GAROÑA. HERRERA SE SIENTE "DECEPCIONADO" Y RECLAMA A RAJOY UN PLAN DE REINDUSTRIALIZACIÓN

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, ha exigido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, un plan de reindustrialización de la zona de Garoña una vez anunciado el cierre definitivo de la central nuclear, una decisión por la que se siente "decepcionado".
"Decepción y cierto abandono" es el sentimiento que Herrera ha expresado a Rajoy en una carta enviada este martes, después de que el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, le adelantara el lunes la decisión durante un encuentro en Valladolid.
En la carta, Herrera pide a Rajoy que comprometa la "definición, presentación y desarrollo urgente de un plan de reindustrialización para la zona, que ofrezca alternativas posibles y viables para la generación de riqueza y empleo en ella". Ese plan debe contar con la "implicación y recursos de las distintas administraciones", añade Herrera, que considera "obligado" también el apoyo de los propietarios de la central.
En la carta, Herrera expresa su preocupación por cómo será el proceso de desmantelamiento de la central y por los planes para los materiales nucleares más sensibles que quedan en Garoña, "una situación para cuya posible compensación estudiaremos si cabe aplicar algún tributo de naturaleza medioambiental".
Herrera manifesta también su interés por la continuidad de las ayudas económicas para los municipios de la zona, por lo menos hasta el desmantelamiento de la central, y reitera a Rajoy los "graves efectos negativos" que esa decisión tendrá en la actividad económica de la comarca.
Pese a ello, expresa su voluntad de trabajar conjuntamente para evitar que esos efectos generen "un desierto económico y demográfico en una hermosa zona de esta Comunidad que hasta ahora ha contado con esta fuente de actividad, riqueza y empleo".
Herrera explica que "de manera especial" le duele que sea el Gobierno de Rajoy quien aparece como responsable del cierre, para el que "tantos otros han trabajado mucho más intensamente", entre ellos los propietarios de la central, que "con sus dudas, cambios de opinión y desistimiento virtual, son los verdaderos causantes" de la decisión.
En la "soledad social y política a la que poco a poco se iba abandonando a Garoña", Herrera denuncia especialmente la actitud de Iberdrola, a la que reprocha que primero expresara voluntad de seguir operando y después desistiera de hacerlo.
Aunque no le corresponde definir la política energética, Herrera pide al Gobierno que siga contando con el carbón nacional y con las centrales térmicas en el mix energético, y subraya que Garoña no se puede conformar ahora con el empleo que generará el desmantelamiento de la central y que sería "pan para hoy y nada para mañana".

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