La entidad reduce las salidas

Así han ido las reuniones del ERE de Caixabank: la petición de los sindicatos

El banco ha vuelto a hacer una nueva propuesta sobre el ajuste de plantilla que la representación de los trabajadores ha tachado de "insignificantes"; mientras, el periodo de negociación llega a su fecha límite.

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Los sindicatos han hecho un llamamiento a la plantilla de Caixabank a secundar un paro de media hora durante esta misma mañana (de 11:00 a 11:30 horas) en todas las oficinas del banco. La intención es mostrar el "absoluto rechazo" que tienen hacia el ERE en el que está inmersa la entidad, tras la fusión con Bankia, que todavía está pendiente de culminar la integración tecnológica, algo que llegará a finales de este año. Con todo, las posturas de la compañía capitaneada por José Ignacio Goirigolzarri y de la representación de los trabajadores parecen aún estar lejos de llegar a un acuerdo. 

Los desencuentros se suceden mientras la fecha límite de la negociación formal que es el próximo 10 de junio, está cada vez más cerca. A no ser, eso sí, que ambas partes acuerden prorrogarla para seguir tratando de encontrar un punto en común. Sobre la mesa ya se han sucedido hasta ocho reuniones en las últimas tres semanas. La última tuvo lugar durante ayer, martes, en la que la entidad volvió, una vez más, a cambiar las condiciones del ERE. 

La última propuesta de Caixabank

En este sentido, Caixabank planteó a los sindicatos reducir de 7.791 a 7.605 las extinciones de contratos por el ERE (recordemos que el punto de partida fueron un total de 8.291 despidos). Esta reducción se explica tras haber aumentado la cifra de recolocaciones hasta las 686, frente a las 500 iniciales. Las recolocaciones se distribuirían entre varias filiales del grupo, como la tecnológica Caixabank Tech, la inmobiliaria Building Center, la filial de medios de pago y financiación al consumo Caixabank Payments & Consumer o la firma de análisis de datos Caixabank Business Intelligence. 

No solo eso, también la entidad ha propuesto una mejora en las compensaciones económicas de las salidas, incluyendo una nueva definición de colectivos por edades. De este modo, los trabajadores de 56 años o más percibirían, hasta cumplir los 63, un pago fraccionado correspondiente al 54 % de su salario fijo -cuatro puntos porcentuales más que hasta ahora-, además del pago del convenio especial con la Seguridad Social.

La nueva propuesta contempla asimismo condiciones específicas para las personas de 52 o 53 años, que recibirían una indemnización del 50 % del salario regulador multiplicado por 5,5. Para el resto de trabajadores, la indemnización sería de 35 días de salario por año de servicio -cinco días más que en la anterior propuesta-, con un tope de 24 mensualidades.

Lo que sí que mantiene por ahora CaixaBank es el límite máximo de empleados mayores de 52 años que pueden adscribirse al plan de extinciones de contrato, que sigue fijado en el 60 %, alegando que ello es necesario para preservar el equilibrio generacional y evitar que todas las salidas se concentren en el mismo tramo de edad.

La petición de los sindicatos

Con todo, y tal como decíamos al principio, el acuerdo aún está algo lejos. Y es que los sindicatos han vuelto a ver insuficiente este nuevo planteamiento de la empresa. Insisten, así, en que "para llegar a un acuerdo es necesario que se retiren los despidos forzosos". 

Los sindicatos volvieron a tachar de "insignificantes" estos cambios y han hecho un llamamiento a la plantilla a secundar mañana un paro de media hora, de 11.00 a 11.30 horas, en todas las oficinas del banco para mostrar su "absoluto rechazo a los 8.291 despidos forzosos que continúan sobre la mesa", contando extinciones de contrato y recolocaciones.

En el anterior encuentro, los sindicatos pedieron que los empleados de 54 años pudieran prejubilarse con el 69% del salario, que los nacidos en 1970, 1971 y 1972 salgan con el 64% de la retribución y convenio especial con la Seguridad Social y que el resto de bajas incentivadas perciban una indemnización de 45 días de salario por año trabajado, con un mínimo de 36 mensualidades.

Además, exigieron la voluntariedad de las salidas y que se elimine el criterio de equilibrio generacional, por el que el banco establece en el 60% el límite máximo de empleados mayores de 52 años que pueden extinguir su contrato. Una propuesta, por cierto, que Caixabank tachó de "inasumible".  

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