Tras el suceso de Alaska Airlines 

Nuevo incidente con un Boeing en vuelo: debe regresar por una ventanilla agrietada

El vuelo 1182 tenía destino al aeropuerto de Toyana, pero se vio obligado a volver a las instalaciones de Sapporo-New Chitose. El incidente no ha dejado heridos, según ha señalado la aerolínea japonesa.

Imagen del incidente del Boeing 737 de Alaska Airlines
Imagen del incidente del Boeing 737 de Alaska Airlines
Agencia EFE

Más problemas para Boeing. Después del incidente de Alaska Airlines, un avión Boeing 737 de la aerolínea japonesa ANA se ha visto obligado a regresar al aeropuerto desde el cual despegó en Japón tras detectarse una grieta en una de las ventanillas de la cabina del avión. 

Así lo ha informado la agencia Reuters, que señala que en la aeronave viajaban un total de 59 pasajeros y seis tripulantes. El vuelo 1182 tenía destino al aeropuerto de Toyana, pero se vio obligado a volver a las instalaciones de Sapporo-New Chitose. El incidente no ha dejado heridos, según ha señalado la aerolínea japonesa. 

Investigación abierta a Boeing 

La Administración Federal de Aviación (FAA, siglas en inglés) estadounidense apuntó este viernes que aplicará "importantes acciones" para aumentar de inmediato la supervisión de la producción y fabricación de Boeing, un día después de anunciar la apertura de una investigación a la compañía.

Las medidas anunciadas incluyen una auditoría de FAA de la línea de producción del aparato Boeing 737-9 MAX y sus proveedores para evaluar el cumplimiento por el fabricante de los requisitos de calidad. "Los resultados del análisis de auditoría de la FAA determinarán si son necesarias auditorías adicionales", apuntó el organismo, unos días después del incidente ocurrido el pasado sábado con un 737-9 MAX de Alaska Airlines, del que se desprendió parte del fuselaje en pleno vuelo.

La paralización del 737-9 y los múltiples problemas relacionados con la producción identificados en los últimos años, agregó, "requieren que analicemos todas las opciones para reducir el riesgo". El jueves, la FAA notificó formalmente a Boeing que está llevando a cabo una investigación para determinar si la empresa no garantizó que los productos terminados cumplieran con el diseño aprobado y estuvieran en condiciones de operar de manera segura en conformidad con las regulaciones de Administración Federal de Aviación.

Una semana convulsa para Boeing 

El miércoles, el Gobierno de Estados Unidos ordenaba la inmovilización de todos los aparatos Boeing 737-9 MAX "hasta que sean seguros". Varias compañías, como la propia Alaska o United Airlines, ya habían suspendido vuelos con ese modelo. El 29 de diciembre del año pasado, antes del incidente de Alaska Airlines, la FAA y Boeing instaron a las aerolíneas a inspeccionar sus 737-9 MAX en busca de alguna pieza suelta.

Tanto Alaska como United han reconocido que, en las primeras inspecciones realizadas a sus aparatos, han encontrado tornillos y otros componentes sueltos. El aparato de Alaska Airlines que sufrió el incidente perdió, a casi 5.000 metros de altura, el panel con el que se había sellado un hueco diseñado para alojar una puerta adicional de emergencia, una medida habitual en aviones que realizan trayectos con poca densidad de pasaje.

El avión se vio obligado a volver a la ciudad de Portland (Oregón, EEUU), de donde había despegado, pocos minutos después de alzar el vuelo y sin que se produjeran heridos graves. Tras lo sucedido, la FAA inmovilizó 171 aeronaves 737-9 MAX, lo que ya ha supuesto cancelaciones de numerosos vuelos.

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