Los grupos italianos vinculados a la familia Berlusconi, el de medios Mediaset y el financiero Fininvest, junto al grupo francés de medios Vivendi, han alcanzado un acuerdo global para poner fin a sus disputas y renuncian a cuantos litigios y reclamaciones existen entre ellos.
En un comunicado dado a conocer esta noche, Vivendi señala que apoyará la expansión internacional de Mediaset y da luz verde a trasladar su sede a los Países Bajos. Mediaset celebrará una junta extraordinaria el 23 de junio para que los socios se pronuncien sobre esta cuestión. Ambos grupos acuerdan además paralizar durante cinco años sus disputas de televisión en abierto.
Por su parte, Fininvest propondrá en la junta general de Mediaset, prevista para junio, un dividendo a los accionistas de 0,30 euros por acción, que Vivendi y Fininvest respaldarán. El grupo francés de Medios Vivendi se comprometió a vender en bolsa y durante cinco años el 19,9 por ciento del capital de Mediaset a través de Simon Fiduciaria, mientras que Fininvest dispondrá de la opción de compra de los remanentes sin vender.
El comunicado conjunto señala que Fininvest adquirirá el 5% de Mediaset en manos de Vivendi a 2,7 euros por acción, y el grupo francés seguirá siendo accionista de Mediaset con una participación del 4,61 por ciento.
El arreglo global entre los tres gigantes añade que Dailymotion, filial de Vivendi, pagará 26,3 millones de euros para cancelar el litigio por los derechos de autor con las filiales de Mediaset RTI y Medusa. El cierre de este acuerdo de conciliación se fijó para el próximo 22 de julio, concluye el anuncio tripartito.
Una disputa que se mantenía desde 2016
El origen de la disputa entre los grupos se remonta a 2016, cuando Vivendi pactó adquirir el negocio de televisión de pago de Mediaset por 800 millones de euros. La operación suponía que los dos grupos también iban a tomar participaciones minoritarias en el capital del otro con el objetivo de crear así un operador multimedia paneuropeo.
Sin embargo, una disputa sobre el precio de valoración hizo que el acuerdo se viniera abajo y llevó a los franceses a hacerse con una participación mayor en Mediaset meses después. El conglomerado de Berlusconi lo interpretó como un movimiento hostil y dio inicio a una disputa legla que se había mantenido hasta la fecha.
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