El negocio del temporal: la sal española funde el hielo del Norte de Europa

  • Las ganancias provocadas por el mal tiempo ascienden a más de 30 millones de euros, según la Asociación Ibérica de Productores de Sal. 
Sal para las carreteras
Sal para las carreteras

Dice el rico refranero español que nunca nieva a gusto de todos. Que se lo digan a las 3.000 familias que se quedaron atrapados en sus coches en la AP-6 durante más de 13 horas la noche del 6 al 7 de enero en medio de la nevada más intensa de los últimos años, pero los productores de sal españoles también echan manos del refranero y piensan, sin duda, que “año de nieves, año de bienes”.

Las adversas condiciones climatológicas que ha vivido el norte de Europa durante el mes de diciembre y lo que llevamos de enero y el episodio puntual que sufrió España alrededor del día de Reyes han disparado las ventas de sal para el deshielo de carreteras y caminos y los productores se frotan las manos. 

La temporada puede acabar con más de medio millón de toneladas de sal fundente vendidas para carreteras y eso, con unos precios por tonelada que fluctúan entre los 60 y los 80 euros por tonelada supondrá unos ingresos que superarán ampliamente los 30 millones de euros. Una cantidad importante para un sector que, según AFASAL (Asociación Ibérica de Productores de Sal), engloba a una veintena de empresas en España, produce 4,5 millones de toneladas al año, da trabajo a 2.000 personas de manera directa y a otras 6.000 de manera indirecta, y factura más de 200 millones de euros anuales.

En inviernos crudos, como el actual, entre el 10% y el 15% de la producción de sal en España se destina al deshielo de carreteras, aunque para algunas empresas, como la Nueva Arrendataria de las Salinas de Torrevieja (Salins Group) o Ibérica de Sales (Grupo Minersa), de Remolinos (Zaragoza), es su principal nicho de negocio. Y es que estas dos empresas, junto a ASAL, del Puerto de Santa María (Cádiz), son los principales suministradores de sal para la conservación de carreteras que existen en España. Pero no solo en España, sino que su producto se exporta a los países escandinavos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Andorra…

Sal para las carreteras
La sal, imprescindible para las carreteras durante el temporal.
Las claves

¿Por qué se emplea sal en las carreteras?

En contacto con el agua, la sal se descompone formando una disolución que necesita de una temperatura menor que la del agua para congelarse. Concretamente, el agua con sal no se congela hasta llegar a los -20ºC, mientras que el líquido por sí solo lo hace a 0ºC.
“La sal para deshielo es considerada la mejor y más fiable forma de mantenimiento
invernal de las redes viales. Previene la formación de capas de hielo, y derrite la nieve
de forma eficiente. Hay disponibilidad siempre y es accesible fácilmente. Es el agente
de deshielo más económico, fácil de almacenar y de manipular, no es tóxico y su
impacto medioambiental es mínimo cuando se utiliza y almacena adecuadamente. Un efectivo control del hielo y la nieve durante los meses invernales es vital para el normal funcionamiento de la sociedad ya que ahorra tiempo y dinero y, lo más importante, salva vidas”, sentencian en AFASAL.

50 O 60 decenas de camiones al día cargan en Torrevieja

Sal para las carreteras
Salinas en el Puerto de Santamaría.

La escena se repite en las últimas semanas: decenas de camiones (“50 o 60 cada día”, según explica el director de Salins Ibérica, Joseph Pérez) esperan su turno para cargar sal a las puertas de las instalaciones de las Salinas de Torrevieja (Alicante) y entregar el preciado mineral blanco al Ministerio de Fomento, Comunidades Autónomas, Diputaciones, Ayuntamientos o empresas concesionarias de autopistas, básicamente del centro o el norte de España. La escena se repite en Remolinos (Zaragoza), donde radica la mina de sal que explota Ibérica de Sales, y del muelle de La Cabezuela, en Puerto Real (Cádiz), parten barcos mercantes con sus bodegas repletas del oro blanco de las salinas del Puerto de Santa María y Puerto Real, con destino al norte de Europa.

Sal en las carreteras
Los camiones salen cargados de sal.

