La pandemia del coronavirus pasa factura a Telefónica en el segundo trimestre. La operadora ha cerrado ese periodo con una caída del 14,8% en los ingresos del grupo, por el impacto en la actividad comercial y los tipos de cambio, y del 50% en el beneficio. Pese a todo, la compañía mantiene el dividendo de 2020 y reitera sus objetivos de crecimiento para los dos próximos años.
El recorte en el volumen de negocio -menor si sólo se cuentan los cuatro mercados clave al margen de Latinoamérica- hasta los 10.340 millones de euros en el trimestre ha estado marcado por los efectos negativos de la pandemia de la Covid-19 en la actividad comercial en los países donde está presente Telefónica, con un impacto estimado de 729 millones de euros. A esto se le suma los cambios de perímetro y, sobre todo, los movimientos desfavorables de los tipos de cambio en Latinoamérica (791 millones de impacto).
Para tratar de hacer frente, la compañía ha llevado a cabo medidas de reducción de costes (338 millones) y se ha beneficiado de un menor nivel de 'churn' (tasa de abandono de los clientes) debido también a las restricciones a la portabilidad. Junto a esto también se han llevado a cabo menores inversiones en el despliegue de móvil y banda ancha de alta velocidad y menor actividad comercial y proyectos de empresas.
"Durante el segundo trimestre del año, marcado por la crisis de la Covid-19, el comportamiento ha sido resistente, limitando el impacto en ingresos", ha defendido el presidente de la compañía, José María Álvarez-Pallete, quien ha resaltado que las medidas tomadas han permitido un crecimiento del flujo de caja operativo y del margen en sus cuatro mercados clave -España, Reino Unido, Alemania y Brasil- y reducir la deuda en 1.000 millones desde el mes de marzo hasta situarla en los 37.200 millones, sin incluir los arrendamientos.
Pese a que los números del primer trimestre fueron mejores, los resultados para todo el semestre completo siguen en rojo: 21.706 millones de euros (un 10% menos) de ingresos totales del grupo y 831 millones de euros de beneficio neto, un 53,5%, según las cifras que ha hecho públicas hoy ante la CNMV.
El grupo mantiene una posición de liquidez total de 23.600 millones de euros, que se suman a los 4.000 millones de euros 'extra' que se captaron para respaldar la fusión de O2 con Virgin Media en Reino Unido. En el primer semestre ha aprovechado el escenario de tipos bajos para refinanciar 9.000 millones de deuda extendiendo su vida media casi un año más. La empresa mantiene su dividendo del año 2020 y reiteran los objetivos de crecimiento comunicados a los accionistas para el año 2022.
Por mercados, Brasil ha sido el que peores números ha registrado en el lado de ingresos, con una caída del 29,5%, debido al impacto de las divisas. España ha recortado un 5,2% su volumen de negocio, mientras que Hispam lo ha hecho u 28%. La única que se mantiene en positivo es Alemania (+0,3%).
Los números en España
En el caso español, la operadora asegura que las restricciones a la actividad comercial en el momento más crítico de la pandemia ha pasado factura. El ingreso medio de los clientes de Fusión se ha reducido un 1,7% hasta los 91,3 euros por la suspensión de las competiciones futbolísticas o el cierre de los locales de ocio y por la mayor proporción de clientes de O2 -con una factura más baja-. La tasa de abandono ('churn') en el primer semestre fue "excepcionalmente baja" del 1,5%, como resultado de la suspensión de la portabilidad durante más de dos meses.
Al margen de las cifras del segundo trimestre, la operadora presidida por Álvarez-Pallete ha presentado su propuesta para un Pacto Digital para establecer unas "reglas del juego adaptadas a la nueva realidad post-Covid". En ese pacto plante el compromiso de que en 2025 la fibra óptica cubra el 100% de España.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios