Obama ofrecerá en Atenas su visión de la democracia ante el auge populista

En su segundo día de viaje a Grecia, Barack Obama visitará este miércoles la Acrópolis de Atenas y ofrecerá, a modo de testamento político, su visión de la democracia en un mundo que hace frente al auge del populismo.

El último viaje oficial del presidente estadounidense, que lo llevará también a Alemania y Perú, está marcado por la preocupación que suscita su sucesor, Donald Trump, un magnate sin experiencia política, que amenaza con dar un giro radical a la política exterior de la primera potencia mundial.

Obama eligió Grecia, cuna de la democracia, y según dijo, "fuente de muchos ideales y valores que ayudaron a construir Estados Unidos", para dar uno de sus últimos grandes discursos.

Dos meses antes de dejar la Casa Blanca, el presidente tiene previsto aludir a las frustraciones que han alimentado el auge de la retórica populista en ambos lados del Atlántico y llamar a no sucumbir ante el "capitalismo sin alma".

"La globalización, la tecnología y las redes sociales sacudieron muchas vidas", explicó Obama el martes. "La gente se interroga sobre su identidad nacional y su lugar en el mundo".

"Debemos combatir las desigualdades. Responder a los miedos de quienes temen que sus hijos se encuentren en una situación más desfavorable que la suya", dijo Obama.

Tras su visita a Grecia, la primera en sus ocho años en el poder, Obama efectuará su sexto viaje a Alemania, donde se reunirá con la canciller Angela Merkel.

Ambos participarán en una minicumbre junto a los jefes de gobierno británico e italiano, Theresa May y Matteo Renzi, y el presidente francés, François Hollande.

Obama subrayará la importancia de la unión de los europeos, que en los próximos meses podrían presenciar nuevos avances del populismo y la extrema derecha en elecciones como en Francia o Austria.

"Quizás necesiten que alguien como yo desde fuera les recuerde los progresos que han logrado", dijo en su última visita a Alemania este año.

"Desde un punto de vista estadounidense, este viaje es también un reconocimiento de la fragilidad de Europa", subraya Heather Conley, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, que recuerda los múltiples desplazamientos de Obama al continente durante 2016.

Obama tratará igualmente de tranquilizar a sus interlocutores sobre el futuro de las relaciones transatlánticas, una vez que Trump lo suceda en la Casa Blanca.

Desde hace varios días, Obama no cesa de repetir cuán difícil sería deshacer grandes acuerdos internacionales como el de la lucha contra el cambio climático o el pacto nuclear iraní, que Trump dijo querer revocar.

Obama aseguró el martes que Trump le había asegurado durante su primer encuentro tras las elecciones del 8 de noviembre, que el magnate era partidario de una OTAN fuerte, si bien durante la campaña había puesto en entredicho la cooperación de Washington con la Alianza.

Interrogado sobre la victoria electoral del republicano, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, también optó por un discurso tranquilizador.

"Creo que, a corto plazo, pocas cosas cambiarán en las relaciones entre la UE, Grecia y Estados Unidos. Estas relaciones están fundadas en los valores comunes de nuestros pueblos", explicó en una rueda de prensa.

Mostrar comentarios