Las lluvias torrenciales dificultaron el año pasado coger sal

“Dependemos de la meteorología para saber con cuantas toneladas de sal para carreteras venderemos en toda la temporadas”, explica el responsable de las salinas de Torrevieja, “pero hasta la fecha de aquí han salido 180.000 toneladas para Europa (cerca de 80.000 antes de las navidades) y unas 30.000 para España. La semana pasada vendimos 5.000 toneladas para nuestro país y esta semana otras 5.000”. Sin duda un buen negocio para una empresa que cuenta con 82 trabajadores, factura más de 30 millones al año y produce una media de 600.000 toneladas de sal marina por temporada (de agosto a agosto), aunque la pasada fue una mala ‘cosecha’, apenas se recogieron 450.000 toneladas de la laguna cuando está en disposición de producir 800.000 toneladas de todo tipo de sal marina (para carreteras, de mesa, para la industria química…), porque las lluvias torrenciales que sufrió la zona se llevaron buena parte de la sal almacenada en el fondo de la charca.

Entre los trabajadores de las empresas productoras de sal para vialidad invernal no hay meteorólogos, pero casi. La familia Armenteros, dueña de ASAL, gestiona 2.500 hectáreas de salinas en la bahía de Cádiz, de donde salen más 300.000 toneladas de sal. De ellas, unas 70.000 se dedicarán este año al deshielo de carreteras, el 75% para el norte de Europa y un 25% se venderá en España. Los años 2015 y 2016 han venido con inviernos suaves, pero esta temporada las condiciones climáticas se recrudecieron en Europa y en España hemos vivido un inicio de año azotado por uno de los mayores temporales de nieve que se recuerdan. Y hay que estar preparados. “Tenemos un retén para nevadas. Estudiamos la climatología de los años de mayores nevadas para hacer previsiones de consumos y establecer un stock de seguridad. De esta forma, nos

garantizamos no quedarnos sin sal porque estos días han sido frenéticos y se han multiplicado las peticiones de sal para las carreteras”, explican en ASAL.

Una empresa, que por otro lado, la empresa envasa sal de mesa para sus tres marcas comerciales: Chalupa (líder en Andalucía), Ibersal (para la exportación) y Halos (para el mercado gourmet). Además, ASAL es la empresa líder en envasado y venta de sal de marca blanca para grandes superficies como Carrefour, Día, Alcampo, Euromadi, Aldi y Covirán, apartado que supone el 35% de su producción y una facturación cercana a los 11 millones de euros anuales.

La sal también se saca de la mina

Si en Torrevieja y la Bahía de Cádiz la sal es marina y se obtiene por evaporación del agua del Mediterráneo y el Atlántico debido al efecto del sol y el viento, en la localidad zaragozana de Remolinos, sus 50 trabajadores, que trabajan a destajo estos días extraen el mineral del yacimiento salino, de la mina. Ibérica de Sales fue fundada en octubre

1932. Explota un yacimiento salino ya conocido desde la época de los romanos. A partir de marzo de 2014 pasó a formar parte del Grupo Minersa, empresa vasca dedicada a la minería, principalmente.

Se dedica principalmente a la extracción y comercialización de sal gema, sal de salinas y salmuera, productos que van destinados a los mercados de nutrición animal, vialidad invernal y descalcificación entre otros. Ibérica de Sales tiene capacidad para producir cerca de medio millón de toneladas de sal anuales y “como líder en el mercado nacional de sal para alimentación animal y de sal para deshielo”, en este campo la empresa maneja unas cifras muy parecidas a las de las salinas de Torrevieja, que pueden llegar a unas 200.000 toneladas, y cuenta con una contrastada experiencia en estos sectores, lo que “garantiza una alta calidad en el servicio prestado a sus clientes”, que son principalmente el mercado nacional, concesionarias de autopistas, comunidades autónomas, diputaciones… y en el exterior, Alemania, Francia, Andorra e Italia.

“La venta de sal para deshielo depende mucho de cómo venga el tiempo y la climatología y es muy fluctuante, puede pasar de las 200.000 toneladas en un invierno con poca nieve, a más de medio millón en otro, como el presente”, dicen desde AFASAL. Los productores de sal españoles, en fin, ponen al mal tiempo buena cara porque saben que de la nieve depende buena parte de su negocio y sus cifras de venta anuales. De momento, la sal española funde el hielo del norte de Europa, quién sabe si el próximo reto será asaltar el enorme mercado norteamericano. “En algún momento nos han llegado a pedir desde Estados Unidos y Canadá un barco con 200.000 toneladas de sal para carreteras. Allí todo lo hacen a lo grande”, explican desde la Asociación Ibérica de Fabricantes de Sal, “aunque no sabemos si finalmente se pudo suministrar”. Quizás ahí esté el próximo nicho de mercado para la sal española.

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