EEUU: activista de BLM arrestado en Luisiana, Dallas levanta alerta

Un prominente activista del movimiento Black Lives Matter (BLM) filmó su propio arresto en la noche del sábado en Baton Rouge, Luisiana, reportaron medios locales, cuando la tensión aumenta entre la policía estadounidense y minorías raciales.

El activista de BLM, DeRay McKesson participaba en una protesta en Baton Rouge -donde se produjo una de las muertes- y transmitía la marcha en vivo por Periscope.

"La policía nos ha provocado toda la noche", explica en un video difundido en su cuenta @deray. "Nosotros no bloqueamos la calle ni ninguna otra cosa", afirma.

Súbitamente, la imagen se interrumpe y se oye una voz: "Policía de la ciudad. Usted está bajo arresto, no se resista".

Otro activista toma el teléfono móvil y reanuda el video, preguntando al policía la razón del arresto de McKesson, que es llevado con sus manos en la espalda, según fotos colgadas en redes sociales.

Un oficial de policía estatal de Luisiana dijo a la publicación local The Advocate, que McKesson fue arrestado porque bloqueaba el paso, aunque en su video McKesson mostraba que no había vereda en la calle.

Paralelamente, la ciudad de Dallas volvió a ser presa del miedo el sábado con una amenaza de ataque a la policía dos días después de que un francotirador matara a cinco agentes durante una protesta pacífica.

Equipos tácticos SWAT fueron desplegados en el cuartel general de la policía de Dallas tras una amenaza anónima y oficiales buscaron un sospechoso en el estacionamiento del lugar.

La policía de Dallas ya había reforzado horas antes la vigilancia en la ciudad tras recibir una amenaza no especificada.

Las autoridades dijeron que la búsqueda se estaba realizando con "suma cautela".

"El Departamento de Policía de Dallas recibió una amenaza anónima contra sus unidades y se han tomado medidas preventivas", señaló en un correo electrónico enviado a los medios.

El diario Dallas Morning News señaló que un hombre enmascarado fue visto en los alrededores de la sede policial.

La policía revisó el área, no encontró nada y un par de horas más tarde levantó el alerta.

"Los oficiales completaron la búsqueda manual en el garaje. No se encontró al sospechoso", reportó en su cuenta de Twitter la policía de Dallas.

La amenaza llegó cuando en diversas ciudades estadounidenses comenzaban o ya estaban en marcha demostraciones de protesta por la muerte de los dos afroestadounidenses esta semana.

Las imágenes de esas dos muertes fueron ampliamente difundidas en las redes sociales y sacudieron a Estados Unidos.

El tirador de Dallas, un negro veterano de Afganistán identificado como Micah Johnson dijo antes de morir a manos de la policía que quería matar a policías blancos en revancha por la muerte de negros a por disparos de uniformados.

Las autoridades de Dallas están ahora convencidas que Johnson actuó sólo y que no tuvo cómplices para su ataque que cobró la vida de cinco policías tras la manifestación del jueves.

Empero las escenas de pesadilla vividas por Texas hacen temer que Estados Unidos esté ahora abriendo un nuevo y oscuro capítulo de las turbulentas relaciones raciales.

El presidente Barack Obama intentó tranquilizar a su conmovido país al insistir con que Estados Unidos dejará atrás sus divisiones raciales.

Además rechazó que se pretenda comparar al Estados Unidos actual con el de los años 60 que estaba dominado por la agitación social y el racismo.

Obama, que visitará Dallas a comienzos de la semana entrante, describió al tirador de Dallas como un "lobo solitario", un "demente", que, en modo alguno, representa a la colectividad afroestadounidense.

"Estados Unidos no está tan dividido como algunos lo sugieren", dijo tras una cumbre de la OTAN en Varsovia. "Hay dolor, hay turbación...pero hay unidad".

El movimiento Black Lives Matter, que promueve manifestaciones en todo el país, exige el fin de la violencia y no su incremento.

Cientos de personas marcharon pacíficamente en Nueva York por tercera noche consecutiva desplegando carteles en recuerdo a Alton Sterling y Philando Castile, los dos hombres cuya muerte a manos de policías en Luisiana y Minnesota desataron las protestas.

Marchas similares se desarrollaron en diversas ciudades. Su promotores las convocaron con la consigna "El fin de semana de la rabia".

En Phoenix, Arizona, la policía dispersó a manifestantes que lanzaron piedras. Y en Rochester, Nueva York, 74 personas fueron arrestadas por una sentada en la calles.

Empero en todas partes, desde Atlanta a Houston, Nueva Orleans, Detroit o Baltimore, las manifestaciones fueron pacíficas.

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