Fuerzas iraquíes avanzan en Mosul pero queda mucho por batallar

Un mes después del inicio de una vasta ofensiva, las fuerzas iraquíes lograron retomar el control de varios barrios de Mosul pero todavía quedan por delante muchas semanas de duros combates para vencer a los yihadistas del Estado Islámico (EI).

El 17 de octubre, Irak lanzó una operación de gran envergadura para eliminar a los yihadistas de Mosul, la segunda ciudad del país, que el EI proclamó en 2014 capital iraquí de su califato.

Las fuerzas del servicio de élite antiterrorista (CTS), en primera línea de los enfrentamientos, arrebataron al EI ciertas zonas en el este de la ciudad. Pero otras fuerzas anti-EI, como el ejército iraquí, no han conseguido penetrar en la urbe.

"Combatir en la ciudad será probablemente cada vez más difícil, a medida de que (las fuerzas iraquíes) progresen (...) en dirección al centro histórico, más denso", analiza Patrick Martin, especialista de Irak en el Institute for the Study of War en Washington.

"Los túneles, los escudos humanos y los coches bomba (del EI) serán más difíciles de combatir a medida que las fuerzas (iraquíes) avancen" hacia los barrios más poblados, continúa Martin.

Por su parte, Michael Knights, del Washington Institute for Near East Policy, advierte que todavía hay dudas sobre el tipo de defensa que adoptarán los yihadistas.

"No sabemos si los combates actuales se producen en los barrios más fortificados y defendidos o si sólo es el principio de enfrentamientos aún más violentos en el casco viejo", en el lado oeste del Tigris, dice Knights.

Estados Unidos, que lidera la coalición internacional contra el EI, afirmó que cientos de yihadistas habían sido abatidos desde el 17 de octubre, pero estas cifras no han podido ser verificadas de forma independiente.

Por su parte, las fuerzas iraquíes no comunicaron las pérdidas en sus filas.

Según el portavoz del ministerio del Interior, Saad Maan, más de un tercio de la parte este de Mosul está en manos de las fuerzas iraquíes. Esto supone que una gran parte del este, así como todo el oeste de la ciudad, está bajo control yihadista.

Las fuerzas kurdas iraquíes tuvieron un papel importante en los primeros días de la ofensiva, pero después de la reconquista de la ciudad de Bashiqa, al este de Mosul, afirmaron que terminaba su participación en la batalla.

En el frente del sur, las fuerzas del ministerio del Interior y los soldados se acercan al aeropuerto de Mosul, situado en la periferia sur.

Las Unidades de Movilización Popular, una coalición dominada por milicias chiitas apoyadas por Irán, lanzaron por su parte a finales de octubre una operación para arrebatar al EI la ciudad de Tal Afar, al oeste de Mosul.

Desde entonces, retomaron el control de varias localidades e intentan acercarse por el oeste.

Según Knights, la resistencia de los yihadistas en esta ciudad "es más fuerte" que la que opusieron en sus antiguos bastiones de Tikrit (norte) y Faluya (oeste), reconquistadas por las fuerzas iraquíes en marzo de 2015 y en junio de 2016 respectivamente.

En Mosul, los civiles corren el peligro de encontrarse en medio de combates o ser utilizados como escudos humanos por el EI. Un peligro que irá en aumento a medida de que las tropas iraquíes avancen en la ciudad.

Varios habitantes explicaron a la AFP que los yihadistas intentaron agruparlos a la fuerza, probablemente para utilizarlos como escudos humanos. La ONU alertó por su parte de numerosas ejecuciones y de secuestros de miles de personas.

Las organizaciones humanitarias temen que la batalla conlleve un desplazamiento masivo de más de un millón de civiles.

Desde el inicio de la operación, ya se registraron más de 56.000 desplazados, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

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