'Premio' por la gestión en la pandemia

Vodafone repartió un bonus 'extra' a su cúpula tres meses antes de lanzar el ERE

El variable, en base a los objetivos del último año fiscal, se extiende, en menor medida, al resto del equipo. La teleco explica que fue bastante más elevado que los anteriores porque se premió la gestión de la Covid.

Colman Deegan, consejero delegado de Vodafone España.
Colman Deegan, consejero delegado de Vodafone España.
L.I.

Vodafone repartió uno de los bonus variables más cuantiosos de los últimos años entre la cúpula directiva y, en menor medida, el resto de la plantilla justo tres meses antes de que se lanzara el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará, según su primera propuesta entregada a los sindicatos, a un máximo de 515 empleados en la división española. La operadora de telecomunicaciones explica que corresponde al año terminado a finales de marzo y que fue más elevado que los de años anteriores porque se rebajaron los objetivos también como ‘premio’ al equipo por su gestión durante la pandemia.

El año fiscal de la operadora acaba el 31 de marzo de este año 2021. Según explican diversas fuentes cercanas a la compañía, el nivel de cumplimiento de los objetivos se fijó en el 120%. La razón es que, tal y como reconocen desde el entorno de la representación sindical, se rebajaron las exigencias habida cuenta de la situación marcada por el coronavirus en 2020, dándole algo menos de peso a las portabilidades y a otros aspectos. Esto llevó a que durante el mes de junio se repartiera una retribución variable sobre el salario fijo anual que va del 10% en el caso de empleados en niveles más bajos hasta el 50% entre el equipo directivo de alto nivel. Es decir, en este último caso, por tanto, sería un 10% 'extra' por ese 20% de rendimiento adicional.

Apenas unas semanas después de ese reparto se iniciaron los preparativos del ERE, con el traslado por parte de la dirección a algunos de los responsables de la necesidad de hacer ajustes de plantilla ante la situación económica del sector. Este mes de septiembre se lanzó un despido colectivo para un máximo de hasta 515 personas. Se alegaban "razones económicas, productivas y organizativas" ante la "tendencia del mercado en el sector de las telecomunicaciones". Con este recorte, según denuncian entre los sindicatos, habrá áreas, especialmente las más operativas y comerciales, que sufrirán un recorte de más del 25%.

Fuentes oficiales de la operadora británica recuerdan que este reparto de la retribución variable corresponde a un año que fue "excepcional" y estuvo marcado por el coronavirus, que llevó a rebajar los objetivos para tratar de 'premiar' la gestión. Insiste en que en este pago también contribuyen los resultados de todo el grupo -pesa en torno a un 30%-, que están basados también en el rendimiento de otros mercados diferentes al español. Y, por último, apuntan a que es un derecho adquirido por la plantilla, incluida la cúpula. Sin embargo, desde fuentes de los sindicatos reconocen que en la crisis de 2008 se renegoció a la baja la retribución variable poniendo en marcha un ERTE para rebajar costes y afrontar la caída del negocio.

Pérdidas de 440 millones

Esta retribución variable está al margen de los planes basados en acciones  que, básicamente, se reparten entre la cúpula de la compañía en España y que se basan en la estructura estipulada desde Londres (Reino Unido). El equipo directivo de la operadora está conformado por un total de 82 personas, según las propias cifras de su memoria anual, donde se apunta el registro de un gasto contable en este concepto de 'stock options' de 9,1 millones de euros. Durante el ejercicio hubo un desembolso total de 216 millones de euros en salarios y similares frente a los 150 millones de un año antes. Tanto el bonus anual a la plantilla como la provisión acumulada de incentivos sumaban, según queda reflejado en el apartado 'Remuneraciones pendientes al personal', algo más de 49 millones de euros. Esto supone 22 millones más que un año antes, cuando se situó en los 27 millones.

Todo ello tuvo lugar en un año en el que la compañía, pese a no haber hecho ningún ajuste más de valoración de sus activos tras dos consecutivos en 2018 y 2019, sí que volvió a teñir de rojo su cuenta de resultados. En concreto registró unos ingresos totales de 4.120 millones de euros, que dejaba unas pérdidas netas de 443 millones. Si se tienen en cuenta las pérdidas del año anterior los 'números rojos' se elevan a más de 800 millones.

Una semana para negociar el ERE

A partir de ahora queda apenas una semana para que las organizaciones sindicales cuenten con toda la memoria elaborada por la dirección de la empresa para justificar el Expediente de Regulación de Empleo con el que buscan aligerar la plantilla. Será a partir de la configuración de la mesa de negociación, en la ultima semana de septiembre, cuando empiecen las conversaciones. CCOO y UGT se posicionaron, como era previsible, en contra de esta medida y, como sucede habitualmente en estos procesos, pedirán la retirada. En el horizonte está la negociación del despido colectivo de Orange, que acabó con 200 prejubilaciones y 85 salidas menos de las planteadas en un primer momento.

Este ERE será el cuarto que se ejecuta en la última década en Vodafone. El último tuvo lugar en 2019 y tenía como objetivo un "reposicionamiento" de la empresa para competir en el segmento low cost, muy pujante en esas fechas. Ahora, dos años después, se ha multiplicado el negocio en este segmento de más bajo valor, con márgenes mucho más estrechos y una competencia mucho más feroz. Es a lo que se agarra la empresa para justificar un cambio "estructural" en canales de venta como las tiendas físicas o el área de diseño de productos y servicios.

Mostrar comentarios