promover un cambio en el consejo de administración que preside Francisco Reynes. Está compuesto por doce miembros y cinco son independientes: Ramón Adell, Francisco Belil, Helena Herrero, Claudi Santiago, Pedro Sáinz de Baranda

Uno de ellos perderá su silla ya que el pacto entre los fondos contempla la entrada de IFM si alcanzaba una participación suficiente como para reclamar un puesto, según se describe en el folleto de la opa. Además de los consejeros independientes, Naturgy cuenta con siete dominicales, es decir, nombrados por un accionista relevante.

CriteriaCaixa, que atesora el 26,7% del capital, tiene a Enrique Alcántara e Isabel Estapé, además de Francisco Reynes que es el presidente ejecutivo del grupo desde que relevó a Isidro Fainé en 2018. Global Infrastructure Fund (GIP) nombró a Rajaram Rao y Lucy Chadwick, mientras que Rioja Bidco, de CVC y la familia March, está representada por Javier de Jaime y José Antonio Torre de Silva. Con el 10,8%, IFM se dispone a proponer un candidato al consejo que saldrá de una terna compuesta por Jaime Siles, Mónica Castaño, José Antonio Pérez Roldán y Serge Morel.

Al contrario que en Naturgy, la petrolera Repsol vivirá también en próximas fechas una salida de su consejo de administración después de que la constructora Sacyr haya completado la desinversión de la mitad de su participación en la compañía. Tras situarse por debajo del 5%, el grupo deberá ceder uno o los dos asientos que ostentan ahora Manuel Manrique y José Manuel Loureda. El grupo cumplirá el próximo mes de noviembre 14 años en el capital de la petrolera, donde llegó a alcanzar el 20% del capital justo cuando estalló la burbuja inmobiliaria en España.

Sin embargo, la depreciación de su participación y la crisis de deuda que sufrió como consecuencia de la recesión inmobiliaria de 2008 provocó que fuese vendiendo sus acciones de forma progresiva. El último tramo de su participación se ha registrado como una venta aplazada a través de derivados financieros. Sacyr ha notificado la no renovación de parte de ellos que reducen su porcentaje en el capital desde el 8% al 3,9%, en línea con su objetivo de quedarse con solo un 3% antes de 2024.

La principal consecuencia de este movimiento es que, por primera vez, Repsol dejará de tener un accionista español al frente. Desde que La Caixa vendió todas sus acciones de forma similar a Sacyr, la pérdida de referencias en la propiedad ha dejado a un banco de inversión (JPMorgan, 6,85%) y dos gestoras de fondos de inversión (Amundi, 4,5% y Blackrock, 5,2%) como sus principales socios.

La única protección ante la entrada de un accionista extranjero como la que ha protagonizado IFM en Naturgy se encuentra en el decreto antiopas aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez en marzo de 2020 con el estallido de la pandemia. Esta ‘acción de oro’ ha sido prorrogada hasta diciembre y obliga a cualquier inversor no residente en España a solicitar permiso si compra más del 10% de una empresa que cotice en bolsa, o en inversiones superiores a los 500 millones de euros. 

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