Primeros expedientes

Los gimnasios BeOne acuden al fondo de Industria como alternativa a la SEPI

La tercera cadena de gimnasios concesionales de España por número de abonados solicita el rescate de Cofides. Ya ha pasado el corte de la agencia de rating Inbonis.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, con el presidente de Cofides, José Luis Curbelo.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, con el presidente de Cofides, José Luis Curbelo.
Bruno Pérez | Cofides

El golpe del coronavirus se ha extendido tanto a las grandes empresas como a las pequeñas y las medianas. La parada en seco de la actividad económica mermó los niveles de ingresos de todas las compañías y la falta de certidumbre sobre su futuro hizo saltar todas las alarmas en la administración. Es lo que motivó al Gobierno a activar varios fondos de rescate como solución última para evitar la liquidación de estas firmas. El instrumento más conocido hasta ahora ha sido el del Ministerio de Hacienda, articulado a través de la SEPI y dirigido para empresas estratégicas. Pero desde Industria han hecho lo propio para aquellas firmas cuya envergadura no sea tan elevada, pero sí su urgencia para reclamar la ayuda. Así lo han hecho ya distintas empresas cuyas solicitudes se estudian desde esta semana.

Una de ellas es la de la gran cadena de gimnasios Be One, como aseguran distintas fuentes consultadas por La Información. Cofides, el organismo del ministerio que pilota los rescates, debe elegir seguidamente un asesor financiero para que supervise los pormenores de la operación de la compañía participada por el fondo de inversión Formentor Capital. Es un modus operandi prácticamente calcado al de la SEPI, que ahora mismo tiene muchas más solicitudes en plena revisión y cuyo plazo para agotar las ayudas vence el próximo 31 de diciembre. La principal diferencia es que el organismo de Industria cuenta también con la colaboración de la agencia de rating Inbonis, que se ocupa de asignar una nota a cada operación en función del grado de complejidad y peligro que entrañe.

Como todas las compañías deportivas, la cadena de gimnasios Be One sufrió los efectos de la pandemia. Primero con el confinamiento decretado tras el primer estado de alarma y la devolución de las cuotas a sus clientes; más tarde con las restricciones de horario y las limitaciones de aforo en los diferentes centros deportivos. Para amortiguar el golpe del coronavirus, puso en marcha un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en las 37 instalaciones que gestiona en toda España. Con más de 160.000 abonados, la compañía es una de las mayores cadenas del país, concretamente la tercera, de acuerdo a la prensa especializada. Cuenta con 1.250 trabajadores en plantilla y una media de 182.877 usuarios en cada centro deportivo.

Como sucedió con la cadena de gimnasios Holmes Place, el tamaño de BeOne le obliga a pedir su rescate ante Cofides y no a través de la SEPI. El fondo de la entidad que dirige Belén Gualda está destinado a empresas cuyas necesidades de capital pasen, como mínimo, por un rescate de 25 millones de euros. En Cofides, por contra, la solicitud mínima arranca desde los tres millones de euros. Por lo que respecta a requisitos, se exige una facturación de entre 15 y hasta 400 millones de euros. La factura de la pandemia quedará acreditada si se demuestra una caída de las ventas que alcance, al menos, un 20% en 2020.

El de Be One es uno de los cuatro expedientes que Cofides ya tiene avanzados sobre la mesa. El organismo presidido por José Luis Curbelo ofrece aproximadamente 100.000 euros por asesorar en cada rescate. Esta oferta debe plantearse al mismo tiempo a una firma de abogados -en el pool de Cofides están Broseta, Cuatrecasas, Ontier España y Montero Aramburu para estas tareas-para que analice el rescate desde el punto de vista legal. Desde esta semana es el turno de que los expertos elegidos se postulen a este trabajo. Entre las seleccionadas están las denominadas Big Four (Deloitte, PwC, KPMG y EY) y otras especializadas como Grant Thornton, Crowe y AFI

Fondo de 1.000 millones

Como explicó La Información, Cofides estaba preparando la artillería en septiembre para desatascar 600 ayudas iniciales y dar salida a los 1.000 millones de euros con los que cuenta para articular ayudas a pequeñas y medianas empresas a partir de este mes de octubre. La entidad dependiente de Industria respondió durante el verano a más de 200 muestras de interés, que empezaron a evaluarse incluso antes de que Bruselas diera su bendición a este instrumento para ayudas. Fuentes de Cofides detallan a este periódico que durante ese tiempo estuvieron operando bajo la cláusula stand still, lo que significa que analizaban potenciales operaciones, pero sin el compromiso de tener que firmar nada.

No obstante, el calendario actual sigue lejos de los objetivos marcados. El presidente de la entidad aseguró públicamente a finales de junio que quería tener cerrado el pasado mes de septiembre algún rescate. La realidad ha sido bien distinta. Queda por ver cómo se gestionan las ayudas en revisión y las que están por llegar, dado que cada solicitud puede tardar entre 2 y 3 meses en resolverse, según el propio Curbelo.

Mostrar comentarios