Quién es la misteriosa señora Mulaya, la exitosa creadora y dueña del 'Zara chino'

  • Apuesta por las mujeres para dar empleo en su firma. Tiene 110 empleadas y 3 hombres en nómina.
    Su 'búnker' se sitúa en la calle Corullón, Fuenlabrada
Una de las tiendas de la cadena 'Mulaya'.
Una de las tiendas de la cadena 'Mulaya'.

La fachada de la gigantesca nave textil no llama en absoluto la atención. Situada en plena calle de Corullón, hacia el final del polígono comercial más grande de Europa, el de Cobo Calleja (Fuenlabrada, Madrid), el inmueble no muestra carteles ni nombres de empresas por ningún lado. Pero en un extremo de este espacio, ocupado en un 98% por propietarios de naves y tiendas asiáticas, precisamente, se encuentra el 'búnker' principal de una mujer misteriosa, joven, exitosa y emprendedora de la que poco se conoce, aunque su empresa viene dando mucho que hablar en los últimos años.

También es hermética, minuciosa, detallista, "muy celosa de su intimidad", de pocas palabras y 'fóbica' a los eventos sociales y a la prensa. Esas son algunas de las definiciones que surgen al consultar a asesores, 'vecinos' mayoristas del mencionado polígono acaparado por asiáticos, de empleados y hasta de ex trabajadores sobre la personalidad de la artífice de la cadena de moda 'Mulaya', que fue creada en España hace ya más de trece años y ha provocado un auténtico fenómeno empresarial en nuestro país.

Cuando esta firma abrió su primer local en el número 43 de la calle de San Bernardo, en el centro de Madrid, exactamente en 2004, pocos españoles sabían qué era 'Mulaya'. Con el tiempo, debido a su inusitado éxito y a la apertura ya de una treintena de establecimientos en distintos puntos de España, son miles más los habitantes que conocen cuál es el segmento y target de esta firma de moda textil, que hace tiempo comenzó a ser denominada coloquialmente como el 'Zara chino'.

Pero no muchos conocen quién está realmente detrás de este singular imperio textil. ¿Cómo es la personalidad y forma de ser de esta enigmática señora, que jamás ha asistido a eventos sociales y actos públicos con presencia de la prensa en el país?

Para empezar, si uno consulta los documentos del Registro Mercantil en los que Mulaya presenta sus datos económicos anuales, nos encontramos con un nombre: Peiyao (Lisa) Bao. Así se llama la que, para algunos ex empleados y actuales trabajadores de la firma, es conocida coloquialmente como la 'señora Mulaya'.

"El búnker central de su empresa lo tiene en Cobo Calleja. Aquí, al lado de mis naves, están situados los almacenes y las oficinas principales de Mulaya. Eso sí, por fuera nadie sospecharía de lo que hay dentro. Intencionadamente todo es muy discreto. Jamás verás una referencia sobre la empresa o el segmento al que se dedica", confiesa E., una de las pocas mayoristas españolas que aún sigue trabajando en Cobo Calleja y posee dos naves, vecinas a la sede de Peiyao Bao.

Al describirla, la mujer también asegura que Peiyao es muy "minuciosa y detallista. Ama la moda de Italia, de donde también importa ropa". Es tal su obsesión por tener todo bajo control que en el interior de sus instalaciones en Cobo Calleja la empresaria ordenó montar una pequeña tienda Mulaya, o réplica exacta de los comercios que posee en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. Claro que no está abierta el público y nadie que no sea empleado de la firma puede pisarla. "Allí, ella (por Bao) ha decidido instalar un prototipo exacto de tienda Mulaya, en el que prueban cómo exhibir la mercadería", sostiene E.

La empresaria más poderosa y... "casi invisible"

"Más que discreta, es casi 'invisible'. Nunca se muestra en público ni sale a la calle. Se trata de una de la empresarias chinas más importantes que hay en el país. En cuanto al volumen de su negocio y las cifras de importaciones, seguramente ella y su Mulaya son los 'jugadores' más fuertes en este polígono y en el mercado. El que suele verse con mayor frecuencia es su marido, que también es asiático, obviamente. Incluso no es extraño que desayune en la cafetería que está situada a metros de la avenida Manuel Cobo Calleja", ratifica la fuente. La mujer, además de ser vecina de Peiyao Bao, trabajó durante años con sus propias tiendas de ropa al por mayor en el barrio de Lavapiés, Madrid, y posee "contactos comerciales" en común con la mujer.

