Salida a bolsa o venta

​Telefónica planea segregar la división de Latam para endosarle parte de la deuda

Resultados Telefónica Pallete ancha
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EFE

Telefónica acelera en sus planes para abandonar progresivamente el mercado latinoamericano. La operadora tiene muy avanzada la segregación operativa, contable y jurídica de la división en la región. Va camino de tener entidad propia. Pero quedaría un último paso. Desde el equipo financiero, planean darlo y poner en marcha una separación financiera total de esos activos. Esta decisión, lo que se conoce en la jerga corporativa como un 'spin off', le daría independencia total a la nueva compañía y permitiría a Telefónica endosar a su futura filial una parte significativa de su deuda neta financiera.

El pasado noviembre, el presidente del grupo, José María Álvarez-Pallete, puso sobre la mesa un giro histórico en el negocio latinoamericano: iniciaba la reunificación de todas las divisiones, excepto Brasil, en un mismo grupo con entidad propia. El objetivo: desvincularla al máximo del resto de la multinacional como puente de plata para salir progresivamente de la región, especialmente castigada por la devaluación de la moneda y la inestabilidad política. Dos meses después, cuenta con un equipo gestor propio y tiene muy avanzada la segregación contable, fiscal y jurídica, según explicaba este jueves la responsable financiera del grupo, Laura Abasolo.

Además, se trabaja a contrarreloj para completar también una segregación en el ámbito puramente operativo. Es decir, convertirla 'de facto' en una compañía ajena con la que el grupo mantiene contratos para los diferentes servicios y productos que distribuye en este mercado, al igual que con clientes terceros. El último escalón de este proceso es el financiero, algo más complejo tras décadas de actividad en la región. El 'divorcio' desde ese punto de vista es lo que está ahora sobre la mesa de Abasolo y Álvarez-Pallete.

Esta segregación financiera permitirá a la empresa poder 'colocar' una parte significativa de la deuda de todo el grupo y así poder mejorar ratios de los activos que, a la postre, son prioritarios para su futuro.  En este proyecto el pasivo neto del grupo se recortaría de manera importante desde los 37.000 millones de euros con los que cerró el ejercicio 2019. Una deuda que se ha convertido en la principal losa para el grupo y uno de los puntos negros que señalan los inversores en su castigo al sector de las telecos y a la española, en particular.

Al margen de la separación formal, la teleco española también se ha afanado en el último trimestre en hacer todos los ajustes y el 'saneamiento' en las cuentas de Latinoamérica antes de lanzarse a buscar un inversor que apueste por estos activos. Y esos cambios, principalmente en México y Argentina, son los que han empujado aún más a la baja el beneficio neto del ejercicio 2019, después de contabilizar la provisión de 1.700 millones para el plan de bajas para 2.600 empleados en España. Una caída del 65%.

¿Socios o bolsa?

En paralelo a este trabajo interno, el equipo directivo se esfuerza por tener el mayor número de opciones posibles para rentabilizar esos activos y reducir la exposición a la región y sus tipos de cambio. Abasolo confirma que se mantienen "múltiples conversaciones" para ello. En el horizonte hay dos grandes opciones. Por un lado una venta completa o parcial de toda la división o una colocación en bolsa. En principio, con esta configuración, se descarta la venta troceada, como ya se hizo en el pasado con Centroamérica, pues aunque haya un riesgo intrínseco de que la 'colocación' en conjunto sea menos rentable, se antoja algo más sencilla de ejecutar.

En la que más se trabaja en los despachos nobles de la empresa es la venta a uno o varios socios. Telefónica, según explican varias fuentes, se sentiría más cómoda manteniendo un porcentaje relevante, aunque no mayoritario. En las últimas semanas se ha contratado a varios bancos de inversión, como Citi o Morgan Stanley, para que complete ese trabajo de búsqueda de compañías interesadas. Entre estas últimas se encuentran algunos grupos competidores en la zona. Aunque habría que tener en cuenta que cualquier movimiento de estos podría despertar los recelos de las autoridades de la competencia en aquellos países.

El magnate mexicano Carlos Slim (America Móvil), duro competidor de Telefónica en varios de los mercados latinos, es uno de los que siempre aparece en todas las quinielas. Pero entre los nombres también se sitúan otras firmas como la propia Millicom, a la que ya le vendió parte de su negocio centroamericano y que es uno de los grandes nombres de la región con su marca Tigo. También está Liberty que, en enero de 2018, segregó su negocio latinoamericano y de la zona del Caribe en una empresa cotizada. ¿Qué ha hecho en su corta andadura en bolsa? Acumula una caída de más del 13%.

Los mercados exigen medidas, con castigos como el de este jueves que, finalmente, fue menos duro del que cabía esperar, tras ver la primera reacción en el parqué. Desde la operadora quieren pisar el acelerador en Latinoamérica. Persiguen enseñar resultados palpables antes de la junta general de accionistas del próximo mes de junio. Ni el presidente ni la responsable financiera quisieron poner una fecha concreta y se limitaron a asegurar que todo se completará "en los próximos meses". La cuenta atrás ya comenzó.

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