Se inaugurará en 2024

Tecnología 'made in Spain' para garantizar la seguridad del nuevo Metro de Australia

La filial española de Thales será la encargada de proporcionar los sistemas de comunicación y control de la nueva línea de metro de Sydney, y los está diseñando a 17.000 kilómetros de distancia, desde su sede en Madrid.​

Tren en Pruebas en Sidney
Tren en Pruebas en Sidney
NSW - Metro Sidney

Australia se está convirtiendo en el 'nuevo mundo' empresarial. Las grandes empresas españolas han puesto sus ojos en el vasto territorio oceánico, que ha abierto sus puertas a corporaciones de todo el mundo para afrontar los retos de transformar las áreas clave de su economía. La transición renovable a la que se enfrenta el país o la necesidad de adaptarse al crecimiento de sus grandes urbes han atraído el interés de constructoras, energéticas, industrias estratégicas o fabricantes ferroviarios, entre otros. 

La clave está, sobre todo, en los proyectos de infraestructuras que ha iniciado Australia. Su capital financiera, Sidney, tiene en marcha un importante plan de ampliaciones para su red de Metro. En concreto, ha proyectado nuevos túneles para la 'City' y el sudoeste de la ciudad; otro para dar servicio a la zona oeste, y un tercero que conecte con el aeropuerto de la ciudad. El tramo central del primero de los túneles señalados fue adjudicado a Acciona y Ferrovial a cambio de 1.240 millones

El reto: Unir dos redes de metro en una

Pero la presencia de compañías españolas no sólo se limita al sector de la construcción. La ingeniería española sigue dando pasos de gigante en el exterior y suma nuevos contratos cada año. Uno de ellos es el que se ha adjudicado Thales España para equipar los sistemas de comunicaciones y seguridad de la nueva línea de suburbano que dará servicio a la 'City' y la zona sudoeste. 

Esta ampliación permitirá que el Metro circule bajo el puerto de Sidney y se creen nuevas estaciones en el distrito comercial central y en barrios periféricos. La expansión incluye una conexión con la línea Noroeste, de forma que se convierta en una única línea consolidada que recorra la ciudad de norte a sur pasando por el centro financiero de la ciudad.

No es un reto nuevo, porque Thales ya está presente en Australia desde 2015, cuando recibieron el encargo de desarrollar el diseño técnico de esta línea Noroeste, la primera sin conductor en toda la isla. Entre 2015 y 2019 suministraron, instalaron, probaron y arrancaron los sistemas de comunicaciones, supervisión y control en las 13 estaciones de esta línea, hasta que el 26 de mayo de 2019 se inauguró oficialmente entre Rouse Hill y Chatswood. 

Thales tiene el reto de unificar todas las comunicaciones, seguridad, información a viajeros y centro de control de la infraestructura ya en marcha con el nuevo tramo en construcción, con vistas a ponerlo en servicio en 2024. En total, deberá equipar 18 estaciones (7 nuevas y 11 reformadas) que se sumarán a las 13 que ya cuentan con equipos de la firma de ingeniería. El nuevo trayecto permitirá fijar frecuencias de trenes cada dos minutos por el centro de Sidney. 

Así se trabaja desde Madrid

Pero un proyecto de tal envergadura no se puede hacer solo con un equipo. La multinacional de origen francés cuenta con equipos en muy distintos países del mundo que tuvieron que coordinarse con Madrid, para llevar a buen puerto el plan. En concreto, Thales Australia gestionaba el proyecto de forma global, mientras que la filial en Hong Kong está a cargo del sistema de control central. Volviendo a Europa, el equipo de Portugal está encargado de integrar lo audiovisual, mientras que en España se preparan los sistemas de comunicación por línea, videovigilancia y pantallas informativas teleindicadoras. 

La compañía define el proyecto como "un reto" por la enorme distancia que nos separa del sitio —Madrid y Sidney distan 17.685 kilómetros—. También por el número de países implicados, ya que había equipos de Thales en Australia, Hong Kong, Portugal y España, "demostrando nuestra capacidad para entregar a tiempo proyectos muy complejos", señalan desde la compañía. "Se trata realmente de un proyecto multidisciplinar y multicultural", exponen. 

Thales Espana
Equipo de Thales Espana
Thales

El equipo español, con sede en Madrid, era el encargado de probar y comprobar los sistemas de comunicación simulando las condiciones reales de operación. Por esta razón, instalaron y configuraron una maqueta que incluía los equipos a instalar en obras e interfaces internos. Entre ellos estaban redes de datos locales de acceso IP, circuitos cerrados de cámaras de televisión, megafonía o pantallas de información al pasajero, entre otros.

Así es como la mencionada maqueta, que consideraba la red troncal completa, estaba equipada con todo tipo de dispositivos distribuidos por falsas estaciones y túneles, además de en los centros de control, incluido el de reserva. Así, fueron capaces de reproducir todas las situaciones posibles en cuanto a comunicación entre subsectores, servicios a pasajeros y operador, llegando a aportar mejoras para el centro de control. 

El sistema fue pasando pruebas tras fijar tres fases distintas de desarrollo: probar los subsistemas de forma individual, integrarlos en conjunto y por último, realizar pruebas de buenas prácticas de ingeniería. Esto permite "asegurar el correcto funcionamiento del sistema en términos de fiabilidad o mantenibilidad", según la compañía.  

Para Carlos Mezquita, director de Proyectos de transporte en Thales España, este contrato está siendo "un hito" para el grupo empresarial. "Participar en la red de Metro de Sydney desde España con nuestro talento y tecnología es un hito para el equipo de Thales España. Somos conscientes de que nuestra labor mejorará la movilidad de millones de ciudadanos en nuestras antípodas ", asegura. La prueba de fuego vendrá el año que viene. 

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