Para una mayor seguridad

Europa ultima el control biométrico de su frontera aérea con diseños españoles

Los aeropuertos del espacio Schengen deberán disponer de sistemas de vigilancia por biometría antes de que acabe 2023, una tecnología que se está desarrollando por ingenieros españoles de Indra o Thales. 

Puerta biométrica en el Aeropuerto de Menorca EVERIS ADS (Foto de ARCHIVO) 29/3/2019
Europa ultima el control biométrico de su frontera aérea con diseños españoles
Everis

La tecnología 'made in Spain' se expande por todo el continente europeo. Al cierre de 2023, todos los aeropuertos pertenecientes al espacio Schengen -la zona europea libre de fronteras- deberán contar con un sistema biométrico de entrada y salida que registren a los ciudadanos no europeos que cruzan sus fronteras exteriores. Esta tecnología ha adquirido un importante impulso con motivo de la pandemia, ya que tanto empresas como autoridades fomentaban ideas que tratasen de evitar el contacto físico con superficies o el tener que quitarse la mascarilla.

La gran mayoría de estos sistemas, desarrollados por distintas empresas tecnológicas del continente, tendrán una cualidad común: han sido diseñados de forma mayoritaria en España. Esta tecnología, que lleva presente en aeropuertos españoles como Madrid-Barajas, a donde llegó en 2010, ha madurado lo suficiente gracias a sus distintas etapas de fases de testeo y perfeccionamiento, y ahora se generalizará por toda Europa. Los estados miembros que componen el espacio europeo sin fronteras decidieron que la fecha límite para su implantación fuera el próximo mes de diciembre. 

Este tipo de sistemas de identificación tratan de mejorar la seguridad de las terminales al tiempo que agiliza los procesos de embarque. Además de reducir la presencia de fuerzas de seguridad en las aduanas, la identificación se realiza en unos pocos segundos y puede ser reutilizada en otros procesos dentro del aeropuerto, como la autorización de embarque al avión por la puerta que corresponda sin tener que volver a identificarse ante el personal. 

Thales liderará la implantación en España

Una de las empresas que ha alcanzado un mayor grado de desarrollo de su tecnología es la francesa Thales, que ha conseguido integrar los procesos de la verificación de documentos y el reconocimiento dactilar de los viajeros, hasta ahora manuales, en un único tótem digital que se complementa con un sistema de captura facial que agiliza la identificación y despacha a los pasajeros. 

Estos totems, que tienen su origen en el Centro de Competencia de Biometría que la compañía tiene en Madrid, se implantarán en los distintos pasos fronterizos españoles, hasta un total de 1.500. Desde junio y hasta febrero del año que viene, la empresa francesa será los encargada junto al grupo tecnológico Zelenza de implantarlos en aeropuertos, puertos y fronteras terrestres, tras resultar ganadores del concurso que sacó el Ministerio del Interior para cumplir con el mandato común europeo. 

Indra se encargó de la armonización europea

La tecnológica española Indra tampoco se ha quedado atrás en este tipo de desarrollos. A través de su filial Minsait, suma más de una década trabajando en esta tecnología que implantó por primera vez en el puerto de Algeciras en 2015, y que se extendió desde 2017 por los principales aeropuertos de la red española gestionada por Aena.  

Indra fue pionera en España en el desarrollo de estos puestos de control fronterizos que han resultado muy eficaces para hacer frente al incremento del número de pasajeros que se lleva registrando en los últimos años. Estos permiten evitar escenas como las que se registraron en varios aeropuertos españoles durante este verano, cuando la falta de personal de Policía Nacional no fue suficiente para atender el gran flujo de pasajeros. 

El prototipo inicial de Indra se limitaba a comprobar, mediante las huellas dactilares y el reconocimiento facial, si los parámetros biométricos coincidían con los que el viajero señalaba en su pasaporte o DNI, además de elevar una consulta a los registros policiales. Este proceso ha ido evolucionando desde entonces para extender el uso de los sistemas a ciudadanos de terceros países, validar el reconocimiento facial en movimiento o armonizar el sistema en todo el continente, para lo cual contó con más de 12 millones de euros de financiación europea. 

Idemia prueba la biometría puerta a puerta

Las últimas evoluciones de este modelo tratan de alcanzar el reconocimiento "puerta a puerta", desde el momento en que realizan el check-in hasta que entran en el avión, sin necesidad de mostrar su documentación. Este proyecto, en el que ha colaborado la compañía Idemia, fue implantado en el aeropuerto de Barcelona-El Prat y cuenta con la colaboración de Vueling y el desarrollo tecnológico de Easier, IDEMIA, Indra, Materna-ips y Mobbeel. 

Por su éxito, fue reconocido el pasado 25 de octubre como la "mejor innovación en procesos relacionados para los pasajeros" por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI). Este modelo biométrico otorga un preacceso al avión con tan solo registrar su rostro en el momento en que hacen el check-in desde su casa. Una vez acceden al aeropuerto, deben superar los distintos "quioscos" que se disponen en los controles de acceso al lado 'aire' y la puerta de embarque, donde el sistema hace uso de distintos algoritmos que garantizan la coincidencia biométrica. 

En aras de conservar la privacidad del viajero y garantizar la seguridad de los viajeros, el modelo de Idemia borra los datos biométricos una vez se confirma el despegue de la aeronave. Este tipo de sistemas ya están implantados en puentes aéreos como el de São Paulo y Río de Janeiro, en Brasil. Los resultados del proyecto han sido lo suficientemente satisfactorios como para que Aena haya anunciado el despliegue de este servicio en todos sus aeropuertos

Fe de erratas: En una primera versión se señaló que la fecha de implantación de este sistema debía de ser finales del año 2022. La UE aprobó recientemente una prórroga para que este sistema estuviera implantado en diciembre de 2023. 

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