El pontevedrés Manuel Rodríguez, único propietario del astillero español Rodman Polyships, se ha vuelto a llevar otra vez la contrata para surtir de patrullas el Servicio de Vigilancia Aduanera, un organismo que depende del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales y pertenece al Ministerio de Hacienda. Pero esta vez los números se disparan: 8,3 millones por una megapatrullera. Y es que el nuevo barco que ha encargado Aduanas al astillero de la localidad de Moaña difiere bastante de los otros 40 barcos que tiene el organismo público encargado de vigilar nuestros 5.978 kilómetros de costa.
Hasta la fecha Aduanas se ha decantado por el modelo Rodman 101, patrulleras de altura, con esloras de 30 metros. Según los pliegos de la licitación, la nueva embarcación tendrá 42 metros y estará destinada al "patrullaje en el mar territorial, zona contigua y aguas internacionales para luchar contra el contrabando, interceptación, visita, registro y vigilancia del cumplimiento de las leyes nacionales e internacionales".
Las patrulleras más grandes que hasta ahora tenía Aduanas podían albergar una tripulación de 10-16 personas, estar varias jornadas sin tocar tierra y alcanzar entre 27 y 35 nudos. Con esta megapatrullera las cifras cambian. La tripulación estaría formada por 14 personas, más 4 visitas y seis detenidos. Se detalla también que dispondrá de dos motores diésel de cuatro tiempos asociados a hélices de paso fijo, lo que le permite operar en una mar con situaciones de pretemporal y alcanzar los 50 nudos. Hay un plazo para construirla de 15 meses.
Los decanos del mar
Los orígenes del Grupo Rodman se remontan al año 1974, cuando Manuel Rodríguez, actual presidente del Grupo, fundó Rodman Construcciones Navales e Industriales. Durante todos estos años se han construido y entregado en los astilleros del grupo más de 13.000 embarcaciones y son el astillero decano de España. Abada SA es la sociedad patrimonial con la que la familia Rodríguez maneja el grupo constituido por Rodman Polyships, Metalships&Docks, Rodman Lusitania y Neuvisa.
La compañía gallega se dedica a fabricar buques de acero, náutica profesional y náutica de recreo. Así, en sus diferentes astilleros se producen desde patrulleras de hasta 30 metros a buques de acero de hasta 170 metros de eslora, pasando por buques de pesca de más de 36 metros de eslora, barcos de regata como el Rioja de España (Copa América) o embarcaciones de recreo. También tienen su sello los ferrys que unen Ibiza y Formentera.
Con cinco factorías repartidas entre Galicia y Portugal, el grupo tiene la mayor superficie industrial del sector, sumando un total de 240.000 metros cuadrados. De estos, 66.000 metros son superficie cubierta y le permiten afrontar un ambicioso plan de expansión internacional cuyo objetivo es alcanzar un ratio de exportación del 85% a medio plazo.
El total de superficie está dividido entre Metalships & Docks en Vigo, Rodman Polyships en Moaña, Rodman Lusitania en Valença do Minho, Conafi en Vila Real de San Antonio y Neuvisa en El Rosal. De entre éstos enclaves cabe destacar el recién inaugurado astillero Rodman Lusitania.
Pero la actividad de Rodman no se cierra en Europa. Por poner dos ejemplos: el grupo vigués fijó su variante militar en 2001 cuando a través de un proveedor alemán surgió el interés del Sultanato de Omán por abastecer a su Policía con catorce embarcaciones rápidas de 18 metros de eslora.
Por otro lado, la firma gallega cerró en 2018 un acuerdo de distribución con la empresa La Ciotat Marine, quién a partir de este momento, representará la totalidad de las gamas de náutica de recreo Rodman en la ciudad de Taipei (Taiwan). Con la firma de este acuerdo, Rodman continúa el desarrollo de su red de ventas en mercados internacionales y se consolida en la zona del sudeste Asiático.
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