HRW denuncia que miles de menores detenidos en lugares de conflicto son torturados por las fuerza de seguridad

EUROPA PRESS

La situación de violencia e inestabilidad en diversos países ha provocado la detención sin cargos y tortura de miles de niños, según ha denunciado la ONG Human Rights Watch, que ha instado a los gobiernos involucrados a castigar a aquellos que sigan arrestando ilegalmente a menores.

El informe 'Medidas extremas: Los abusos contra los niños detenidos por suponer una amenaza para la seguridad nacional' estima que un gran número de menores arrestados por mantener una presunta relación con grupos armados no gubernamentales han sufrido abusos e incluso han muerto mientras estaban en custodia policial.

La legislación antiterrorista adoptada como respuesta al endurecimiento de la violencia por parte de grupos armados extremistas como Estado Islámico y Boko Haram ha provocado un aumento del número de niños que son percibidos como amenazas para la seguridad estatal, según HRW.

La ONG ha examinado especialmente el trato recibido por menores de Nigeria, Afganistán, República Democrática del Congo, Irak, Israel y Siria durante sus detenciones. "Los gobiernos están vulnerando los derechos de esos menores en una respuesta desproporcionada y poco productiva al aumento de los enfrentamientos", ha aseverado Jo Becker, la directora de la defensa de los derechos de los niños de HRW. "Las detenciones indefinidas y la tortura de niños debe parar cuanto antes", ha añadido.

Miles de menores han permanecido durante meses, e incluso años, detenidos sin cargos, según la ONG, que ha alertado de que muchos de los niños son arrestados por presuntos delitos criminales cometidos por sus familiares. Las fuerzas de seguridad han torturado a menores para forzar que confiesen su implicación en las ofensivas y revelen información de Inteligencia, según la ONG.

La mayoría de los niños detenidos en países como Afganistán, Irak, Nigeria, Somalia y Siria han sido privados de asistencia legal y no pueden recurrir su detención ante un juez, según ha denunciado HRW, que ha señalado que muchos de ellos son hacinados y no reciben ningún tipo de cuidado médico. En la prisión de Angenga, en el norte de República Democrática del Congo, había en 2015 al menos 29 niños detenidos.

MUERTES POR DESHIDRATACIÓN

HRW estima que en Nigeria y Siria han muerto niños a causa de la deshidratación, la hambruna y la falta de asistencia médica. En Afganistán las fuerzas de seguridad han torturado a más niños que adultos, según datos de la ONU. Las fuerzas de seguridad iraquíes han arrestado a varios menores para obtener información sobre sus familiares, presuntamente involucrados en atentados terroristas.

La mayoría de estos países han introducido leyes que facilitan las detenciones y permiten ampliar los plazos de las mismas, según la ONG, que ha indicado que miles de menores palestinos han sido llevados a juicio por lanzar piedras contra militares israelíes. Los menores, por su parte, han denunciado que reciben todo tipo de agresiones físicas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha instado a los miembros de la organización a poner en marcha alternativas a la hora de detener y procesar a aquellos niños que se encuentren relacionados con grupos armados. Según la organización, los gobiernos deben detener inmediatamente el uso de los arrestos para poner a los menores en manos de las autoridades que faciliten su rehabilitación.

Ban ha destacado que en aquellos casos en que los menores estén acusados adecuadamente de haber llevado a cabo un acto criminal, deberán ser tratados en concordancia con los estándares judiciales estipulados por el derecho internacional, que da prioridad a la rehabilitación y reintegración de los menores.

"La tortura y los abusos a manos de las autoridades no provocarán más que un aumento de la alienación que ya sienten los menores. Detenerlos frustra su reinserción", ha zanjado Becker.

El director de protección de la infancia de UNICEF, Cornelius Williams, ha dado la "bienvenida" al informe de HRW y ha recordado que "independientemente de los cargos a los que se enfrentan, a los niños se les debería garantizar los mismos derechos y protección legal, y deberían estar completamente protegidos por el sistema de justicia penal".

En este sentido, "UNICEF insta a los gobiernos a priorizar los derechos de los niños implementando las recomendaciones del informe y obedeciendo las normas internacionales de justicia juvenil", ha añadido.

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