Pistoletazo de salida

Abengoa cita a los rivales de Urbas para despejar las dudas del concurso

Ultramar y Terramar abren una última ronda de contactos para cerrar los flecos necesarios para competir en el proceso, en el que el mantenimiento de todos los puestos de trabajo se presenta como un escollo.  

Abengoa
Imagen de la sede de Abengoa en Sevilla.
Europa Press

En la misma semana que se ha desvelado el auto del concurso de Abenewco 1, filial sana de Abengoa, las empresas tratan de cerrar los flecos de sus ofertas para rivalizar con Urbas, la opción elegida por el consejo de administración de la compañía. Los contactos se han acelerado entre las ofertas rivales, entre las que están los fondos Ultramar y Terramar, que ya mostraron su interés por la compañía en los últimos años. Al margen de los ejecutivos de Abengoa, en las conversaciones participan tres miembros del equipo jurídico de EY y el despacho de abogados Ramón y Cajal, que ha cerrado un mandato conjunto con Montero-Aramburu para colaborar en la misión. 

El plan es despejar las dudas del concurso después de que Urbas se haya comprometido a mantener el mismo nivel de actividad de la compañía en los tres próximos años. Se trata de un umbral que el resto de ofertantes debería igualar al menos para que el juez aceptara las propuestas y solicitara al administrador concursal, EY, que emitiera una opinión por cada una de ellas. La incógnita de este mantenimiento de la actividad gira principalmente en cuanto a los puestos de trabajo, ya que distintas fuentes discrepan en la interpretación, al entender que el grupo constructor no los mantendría al completo y llevaría a cabo algún tipo de ajuste de personal.

Ese mismo factor trae de cabeza al resto de ofertantes, que reconocen de puertas para dentro que la compañía ahora mismo no podría seguir con toda la carga laboral que asume actualmente. Fuentes del proceso indican que el ganador de esta puja debe eliminar la "grasa corporativa" y optar por un "recorte justificado y amplio de personal", un deseo que precisamente choca con el del Gobierno, que se ha preocupado de conseguir la implicación de las empresas en esta operación de rescate y tiene como principal prioridad proteger el máximo número de puestos de trabajo.  

Los contactos se han acelerado esta última semana, en la que al final se ha publicado el ansiado auto concursal del juez que inicia el proceso del grupo. El documento abre una ventana de 15 días para que los rivales de Urbas presenten sus credenciales. Una vez entregadas sus propuestas, el juzgado dará otros tres días para modificar el plan inicial, por lo que la oferta final y ganadora puede ser bien distinta a la que ahora mismo la compañía tiene sobre la mesa. 

En las reuniones y conversaciones participa el responsable de relaciones con inversores de Abengoa, Gonzalo Zubiria, y distintos agentes externos a la compañía. Desde el área legal está el despacho Ramón y Cajal, habitual de la firma. El bufete habría cerrado un nuevo mandato para este nuevo proceso, aunque esta vez en colaboración con Montero-Aramburu. El administrador concursal, Guillermo Ramos (EY), también participa, aunque en un segundo plano, y apoyado por otros dos miembros de la big four afincados en Sevilla.   

Por el lado de los ofertantes por Abenewco1 y sus filiales operativas aparecen los nombres de dos fondos que ya mostraron interés: Terramar, que quiso hacerse con la compañía si había rescate estatal -reiteró su interés con distintas prórrogas a su oferta vinculante por la compañía-, y Ultramar, que se interesó mucho antes y lo hizo de la mano del grupo Caabsa (hermanos Amodio) y EPI Holdings. Este segundo fondo está domiciliado en Reino Unido y lo dirige el empresario Salvador Rivero.

Posible troceo

El proceso que se iniciará antes de que finalice este 2022 supondrá un nuevo cambio en el perímetro de la compañía tras años de reestructuraciones encadenadas y el portazo de la SEPI a una financiación millonaria de 249 millones de euros. Algunas filiales como Abengoa Solar ya habían iniciado antes el concurso, al igual que la matriz Abengoa SA, sin apenas activos y ya en fase de liquidación. Las acciones de esta última compañía fueron retiradas de la bolsa española de manera definitiva el pasado mes de septiembre tras dos años suspendida de cotización. 

La compañía en los últimos años ya ha ido perdiendo alguna de sus joyas principales, como su filial uruguaya Teyma, que ha sido reclamada por su acreedor ante los impagos. También se ha recurrido a las ventas de activos, como el traspaso de su negocio de bioetanol al fondo Trilantic, en 2017, por 140 millones de euros, o el ejecutado recientemente al grupo energético internacional Engie, a quien vendió el 40% de una planta termosolar en Sudáfrica para poder seguir reduciendo su deuda financiera.

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