No fue solo el dinero: a Santander le preocupó el perfil público de Orcel

  • Ana Botín no estaba segura de que la ambición del banquero italiano le permitiese actuar como número dos del banco.
Ana Botín, José Antonio Álvarez y Andrea Orcel
Ana Botín, José Antonio Álvarez y Andrea Orcel
SANTANDER

La ruptura entre Andrea Orcel y Banco Santander no se produjo únicamente por dinero. A las diferencias respecto a la compensación económica que percibiría por su incorporación al banco se unió la preocupación de la presidenta de Santander, Ana Botín, respecto a la capacidad del banquero italiano para ejercer como número dos de la entidad cántabra, según publica este lunes 'Financial Times'.

Las discrepancias habrían surgido por la posible participación de Orcel en el Foro de Favos. Durante los últimos años, Botín es la única ejecutiva que representa al banco en dicho foro y Orcel se habría ofrecido a asistir con un perfil bajo -sin ofrecer entrevistas y sin participar en ningún panel- a fin de ir contactando con clientes. Santander, en cambio, mostró sus reticencias dado que el banquero aún estaba ligado a UBS por la garden leave de seis meses que debía cumplir antes de abandonar la firma helvética.

Esta discrepancia, junto a unas farragosas negociaciones para rebajar la compensación de 55 millones que Santander debía afrontar para 'sacar' a Orcel de UBS, alimentó las dudas de la presidenta de Santander, que consideraba que, dada su ambición, el ejecutivo tendría dificultades para asumir un rol secundario, siempre según la cabecera británica, que cita a una fuente con conocimiento de las negociaciones.

Orcel ya habría renunciado de mala gana a un paquete de retribución diferida por importe de unos 10 millones de euros, dejando la compensación en unos 40 millones de euros que recibiría en acciones de Santander. No conforme, pedía 4 millones de euros adicionales por dividendos e intereses por las acciones y bonos que le correspondían. La oferta que le había hecho el banco cántabro no recogía este punto y Orcel consideraba que debía hacerlo. Banco Santander ha rechazado realizar comentarios al respecto y se remite a que el coste que tenía que asumir para fichar a Orcel era inaceptable para un banco comercial.

Las negociaciones finalmente se habrían roto el pasado 8 de enero, día en el que en una reunión que mantuvieron Botín y Orcel en Madrid el banco retiró su oferta. Informó al mercado al respecto una semana más tarde. "Hemos estado cerca. Creo que habrías sido excelente para Santander, pero dado el importe total de la compensación no nos cómodos de mostrar esto a la sociedad", trasladó la presidenta del banco a su interlocutor, que, según adelantó el mismo diario, se está planteando emprender acciones legales contra Santander.

El banco, en cualquier caso, ha tendido la mano al banquero y está tratando de que no se tenga que llegar a este punto, como dejó entrever Botín durante la presentación de los resultados anuales de Santander, cuando aseguró que ambas partes aún mantienen contactos frecuentes y dijo que no hablaría de hipótesis.

A mediados de septiembre, Santander envió a Orcel una carta ofreciéndole el puesto de consejero delegado, según dos personas que han visto el documento. En esta misiva, el banco español informaba al banquero italiano de que reemplazaría sus acciones en UBS mediante otras de Santander hasta un máximo de aproximadamente 40 millones de euros.

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