Sin acceso al canal online

Showroom, la alternativa del pequeño comercio para sobrevivir al verano

A pesar de que las ventas por internet se han disparado un 50% en las grandes firmas, algunas pymes se han visto obligadas a reinventarse para recuperar el nivel previo a la pandemia.

Showroom L.A. Studio.
Showroom, la alternativa del pequeño comercio para sobrevivir al verano
Showroom L.A. Studio

A veces, no basta con agresivos precios fuera de la época de rebajas ni con abrir una tienda online desde cero o empezar a vender a través de plataformas como Amazon. A pesar de que las grandes firmas se han visto sostenidas por el canal online durante la pandemia -con un incremento medio estimado del 50% en el sector retail-, para el pequeño comercio la crisis del coronavirus ha supuesto el cierre de su único medio de subsistencia: el cara a cara. Por eso, mientras algunas pymes tratan de sumarse deprisa y corriendo a la ola de e-commerce, otros negocios tiran de inventiva para intentar recuperar su nivel de ventas previo al Covid o, al menos, para dejar de estar condenados al cierre. La última moda: los 'showroom'.

Se trata de espacios de exposición pensados para la exhibición de productos de distintos vendedores que ni siquiera tienen por qué estar enmarcados dentro de la misma categoría o temática: en una misma sala se pueden contemplar muebles minimalistas junto a prendas de moda juvenil. La idea es que los pequeños y medianos comerciantes puedan tener un escaparate añadido para impulsar sus ventas; un canal extra enmarcado dentro del concepto de barrio. De ahí que en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona algunos 'showroom' hayan empezado a tomar protagonismo tras el confinamiento.

De hecho, como en verano el turismo copa buena parte del gasto de los españoles, a las rebajas constantes que lleva aplicando el comercio desde el inicio de la nueva normalidad se suma esta nueva tendencia que podría ser la salvación para el pequeño comercio, tal y como destaca el último estudio que ha realizado la consultora de marketing digital Labelium España, en el que hace balance del comportamiento de los consumidores y de la capacidad de adaptación de los comercios. Y, en este sentido, la principal conclusión es que los hábitos de consumo parecen estar virando hacia la compra online; una situación que amenaza con dejar fuera de juego a muchos pequeños comercios.

En este sentido, el análisis destaca que solo "aquellas empresas con una alta madurez digital, generalmente las grandes compañías, han podido realizar ciertas adaptaciones para responder de manera exitosa a los retos logísticos que ha planteado la pandemia y, en general, la respuesta ha sido muy buena, teniendo en cuenta que tenían gran parte de los deberes hechos". Por el contrario, destaca que "las empresas con un menor grado de digitalización, o incluso sin presencia -como algunas pequeñas pymes- han tenido que evolucionar con una gran celeridad para poder responder a los retos planteados por la situación actual, realizando un gran esfuerzo en un corto plazo de tiempo".

Un cambio de modelo que se debe casi exclusivamente a criterios de salud. "Como se esperaba, durante los primeros días de rebajas han aumentado notablemente las ventas online. Hay que tener en cuenta la preocupación del consumidor en cuanto a su seguridad en las tiendas físicas, en las que trata de evitar aglomeraciones. Y, aunque los comercios se han adaptado a las medidas de seguridad necesarias, como poner a disposición de los consumidores gel hidroalcohólico, elementos que aseguren la distancia de seguridad en las colas o la estricta limpieza/desinfección de la ropa para probársela con total seguridad, están primando los criterios de seguridad y salud, más allá de la experiencia física que supone probar o tocar los productos", explican sus autores.

De ahí que, en general, la compra online se perciba como el canal de compra más seguro desde el pasado marzo y hasta ahora, tal y como se extrae de los últimos datos: "En estos días, se está observando que las compras online han seguido incrementando su peso en el global de los negocios tal y como ha sucedido en los últimos meses, donde el porcentaje de consumidores españoles que compran online ha aumentado un 50% durante la Covid-19. De hecho, cada vez más las tiendas físicas están evolucionando hacia un modelo híbrido de 'showroom' y venta directa".

Pero ni siquiera este tipo de prácticas rompedoras garantiza la supervivencia de los pequeños comercios, especialmente por el descenso de ventas que se espera de cara al verano y por la incertidumbre que crea la llegada del otoño, cuando las autoridades temen que pueda producirse un rebrote o, en el mejor de los casos, una crisis económica agravada por las posibles ayudas de Bruselas a España para capear el temporal. En ese contexto, el e-commerce se antoja la principal solución tal y como señala con contundencia Matías Candal, director de Estrategia de Labelium: "Con la irrupción de la COVID-19, el uso de e-commerce ha aumentado en dos meses lo esperado en dos años".

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