¿Y cómo es Peiyao con sus empleados? ¿Cuál es su estilo de conducción de la firma? Una de sus antiguas empleadas, precisamente, que ha trabajado durante meses en la sede de Muyala situada en el centro comercial Xanadú (en el municipio madrileño de Arroyomolinos), la define como "alguien cordial, aunque distante. Eso sí, es una de las empresarias que en este país más apuesta por la contratación de mujeres... y españolas", comenta.

Esta afirmación se condice absolutamente con los registros de la empresa. Los documentos oficiales señalan que la 'señora Mulaya' hoy tiene 38 años de edad. Según reflejan sus cuentas, es titular de tres empresas en el país, que facturan casi cinco millones de euros al año: Mulaya SL, Mulaya CCL y Mulaya online. Al observar lo que sostienen las declaraciones oficiales en el mencionado Registro Mercantil, contaba (al cierre del último ejercicio) con apenas tres hombres trabajando y 110 mujeres contratadas. En el último ejercicio se observa que la firma prescindió de los servicios de medio centenar de empleados. Hay que decir también que no paga mucho de sueldo a sus dependientas de tiendas: la media es de entre 15.000 y 18.000 euros brutos anuales de salario.  

"Ella es muy celosa de su intimidad. No le gusta que se mencione su nombre ni tampoco salir en la prensa. Prefiere mantenerse en el anonimato porque así es su personalidad. Como ella es discreta, ruega discreción y no podemos ampliarle más características sobre su persona. Lo sentimos y espero que comprenda cómo es su personalidad. Por eso no le atenderá telefónicamente. Además, ahora mismo no se encuentra en la oficina", afirma Patricia, una de sus colaboradoras de confianza en la empresa, tras atender a la requisitoria de este medio.

La mayor parte de la plantilla, española

Si bien la mayor parte de la plantilla (un 80%) son mujeres, la próspera empresaria Peiyao Bao adopta el grueso de sus decisiones sobre la empresa junto a un reducido núcleo familiar que la acompaña en el país. Tiene además hermanos y sobrinos viviendo aquí. Son sus familiares, precisamente, quienes la secundan en la dirección de las tiendas. En eso, la empresaria asiática es bien hermética: desconfía de personas ajenas a su familia para llevar las riendas de los negocios. Los parientes de la empresaria son sus socios franquiciados: todos pertenecen al clan Bao.

Al margen de ser muy cerrada en este aspecto, la mujer china posee la firme convicción de que Mulaya fue creada "en España y para España", como una de las fuentes consultadas recuerda que llegó a afirmar. Esa teoría, que ha repetido en más de una ocasión ante su círculo íntimo, la ha llevado a alejarse del prototipo y la filosofía de establecimiento tradicional asiático de bazares y todos a cien chinos. Sus lineamientos también explican, en parte, por qué prefiere contratar personal español.

En la Asociación de Empresarios y Comerciantes Chinos en España admiten que Peiyao Bao no tiene trato con ellos. "Solamente mantiene vínculos lejanos con algunos socios del sector textil, pero ella y su familia son muy discretos. Todos dicen eso. En mi vida la he visto y jamás ha participado en reuniones de nuestra asociación", cuenta Felipe Chen, viejo integrante de esta entidad que tiene su sede central en el centro de Madrid

En las últimas cuentas que ha presentado, Bao ha declarado un beneficio neto de 341.000 euros entre sus tres compañías. No es una cifra que sorprenda. De media, ha obtenido 28.416 euros de ganancia neta cada mes. Teniendo en cuenta el volumen de su negocio, no parece tanto dinero, pero la empresa no para de crecer. Según los rumores, el año próximo dicen que habrá nuevas inauguraciones de Mulaya en Sevilla. Si es que eso ocurre, cuando llegue el día del corte de cintas, no será raro que ella, la artífice de la empresa, se ausente a la cita... El misterio y la discreción son dos de sus rasgos más destacables.

Mostrar comentarios