Contrato con PwC para encontrar comprador 

Eroski abre cinco tiendas de Caprabo en Cataluña mientras le busca nuevo socio

La cadena vasca de supermercados destina un tercio de su inversión en nuevas aperturas durante el primer semestre a reforzar la posición de su filial.

Caprabo avanza en su plan de franquicias con una nueva apertura en Barcelona
Eroski abre cinco tiendas de Caprabo en Cataluña mientras le busca nuevo socio.
Caprabo

Desde hace tiempo, Eroski busca una solución para Caprabo: tras la mayor inversión de la historia de la compañía hace una década -cerca de 1.300 millones de euros-, los ingresos de su filial catalana caen año tras año y, desde el pasado ejercicio, la cadena vasca de supermercados considera incluir a un socio para revitalizar Caprabo. Por eso, aunque en el sector ya se habla de un posible comprador, Eroski defiende a capa y espada que Caprabo es un activo importante de la compañía. Prueba de ello es que en el primer semestre de 2020 ha abierto cinco nuevas tiendas en Cataluña.

En total, el grupo Eroski ha inaugurado 30 franquicias durante los seis primeros meses del 2020, con una inversión global de 2,9 millones de euros, lo que, además, ha generado 156 puestos de trabajo, según explica la compañía. Por localización geográfica, Cataluña es la que región que más aperturas acumula (cinco, todas ellas de Caprabo), por delante de Madrid y País Vasco (cuatro cada una), lo que demuestra la voluntad del grupo de apostar por su filial catalana, tal y como apuntan a 'La Información' desde la compañía.

Y eso que los movimientos en los últimos años habían ido más en la dirección de las desinversiones, en parte, debido a que desde su adquisición, Caprabo ha pasado de una facturación de 2.200 millones de euros anuales en a los 790 millones que anunciaba el grupo a finales de junio. Se trata de un descenso del 13% en las ventas de Caprabo directamente relacionado con el cierre de 29 tiendas a lo largo de 2019 (mientras que solo abrió 12), reduciendo sus establecimientos a 297 en toda España, frente a los 350 que operaban en todo el territorio nacional cuando Eroski se hizo con el 100% del capital de la cadena catalana de supermercados. 

Una política de desinversiones que enlaza con la acuciante deuda de Eroski, que en 2016 ascendía a 2.600 millones de euros y que solo el año pasado pudo refinanciar los aproximadamente 1.500 millones que aún debe a la banca. De ahí el plan ideado por la compañía en 2019 para buscar un socio (o un comprador, según fuentes del sector) y que llevó a Caprabo a establecer un valor estimado de Caprabo de 351 millones de euros en el ejercicio pasado, frente a los 504 millones del año anterior, con el objetivo de facilitar la operación a lo largo de 2020. Se trata de una devaluación del 30% en solo un año y del 72% respecto al precio que pagó por adquirir la cadena catalana entre 2007 y 2012.

Sin venta en el horizonte

Sea como fuere, desde Eroski recalcan que Caprabo es "un activo estratégico para el grupo, tal y como llevamos repitiendo desde hace años y, por lo tanto, a día de hoy no entra en nuestros planes su venta". Algo que contrasta con la actual situación de deuda de la cadena, que deberá devolver 739 millones antes de 2024, fruto del acuerdo de refinanciación alcanzado el año pasado tras una tensa negociación con la banca en la que tuvo que intervenir incluso el Gobierno vasco. De ahí las presiones de sus acreedores para que el grupo se deshiciera de activos no rentables como Caprabo.

Esa rentabilización de Caprabo es lo que se encomendó el año pasado a la firma PwC. "Lo que se ha abierto es un proceso para la posible búsqueda de un socio en alguna filial. Ese proceso continúa marcha, para el que contamos con el apoyo de PWC, y en la actualidad se está trabajando en la búsqueda de posibles interesados para la entrada como socio en alguno de los negocios del grupo", explica Eroski, que en cualquier caso recalca que se trataría de un "socio minoritario", no una venta del total de su filial catalana. Al menos por el momento.

Quizás, porque incluso con Caprabo, las cuentas de Eroski siguen creciendo año tras año. Según el último balance, Eroski cerró el ejercicio 2019 (a 31 de enero de 2020) con un resultado muy positivo: su beneficio alcanzó los 45,2 millones de euros, mejorando en 43,6 millones sobre el ejercicio 2018. En la misma línea positiva, el beneficio operativo continuó mejorando en 2019, por noveno año consecutivo, hasta los 193,8 millones de euros, el mejor resultado operativo de la historia del grupo en relación con las ventas.

En este sentido, y a pesar que Caprabo continúa sin dar los frutos esperados por Eroski, la cadena vasca parece resistirse a deshacerse de su mayor inversión. Por eso, defiende que, "desde 2018, estamos acometiendo la transformación de la red de tiendas Caprabo con una inversión aproximada de 10 millones de euros anuales. También estamos construyendo una nueva plataforma logística de frescos en Barcelona con una inversión 20 millones de euros que entrará en funcionamiento próximamente". De momento, lo cierto es que las cinco tiendas abiertas en Cataluña suponen el mayor trozo del pastel de las inversiones de Eroski en nuevas aperturas en lo que va de año 2020.

Mostrar comentarios