El futuro de Pepe Sevilla, la gran incógnita

La nueva Caixa deja el organigrama para el final con el CEO de Bankia en el aire

La dos entidades comenzarán a negociar la estructura directiva del banco resultante cuando se haya alcanzado un acuerdo en todas los aspectos de carácter operativo de la fusión. 

Fotografía de José Sevilla y José Ignacio Goirigolzarri
Pepe Sevilla, actual número dos de Goirigolzarri en Bankia, representa la gran incógnita del futuro organigrama de dirección de CaixaBank.
EFE

CaixaBank y Bankia han dado un nuevo paso de gigante en la fusión. Esta misma semana, los accionistas de ambas entidades han refrendado el acuerdo alcanzado el pasado mes de septiembre por los consejos de administración de los bancos y han dado paso a la última parte de la operación, la solicitud de la aprobación por parte de los reguladores y supervisores. Pero más allá de este punto, también quedan otras dos cuestiones clave por solucionar: el ajuste de plantilla necesario para lograr las sinergias anunciadas y el organigrama de la dirección del banco.

Este último punto es determinante, pues aún queda por conocer cuál será el puesto de Pepe Sevilla, el hasta ahora consejero delegado de la entidad que, en palabras del propio presidente del banco heredero de Caja Madrid, José Ignacio Goirigolzarri, "se ha partido el pecho para que esta operación salga adelante y ha trabajado con gran intensidad durante todas estas semanas". Pese a que esta función sigue sin definir a día de hoy, todo parece apuntar a que su papel será "muy importante" en el nuevo banco, confirman fuentes conocedoras.

El organigrama de la dirección de la futura CaixaBank más allá del consejo de administración es todavía un enigma y así lo seguirá siendo, al menos, hasta dentro de unas semanas. Ambas entidades han decidido dejar para el final del proceso el diseño final de los puestos directivos que incluirán a profesionales de Bankia en la estructura de la entidad catalana. El tono "amistoso" de la fusión hace que en ambas partes de la ecuación exista una sensación de colaboración que deje entrever la posibilidad de que la mayoría de las piezas clave en la entidad tengan un hueco. 

Como ya señaló La Información, ambas entidades llevan varias semanas afinando los aspectos básicos de su integración operativa a través de quince grupos de trabajo mixtos que evalúan la forma de actuar y organizarse de cada área de gestión del futuro banco combinado. El objetivo es alcanzar un acuerdo en todas los aspectos de carácter operativo de la fusión y, una vez que esto esté solucionado, comenzar con la estructura directiva. De esta forma, se evita que pudieran surgir posibles fricciones que complicasen decisiones clave para el futuro banco. 

Goirigolzarri defiende que Sevilla "se ha partido el pecho para que la fusión con CaixaBank salga adelante"

Pese a ello, fuentes del sector financiero apuntan a que se trata de dos equipos muy complementarios en cuya integración no se van a ver problemas como sí ocurrió en otras fusiones bancarias que se dieron lugar en, sobre todo, la primera ola de concentración en España. En este sentido cabe recordar la traumática unión de Santander con Central Hispano hace veinte años cuando muchos de los directivos de la entidad que entonces presidía José María Amusátegui salieron de la entidad fusionada. 

Cuando se anunció la configuración del consejo de administración -con un total de quince miembros procedentes de ambas entidades- sorprendió que no hubiera una silla para Pepe Sevilla. Entonces fue el propio Goirigolzarri el que salió a defender la posición de su segundo de abordo que, sin dar muchas pistas, colocó en un puesto de "grandes responsabilidades en el Comité de Dirección". "Si alguien se ha partido el pecho para que esta operación salga adelante y ha trabajado con gran intensidad durante todas estas semanas, ha sido Pepe y su contribución es decisiva", decía hace apenas unos meses. 

Será, previsiblemente, en 2021 cuando se dé a conocer el organigrama definitivo de la dirección del que será el banco más grande en España. Tampoco está claro el puesto que ocuparán otras personas claves de Bankia, como el director financiero, Leopoldo Alvear. "Conocéis su valía profesional y han hecho un trabajazo increíble a lo largo de todos estos años de Bankia", decía Goirigolzarri los ejecutivos, lo que les podría llevar a puestos clave en la estructura que se definirá en las próximas semanas. 

Aún no se han cuantificado los recortes de plantilla

El otro punto clave que queda por solucionar es el recorte de plantilla y los cierres de oficinas que necesitan llevarse a cabo para conseguir las sinergias de costes de 770 millones anuales que se han anunciado con el proyecto de fusión. Este mismo jueves, en la junta de accionistas de CaixaBank que se celebró en Valencia, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, señaló que no será hasta el primer trimestre de 2021, momento en que termine la integración legal, cuando se cuantifiquen definitivamente las salidas necesarias. 

"Los representantes de los trabajadores serán los primeros en saberlo", decía en la junta de accionistas de Bankia celebrada el pasado martes el presidente de la futura CaixaBank. Los sindicatos de ambas entidades han pedido, casi de forma conjunta, que las salidas sean negociadas y lo menos traumáticas posible. "En la medida de lo posible, el máximo número de salidas serán voluntarias y utilizaremos criterios meritocráticos y no a otras razones", les respondía Goirigolzarri el martes. "Es inevitable un esfuerzo enorme de reducción de costes. En nuestra casa siempre hemos hecho el esfuerzo de negociarlo con la representación sindical", respondía Gortázar este jueves. 

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