En España

El 'método Volvo' para que la mitad de sus ventas sean coches electrificados

El conglomerado sueco ha sido pionero en superar la barrera del 50% en su cuota de vehículos eléctricos e híbridos enchufables a base de una estrategia basada en convencer al cliente para que deje atrás la combustión.

Volvo EX30
Volvo EX30
Volvo

"Identificar los inconvenientes y ofrecer soluciones al consumidor para animarle a dar el salto al coche eléctrico. Una vez lo prueban, no vuelven a los térmicos". Es el ingrediente 'secreto' de José María Galofré, CEO de Volvo España, para alcanzar un hito sin precedentes en la industria nacional: más de la mitad de las ventas de la compañía en España son vehículos electrificados (eléctricos puros e híbridos enchufables).

En la transición hacia una nueva movilidad, la automoción española afronta una ardua tarea para ayudar al consumidor a dejar atrás la combustión en aras de reducir emisiones. Esta coyuntura ha llevado a los grandes productores a concentrar sus esfuerzos en elevar el peso de las cuotas de mercado de los vehículos con nuevas tecnologías de propulsión. Para ello, las compañías empiezan a poner fecha de caducidad a la fabricación de vehículos propulsados por gasolina o diésel.

En el caso de Volvo, su hoja de ruta hacia la electrificación total pasa por dejar de fabricar todos los modelos diésel a nivel mundial a principios del año que viene, con el objetivo de vender únicamente vehículos eléctricos puros en 2030, y para 2040, ser una empresa neutra desde el punto de vista climático. Los datos del último ejercicio confirman este compromiso del conglomerado sueco en España, donde los coches electrificados ya suponen el 50% de sus ventas, repartidas entre un 32% de híbridos enchufables y un 18% de eléctricos.

¿Cuáles son las claves?

El sector de la automoción se reunió en Madrid hace una semana para debatir el futuro de la movilidad con motivo de la celebración de la segunda edición del congreso internacional Global Mobility Call. Un escenario, que el consejero delegado de Volvo España aprovechó para explicar las claves que han permitido a su compañía ser pionera en superar la barrera del 50% de ventas electrificadas.

"La clave está en demostrar al cliente que el salto al eléctrico es viable", sostiene Galofré. Un proceso que pasa por responder las clásicas cuestiones que surgen en esta transición como dónde cargar el coche, cómo hacer un viaje de largo recorrido o qué ocurre si después de comprar un vehículo se lanza otro con mayor autonomía al mercado.

Sobre la primera cuestión planteada, el CEO de Volvo aseguró que a pesar de que la red de infraestructuras está lejos de cumplir con los objetivos marcados, el despliegue actual es "más que suficiente" para abastecer al volumen de vehículos eléctricos actual en España. "A nivel urbano, puedes cargar tu coche en la oficina, en el cine, en el centro comercial… el coche se carga mientras vives y así se lo hacemos ver al cliente".

Para paliar el problema de la autonomía eléctrica, el fabricante ofrece medidas como un servicio de cesión de un modelo de combustión durante tres semanas al año cuando el cliente tenga la necesidad de realizar un viaje largo o un servicio de renting flexible que permite al cliente cancelar el contrato a los 12, 24 o 36 meses sin penalización, siempre y cuando el cliente renueve por otro Volvo eléctrico.

La estrategia del grupo sueco en España está complementada con otro de los grandes obstáculos que dificultan al cliente el salto a la electrificación: el precio. Si abrimos el catálogo de vehículos que ofrece Volvo en España, curiosamente el más barato de la lista es un eléctrico puro, el 'EX30', que está disponible en el mercado desde 36.770 euros.

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