El gigante Rakuten controla el 47% de Cabify con su holding en Luxemburgo

  • La japonesa ha invertido 232 millones de euros en capital, a lo que se suma los 36 millones de un préstamo convertible cerrado a finales de 2017.
El CEO de Cabify, Juan de Antonio, se protege en el consejo.
El CEO de Cabify, Juan de Antonio, se protege en el consejo.
EFE

Era un auténtico misterio. Cabify, la mayor startup española por valoración, guardaba bajo llave el reparto de sus acciones. No lo reportaba a los registros españoles, pues su matriz se mantiene en Delaware (Estados Unidos). Pero su máximo accionista, el grupo japonés Rakuten, sí lo ha hecho. La compañía controla el 47% de la española desde su holding en Luxemburgo. Lo hace después de invertir en tres años más de 232 millones de euros, junto con 35 millones de un préstamo convertible.

Cabify mantiene su matriz en Estados Unidos. Y, pese a que los resultados sí que son visibles en los registros públicos, no lo era el reparto accionarial. Sólo se conocían algunos detalles, como la existencia de un sillón vacío en el consejo de administración, para tratar de proteger al fundador y el equipo en decisiones clave. Ahora, Rakuten ha desvelado la sociedad con la que invierte en Lyft: su holding con sede en Luxemburgo, accionista también de la española WuakiTV (Rakuten Europe TV). No son los únicos. También es la compañía de la que 'cuelga' Cabify.

Esta sociedad luxemburguesa acaba de presentar cuentas de 2017. Y el misterio se ha desvelado: tras la inyección de más de 230 millones de euros, el gigante japonés es el dueño de casi el 47% de los títulos de la startup española, a cierre de ese ejercicio. Pese a ser el máximo accionista, no ostenta la mayoría accionarial, pues se queda por debajo del 50%. Según precisan fuentes conocedoras, ese porcentaje se ha reducido ligeramente tras varias operaciones de financiación internas.

Rakuten desembarcó en el accionariado de Cabify en 2015. Inyectó 8 millones de euros en la primera gran ronda de la compañía, según queda reflejado en las cuentas del gigante, consultadas por La Información. Al año siguiente aportó 97 millones de euros. Y casi se convirtió en el dueño de la tecnológica. En total se hizo con el 47,2% de las acciones.

Subsidiaria y no un activo financiero

A finales de 2017 tuvo lugar la mayor ronda de la historia de Cabify. Se hizo pública en enero: 160 millones de dólares. No se desveló el reparto de esta ampliación de capital y cuánto fue aportado por Rakuten. Ahora se sabe. Según estos documentos, el gigante japonés puso sobre la mesa 127 millones de euros, es decir, prácticamente la totalidad de la inyección. ¿La valoración? Oficialmente se situó en 1.400 millones de dólares. Sin embargo, es imposible saberlo con la información facilitada por el inversor, pues sólo establece el valor neto contable, sin la revalorización ni la prima de emisión.

Para el gigante nipón, Cabify es una filial dependiente y no una inversión financiera. Es clasificada así entre sus activos. Al contrario de lo que hace con Glovo, que es valorada como un activo financiero. A cierre de 2017, antes de la 'megarronda' del verano, los japoneses contaban con el 14% de la sociedad, tras haber invertido 8 millones de euros.

Desde esa ronda, la startup española rival de Uber no ha oficializado más ampliaciones de capital. Pero sí que ha acudido a la deuda. Y no ha ido muy lejos. En 2017 recibió 35,9 millones de euros a través de un préstamo convertible. Ambos tenían fecha final en agosto de 2018, pero no ha habido ninguna notificación de conversión en acciones. A esto se suma los 61 millones de euros (70 millones de dólares) de otro préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para su negocio en Latinoamérica.

Este capital era necesario para tratar de financiar su expansión y sus negocios aún en rojo. En 2017, últimas cuentas disponibles de Cabify, la empresa perdió 3,6 millones de euros en España (73 millones de euros de ingresos declarados). Lo peor vino de Latinoamérica. Acumulaba pérdidas de más de 100 millones de euros, con Brasil como uno de los más golpeados. ¿La razón? La dura competencia con 99 taxis, comprada por el gigante chino Didi, y la propia Uber.

Cabify frente a la consolidación

Con todas estas cifras, la realidad es que Rakuten se ha convertido en uno de los grandes catalizadores del sector en todo el mundo. No sólo es el accionista de referencia de Cabify. También lo es en Careem, el Cabify de oriente Medio, y de Lyft, el competidor de Uber en Estados Unidos que ha arrancado el proceso para salir a bolsa y recaudar más de 2.000 millones de dólares 'extra' en una de las grandes OPV tecnológicas de los últimos años.

En Careem tiene el 19,5% de las acciones (en 2017 inyectó 200 millones de euros), según la documentación presentada por el holding luxemburgués. En Lyft cuenta, según el folleto de salida a bolsa presentado en la SEC estadounidense, con un 13%, que se convertirá en un 11,5% después del estreno bursátil. Es el principal, por delante de General Motors, Fidality o la propia Google. Sin embargo, este porcentaje se reduce a menos del 6% si se habla de derecho de voto. ¿La razón? Al igual que sucede en la mayoría de startups tecnológicas, los fundadores están protegidos con 'súperacciones' con los que blindan su poder de decisión al frente de la compañía.

En este último año, Cabify ha estado en todas las quinielas para una potencial adquisición. Y en el mercado se intensificaron las conversaciones durante el pasado 2018, sin que desembocaran en un acuerdo para su venta. Oficialmente, la española tiene planes de salir a bolsa en España a finales de este año o principios del próximo.

Wuaki, la otra gran inversión... con recortes

Al margen de la movilidad, la antigua WuakiTV, plataforma española rival de Netflix o HBO, es la otra gran inversión de Rakuten en España. Y las cifras no le han acompañado a la luz de las medidas tomadas. En 2016, según desvela en sus memorias, tuvo que hacer un gran recorte en la valoración de sus activos de 77 millones de euros, pasando de 127 a 50 millones.

La compañía de vídeo bajo demanda acaba de cerrar este mes de marzo un acuerdo con los fabricantes de Smart TV en Europa Samsung, LG o Philips para ofrecer su contenido integrado a través de los mandos a distancia. Busca hacer crecer el público objetivo al que poder llegar.

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