Mesa de negociación este viernes

El 'pinchazo' de Nissan y Seat pone en riesgo el 10% de la economía catalana

El parón de la compañía subsidiaria de Volkswagen multiplica los 'frenazos' productivos y la incertidumbre de las plantas de Nissan dejan en el aire la rentabilidad de sus instalaciones.

Martorell
El 'pinchazo' de Nissan y Seat pone en riesgo el 10% de la economía catalana.
SEAT

Las dos fábricas automovilísticas más grandes de Cataluña atraviesan sus días más negros. Por un lado, la planta de Seat en Martorell cronifica sus parones y, por otro, la viabilidad de las plantas de Nissan está en el aire tras el 'no' de GMW a hacerse cargo de su continuidad. Dos hachazos a los principales motores de la producción de vehículos en la comunidad que pueden salir muy caros, sobre todo teniendo en cuenta que el sector aporta un 10% al PIB catalán y da empleo directo a más de 50.000 personas, según datos del Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC).

La planta de Seat en Martorell, que emplea a 11.000 personas y se extiende en una superficie que equivale a 400 campos de fútbol, intenta mantenerse a flote a través de la flexibilización de los ERTE y el ajuste de ventas según la disponibilidad de chips. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, la falta de semiconductores les ha obligado a precipitar su cierre cinco días antes de Nochebuena. Cinco días de pérdidas que se suman al recorte de ventas que recoge la compañía en noviembre, un 23,5% menos ese mes respecto a 2020. Para solventarlo, Seat persiste en rascar margen de ganancia en el último trimestre del año a través de los modelos que más rentabilidad están dando: el Ibiza y el Cupra. La fuerte venta de éste último en 2021 les ha permitido reducir casi la mitad de pérdidas hasta septiembre, pero no les aleja la alargada sombra de la crisis de suministros provenientes de Asia, que tienen en vilo a todo el sector en Europa. 

El varapalo para la compañía filial de Volkswagen se hace eco de los 'números rojos' del grupo alemán. La marca se encuentra entre las que más pérdidas atesora al mes, junto con Skoda, y la reducción de sus ventas en noviembre llega hasta el 31,5%. En lo que va de año, sus ventas descienden un 2% en total. Así, ante la espera de un ritmo de producción estable derivada de una futura normalización del comercio global-una realidad aún lejana según analistas consultados- fuentes de Seat afirman que trabajan con resignación y que el problema es común a todos: "Volkswagen Navarra no ha trabajado la primera quincena de diciembre y hay fábricas alemanas que también llevan cerradas dos semanas. Estamos todos igual". El CIAC resalta que se están realizando estudios de viabilidad para recibir suministros de proveedores locales. En Alemania, explican, acaban de abrir una fábrica en Dresde de microchips. Una solución que aún no se ha materializado. 

Por otro lado, la marcha de Nissan de Barcelona concluye en el peor escenario posible. La marca japonesa abandonará Sant Andreu de la Barca, la Zona Franca y Montcada y Reixac el 31 de diciembre sin aún relevo, ya que la negociación de la reindustrialización con la china GWM para que considere gestionar la continuidad de las fábricas no ha dado fruto. La nipona fue endureciendo las condiciones al evaluar el proyecto en terreno catalán y advertir los costes que supondría fabricar 300.000 unidades al año, el doble de lo previsto. La planta no ha estado a la altura de las "necesidades estratégicas", según argumenta la automovilística china, quién también pedía una mayor inversión pública.  

Las plantas de Nissan, que han rendido lo mínimo este año llegando a fabricar 25.000 vehículos respecto al 'tope' de los 230.000 de capacidad, están al borde del abismo desde al año pasado con la pandemia. En mayo de 2020, al anunciar el cierre, los trabajadores se movilizaron quemando contenedores y convocando 90 días de huelga para reclamar un plan industrial que protegiese sus trabajos. 20 mil empleados de Nissan pendían de un hilo en todo el mundo. Entre acuerdos de bajas voluntarias y prejubilaciones alcanzados en verano de 2020, ahora están en peligro los 1.500 empleados que quedan por recolocar. Las peores previsiones se han cumplido para la plantilla. Y, en protesta, paran esta mañana una hora para exigir una estrategia clara. 

El Govern y el ministerio de Industria están haciendo lo posible para rentabilizar las instalaciones 'abandonadas' y que no caigan en saco roto. Industria ha marcado fecha: este viernes se organiza la Mesa de Reindustrialización de Nissan para cerrar un acuerdo con inversiones firmes antes de final de año. Una iniciativa que el Govern subscribe por completo al hablar de alternativas nada más saberse el rechazo de GWM. Por ahora, la opción favorita es convertir las instalaciones en un 'hub' de electromivilidad, que no llegaría a llenar todo el espacio. El resto de metros podría otorgarse a operadores logísticos en expansión que ya han aplicado para aterrizar en la zona. 

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