Riesgo de impago

La toma de Bankia genera a CaixaBank 13.000 millones en vigilancia especial

La exposición total asciende tras la fusión a 34.400 millones de euros, el 9,46% de la cartera de la clientela, un volumen que es previsible que aumente y encienda la luz roja de morosidad en la nueva entidad

Torre Caixabank
Torre Caixabank
Europa Press

La integración de Bankia en el perímetro de CaixaBank ha provocado que los créditos en vigilancia especial del nuevo grupo se hayan disparado. La exposición total de la cartera crediticia asciende ahora a 34.408 millones de euros como consecuencia de la suma de 13.121 millones de euros del banco absorbido. Este volumen representa el 9,457% del total de crédito bruto concedido a clientes, que fue de 363.821 millones de euros, si bien hay que tener en cuenta que este último importe aumentó a su vez un 49,2% en el trimestre.

La normativa IFRS9 obliga a las entidades a organizar sus créditos según el deterioro observado sobre los mismos, distinguiendo entre tres escenarios distintos. En 'stage 1' se deben incluir  las operaciones que están al corriente de pago y cuyo precio supone una estimación razonable de la pérdida de los mismos (riesgo normal). El segundo estadio se refiere a los que han pasado a vigilancia especial porque se han generado dudas sobre su recuperación; el criterio utilizado normalmente es que el retraso en el impago supere los 30 días. Al tercer escalón llegan las operaciones que ya han experimentado pérdidas y que deben clasificarse como riesgo dudoso por razones de morosidad. 

Hace poco más de un año, cuando no se contemplaba aún la operación de consolidación y ni la crisis del coronavirus había estallado, CaixaBank tenía 14.666 millones de euros en créditos con dudas sobre recuperabilidad. Esta cifra compara con los 21.287 millones de euros con los que cuenta a cierre del primer trimestre de este año si no se tiene en cuenta la suma de Bankia, lo que supone un incremento del 45% en los últimos doce meses. El impacto asciende al 134% tras incorporarse los procedentes de la entidad recientemente alistada al balance. 

El Banco de España ha vuelto a insistir en la necesidad de que los bancos mantengan una actitud prudente con nuevas provisiones de cara al futuro

Durante los tres primeros meses de 2020, la entidad capitaneada por Gonzalo Gortázar se anotó 8.957 millones de euros en créditos morosos. Ahora, los activos tóxicos de la nueva CaixaBank se sitúan ya en 14.077 millones de euros,  al añadirse 5.427 millones de euros de Bankia.  Con ello, la ratio de morosidad se sitúa en este primer trimestre de 2021 en el 3,6 %, frente al 3,3 % de diciembre (esencialmente por la aportación de 28 puntos básicos de la integración de Bankia). En cualquier caso, se instala todavía por debajo de la media del sector y muy lejos del máximo alcanzado en el 13,61% a finales de 2013.

La alta probabilidad de que aumente la morosidad debido a los efectos de la crisis derivada por el coronavirus viene advirtiéndose por parte de numerosos reguladores desde hace meses. Todos coinciden en llamar a la banca a adoptar una política de prudencia e incluso el Banco de España consideran que el esfuerzo realizado hasta el momento en provisiones aún no es suficiente. Los impagos se han mantenido contenidos hasta ahora debido a la aplicación de medidas como las moratorias públicas y sectoriales.

Aún tiene más de 18.000 millones de moratorias vigentes

Desde el inicio de la crisis, las moratorias concedidas por el grupo, tanto legales como por iniciativa sectorial, se colocan en 23.380 millones de euros a través de 615.558 operaciones. Solo en España se han concedido aplazamientos de las cuotas a clientes con problemas por valor de 17.101 millones distribuidos en 501.122 operaciones, de las que 5.825 millones de euros se tramitaron con Bankia (110.213 operaciones). Las cantidades restantes han sido aplicadas por BPI en Portugal. 

El camino alcista que están tomando los créditos con alto riesgo o dudosos ya empieza a observarse y apenas han vencido 4.995 millones de euros de estas moratorias, quedando todavía más de 18.380 millones de euros que han sido aplazados a clientes con dificultades y que hasta este momento no han vuelto a retomar los pagos. 

Con la idea de afrontar un potencial escenario turbulento en su balance, CaixaBank tiene apartados en forma de provisiones por insolvencias un total de 9.415 millones de euros incluyendo la integración de saldos de Bankia. No obstante, la mayor parte de estas dotaciones se anotó el año pasado, ya que si se excluye las de la entidad absorbida CaixaBank solamente ha elevado esta partida en 42 millones de euros en este último trimestre. 

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