Controversia de plagio persigue a Trump en convención republicana

Un manto de controversia cubría este martes la campaña presidencial de Donald Trump tras un desastroso arranque de la convención republicana, marcado por escaramuzas entre delegados y un escándalo que quitó brillo al discurso estelar de su esposa.

Ante miles de personas en el Quicken Loans Arena de Cleveland, Melania Trump ofreció una sentida defensa de su marido, 24 años mayor que ella. "Donald es y siempre ha sido un gran líder", dijo la exmodelo eslovena.

Pero tan pronto había terminado de pronunciar el discurso, surgieron las indiscutibles similitudes entre su intervención y el discurso de Michelle Obama durante la convención del partido Demócrata en 2008, en un tramo de la alocusión destinado a evocar la transmisión de valores.

Mientras la controversia se expandía y en las redes sociales se hacían una fiesta con comentarios burlones, la campaña de Trump lucía petrificada.

Negación de errores y admisiones tácitas de ellos llevaron a pintar el retrato de una campaña en caos.

El jefe de la campaña del magnate, Paul Manafort, tachó la controversia de "absurda". Los seguidores de Trump parecían igualmente despreocupados.

"Sólo hay pasión por Donald y su esposa la botó de jonrón", dijo Robert Antonacci de la delegación de Nueva York.

Indiferente a la polémica, Trump dijo sentirse "muy orgulloso" de su esposa, elogiando su discurso y comportamiento "absolutamente increíbles".

El discurso de esta exmodelo de 46 años siempre elegante y, hasta el momento, poco presente en la campaña puso el punto y final a la primera noche de la convención republicana, que debe nombrar oficialmente este martes a Trump como candidato del partido en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre.

Más temprano el lunes, en una sorpresiva aparición en la feria política republicana para presentar a su esposa, Trump inyectó una confianza que desmentía el drama que se vivió en la jornada. "Vamos a ganar a lo grande", dijo el millonario.

Otra distracción amenazó con seguir descarrilando una ya accidentada convención, cuando la leyenda del rock Queen protestó por el uso "desautorizado" del icónico himno de la banda británica "We Are the Champions", que se escuchó al cierre de la jornada del lunes.

En el reinicio de la convención este martes, los líderes republicanos en el Senado y en la Cámara de Representantes serán los encargados de encauzar la reunión cuando tomen la palabra en el enorme recinto, hogar de los Cavaliers, flamantes campeones de la NBA.

Se espera que los oradores se concentren en los asuntos que generalmente congregan a los republicanos: oposición a Hillary Clinton, una línea dura contra el terrorismo y apoyo absoluto a los militares y policías.

Pero ahora se encuentran al frente de un partido que ha virado a la derecha y un candidato que muchos delegados partidarios rechazan rotundamente.

El lunes, un grupo de esos delegados estalló de rabia contra una moción que se pretendía aprobar sin votación.

"Merecemos ser escuchados, esta es la convención del pueblo", dijo Diana Shores, delegada de Virginia.

La convención sostendrá este martes un voto en el que cada delegación confirmará al ganador de su elección primaria. Aunque es un procedimiento rutinario, no se descartan nuevas revueltas de las fuerzas antiTrump.

Los seguidores del millonario instan a los delegados a respetar la voluntad de los votantes del partido: Trump obtuvo victorias en una serie de primarias, recogiendo el record partidista de 13 millones de votos.

Entre los oradores de este martes se incluyen dos hijos de Trump, una de ellas su hija Tiffany, pocas veces vista en la campaña.

Cleveland (Ohio), una ciudad de 400.000 habitantes bordeada por el lago Erie en el noreste del territorio estadounidense, esta totalmente fortificada en previsión de numerosas manifestaciones.

Tras un primer día sin incidentes, una protesta planificada este martes contra la violencia policial hacia ciudadanos negros devino brevemente en un caos de golpes y gritos, prontamente apagado por un centenar de policías, a pocas cuadras del lugar de la convención.

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