Un nuevo 'megabanco'

La fusión BBVA-Sabadell competiría con CaixaBank en el negocio de autónomos

La entidad catalana decidirá previsiblemente este lunes si acepta la oferta, que les colocaría en el podio dentro de este segmento, salvando posibles duplicidades que pudieran existir, con una penetración conjunta del 36%. 

Sede corporativa de Banco Sabadell en Sant Cugat del Vallès (Barcelona)
La fusión BBVA-Sabadell competiría con CaixaBank en el negocio de autónomos. 
Banco Sabadell/ Europa Press

El tablero bancario español ha comenzado a agitarse con las pretensiones de BBVA para fusionarse con Banco Sabadell. Más allá de las condiciones de la operación, sobre las que el consejo de administración decidirá previsiblemente este lunes si acepta la operación, la propuesta valora la entidad catalana en más de 12.000 millones y le daría un 16% de control sobre la nueva combinación. A esto se sumaría la 'dote' que cada uno puede aportar al matrimonio. Con datos al cierre del primer trimestre, juntos suman más de un billón de euros en volumen de activos, más de 600.000 millones en depósitos y otros 556.000 en créditos a la clientela. A priori, la primera lectura de los expertos es que se trata de una unión complementaria en que pueden compartir muchas sinergias.

"La justificación estratégica parece válida", señalan desde Jefferies. Los números arrojan que este 'megabanco' alcanzaría una cuota del 19% en préstamos, a medio camino entre CaixaBank (23,4%) y Banco Santander (17,5%), los líderes a nivel nacional en estos momentos. Sin embargo, atendiendo por áreas, el grupo con sede en La Vela está más enfocado en particulares y grandes empresas, a diferencia de la firma catalana, que destaca en su apuesta por las compañías de menor tamaño. "Sabadell tiene una exposición relativamente mayor a las pymes, mientras que BBVA ofrece una plataforma más dimensionada para el segmento minorista", enfatizan desde la citada casa de análisis.

Al margen de la guerra por las cuentas remuneradas, los últimos esfuerzos realizados por el banco liderado por César González-Bueno dentro de su estrategia para captar clientes han estado centrados en los autónomos. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo anunciaron el lanzamiento de una cuenta digital para trabajadores por cuenta propia con un interés del 2% TAE y una bonificación de 120 euros por domiciliar el pago a la Seguridad Social. La ofensiva persigue crecer en un nicho en el que a cierre de 2023 contaban con una penetración del 12,2%, según datos de la consultora Inmark. Teniendo en cuenta que BBVA le aventaja con doce puntos porcentuales, ocupando la segunda posición, su potencial integración le llevaría a disputarse el podio con CaixaBank, que al término del pasado diciembre canalizaba casi el 36%.

Estos datos no tienen en cuenta la duplicidad de clientes que pueda existir, ya que la multiplicidad de las relaciones financieras complica la tarea de calcular una proporción exacta. De hecho, solamente la suma de los diez principales 'players' ya supera el 100% del total. Sobre esta base, en el ámbito de las microempresas la radiografía es parecida. El banco encabezado por José Ignacio Goirigolzarri lidera con casi un 40% a bastante distancia de Santander (29,3%). El tercer y cuarto lugar lo ocupan los citados BBVA (27,7%) y Sabadell (23,9%), respectivamente, por lo que juntos podrían saltar al primer puesto.

En este sentido, a nivel agregado, que incluye el conjunto de los microempresarios que facturan hasta dos millones de euros anuales, y sin tener en cuenta las posibles duplicidades de usuarios que pudiera haber, el volumen les empujaría directamente al hacerse con el 'oro', con más del 40% del negocio en España, desplazando a un segundo plano a sus principales competidores. Estos datos se extraen del informe 'Comportamiento Financiero de los Negocios 2023', que la consultora elabora cada dos años a raíz de entrevistas a más de 5.000 personas que forman parte de este colectivo. 

Pero este nicho no es el único que le interesa explotar a la entidad de origen sabadellense. Hace unos meses llevó a cabo una reordenación de su banca de empresas, agrupando, por un lado, aquellas con un volumen de negocio de entre 900.000 y dos millones de euros, y por otro los que abarcan de dos millones hasta los diez. Este subgrupo se ha desplazado de la red comercial a la especializada en el nicho de empresas, que hasta entonces no prestaba servicio a las compañías por debajo de dicho rango. Estos cambios fueron impulsados en un momento de freno de la demanda crediticia a cuenta del repunte de los tipos de interés con el objetivo de arañar parte del pastel. Ahora, de aceptar la propuesta de absorción que tienen sobre la mesa les tendería un trampolín significativo, aunque sea de forma inorgánica.

Mostrar comentarios