Gran reestructuración

La filial de Sabadell en UK (TSB) ultima su hoja de ruta tras la crisis reputacional

Completará la ejecución de su plan estratégico este 2022, en el que ha puesto todos sus esfuerzos por dejar atrás el fiasco generado por la turbulenta migración tecnológica de 2018.

Logo de una oficina de TSB, filial de Banco Sabadell, en una calle de Londres.
TSB / PROFESSIONAL IMAGES (UK)
  (Foto de ARCHIVO)
1/1/1970
Logo de una oficina de TSB, filial de Banco Sabadell, en una calle de Londres. 
TSB / PROFESSIONAL IMAGES (UK)

TSB, la filial británica de Banco Sabadell, se encuentra en la recta final de su plan estratégico. La entidad desveló su nueva hoja de ruta a finales de 2019, centrada en apuntalar su eficiencia y rentabilidad después de sufrir una profunda crisis en 2018 tras el desastre tecnológico que se produjo en el momento de la migración de los sistemas. El banco tuvo que tomar cartas en el asunto con un giro a su estrategia. Desde entonces, el equipo directivo ha cambiado de raíz, se ha puesto énfasis en la digitalización y se ha decidido redimensionar la estructura con el cierre de casi la mitad de sucursales.

La entidad ha ido anunciando sus recortes año a año. Este 2022 se bajará la persiana en 70 oficinas, pero ya lo ha hecho en 82 en 2020 y en 164 en 2021. De contar con una red de 540 locales financieros, llegará a verano con apenas 290. También al término del ejercicio pasado ha finalizado la transformación de 140 sucursales para ofrecer una mejor experiencia. Con estos cierres ya completados se han visto afectados 1.300 empleados, a los que habrá que sumar otros 150 que tendrán que abandonar TSB entre los próximos meses de abril a junio.

TSB justifica esta política al asegurar que la mayoría de las transacciones diarias se realizan ya de forma digital. Según sus datos, más de 2,2 millones de sus clientes ahora optan por realizar operaciones bancarias online y más de 1,6 millones utilizan la aplicación de banca móvil. Para evitar quejas, asegura que continúa comprometido con los servicios presenciales. El 90% de sus usuarios tiene una oficina a 20 minutos en coche.

Uno de los hitos que se estableció en su plan sellado en 2019 fue aumentar los beneficios hasta llegar a una horquilla de entre 130 y 140 millones de libras en 2022, con un ROE del 7%. Tras el fiasco de la migración tecnológica, la filial británica de Banco Sabadell llegó a perder 240 millones de euros. Y aunque parecía un trayecto complicado, con numerosos rumores de venta inminente, ya son tres trimestres consecutivos en los que TSB logra terminar en 'verde'. La entidad, que tantos problemas dio en el pasado al banco catalán, consolida su contribución positiva a los resultados del grupo, que ya aporta el 22,1% del total.

Precisamente el pasado mes de octubre, el consejo de administración del Sabadell confirmaba que había recibido una oferta de compra por su filial por parte de Co-operative Bank, aunque rechazó la propuesta. Pocos días después, el consejero delegado del grupo, César González-Bueno, quiso dejar clara la posición inamovible de su cúpula, por lo menos por el momento. El mandato de los gestores es el de no vender, ni siquiera analizar las ofertas no solicitadas que se reciban.

Pero una vez se complete el plan estratégico y se confirme la buena deriva del negocio, no es descartable que el espaldarazo actual acabe por disiparse. De hecho, la filial británica se está convirtiendo en el principal atractivo del Sabadell, cuya venta le permitiría acumular capital para afrontar su camino en solitario. Aunque se han escuchado muchas opciones matrimoniales e incluso llegó a negociar con BBVA, la entidad que capitanea Josep Oliu ha decidido que no quiere ir de la mano de ningún compañero y eso que este tipo de operaciones permiten captar sinergias de forma más ágil, obviando la propia complejidad de una operación de este tipo.

Banco Sabadell llegó a un acuerdo con Lloyds en 2015 para la compra de TSB por un importe de 1.700 millones de libras esterlinas (unos 2.000 millones de euros al cambio actual), aunque no fue hasta abril de 2018 cuando la entidad española acometió la migración tecnológica que tanto dolor de cabeza causó. La única oferta recibida que se ha hecho pública por el momento ascendía a apenas 1.000 millones de libras (1.180 millones de euros). En caso de querer deshacerse de este negocio, el grupo deberá esperar a recibir mejores ofertas para no malvender.

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