Lleva meses sobre la mesa y ya parecía una operación de difícil resolución, tras la llegada de Jordi Sevilla a la presidencia de Hispasat. Pero ha salido adelante. Red Eléctrica (REE), a través de su filial Red Eléctrica Sistemas de Telecomunicaciones, ha llegado a un acuerdo para adquirir el 89,68% de las acciones que Abertis tiene actualmente en Hispasat, a un precio que asciende a 949 millones de euros.
El antecesor de Sevilla, José Folgado ya había pactado los términos esenciales de la transacción, que permitía al gestor de la red, controlado por el Estado (en un 20% del capital) a través de la SEPI, diversificar su negocio. Mientras, a los prácticamente 'nuevos' dueños de Abertis (ACS y su socio italiano Atlantia) hacer caja y rebajar la factura de la compra del gestor de autopistas.
El acuerdo de compra de Hispasat coincide, además, con un momento de incertidumbre política, con la duda de si este miércoles, el Congreso de los Diputados certificará el adelanto electoral con el rechazo al Proyecto de Presupuestos elaborado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Ahora, REE explica que la adquisición tirará al alza de su pasivo, porque la compra será financiada con deuda externa y sin recurso al accionista, según ha explicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). También señala que la compra no es definitiva porque ahora tendrán que solicitar "las autorizaciones correspondientes". "Una vez cumplidas, se efectuará el pago de la transacción, estando prevista la integración de Hispasat con efectos económicos desde el 1 de enero de 2019", explica al supervisor del mercado.
De formalizarse la adquisición, el grupo Red Eléctrica pasaría a gestionar un negocio con unos ingresos en el sector de las telecomunicaciones en el entorno de los 330 millones de euros anuales. El precio de la operación es prácticamente similar al que ya había pactado Abertis con el anterior equipo directivo de REE y que se ha mantenido a pesar de que Hispasat, recientemente, ha perdido algunos de sus clientes, según indican fuentes cercanas a las negociaciones.
Sevilla ha dado su brazo a torcer con este movimiento. De hecho, el pasado otoño el expolítico socialista lanzó un mensaje al Gobierno: la compra de Hispasat podría conllevar una rebaja en la calificación de deuda de REE, que encarecería el acceso a los mercados de la empresa. Más aún, en un momento el que la empresa prepara un plan de inversiones de 7.000 millones hasta 2025 para hacer frente al proceso de transición energética
En cuanto a la parte vendedora, esas mismas fuentes indican que el grupo constructor encabezado por Florentino Pérez ha buscado acelerar la operación de venta para asegurar el acuerdo de financiación con los bancos. La posibilidad de que la legislatura esté ahora en tela de juicio ante la contingencia de una inmediata disolución de Las Cortes podría haber influido de manera decisiva en que una operación que había quedado congelada se haya reactivado de manera repentina.
ACS y Atlantia sueltan lastre
Abertis supuso a ACS (a través de su filial alemena Hochtief) y Atlantia una factura superior a los 16.000 millones de euros, de los que cerca ca 9.000 corresponden a deuda financiera. La venta de Hispasat siempre ha sido considerada estratégica para asegurar el saneamiento del balance y, desde el primer momento, tanto ACS como Atlantia, abrieron la puerta a la venta de activos.
De hecho, en su comunicado a la CNMV, el vendedor asume que, una vez logre las autorizaciones, "Abertis no dispondrá de ninguna participación en Hispasat, en línea con su estrategia de focalización sectorial con el objetivo de convertirse en un operador puro de autopistas".
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