Rajoy olvida a Bárcenas y sale airoso de su primer examen político por Lezo

  • El presidente se había preparado especialmente la respuesta que le iba a dar a Pablo Iglesias en su primera sesión de control tras la operación Lezo.

    Pide al PSOE que ayude a construir y que vote a favor de las medidas para luchar contra la corrupción que quieren aprobar PP y Ciudadanos.

Rajoy responde mañana en el Congreso a preguntas sobre la Fiscalía y la corrupción del PP
Rajoy responde mañana en el Congreso a preguntas sobre la Fiscalía y la corrupción del PP
EUROPA PRESS

Mariano Rajoy ha salido airoso de su primer examen en el Congreso de los Diputados tras la operación Lezo y todas las derivadas, como la entrada en prisión de Ignacio González, de la supuesta trama de corrupción que ha afectado al PP de Madrid. El Presidente del Gobierno se sometía este miércoles a su primera sesión de control en la Cámara Baja, comparecencia que se había preparado en las últimas horas con su equipo para emplear las palabras justas y oportunas. Y no le ha ido nada mal.

Rajoy sabía que que iba a ser atacado tanto por el PSOE como por Podemos en esta primera rendición de cuentas tras la operación del juez Velasco. Por eso, en Moncloa, el jefe del Ejecutivo preparó con su gabinete estas preguntas parlamentarias. Su equipo le hizo unas fichas para responder con rotundidad a Antonio Hernando y a Pablo Iglesias, quienes le podían poner en un aprieto.

El portavoz socialista le dijo a Rajoy que estaba "acorralado por la corrupción" en su partido y que ya no colaba cualquier excusa. Sacó a Bárcenas, como preveían en Moncloa, y las disculpas que tuvo que solicitar el Presidente hace cuatro años. Pero Rajoy estaba prevenido. Su primera frase fue: "No voy a entrar en su juego". Es decir, desvió la atención y puso el acento en pedir al PSOE que si quería luchar contra la corrupción lo que tenía que hacer era apoyar las medidas para luchar contra esta lacra que van a presentarse en el Parlamento y entre las que destaca el reforzamiento del Ministerio Fiscal, en especial Anticorrupción. "Intente construir", le pidió..@AHernandoVera: Sr. Rajoy, usted está acorralado por la corrupción del PP, en unos días declarará en una Comisión Anticorrupción #CiénagaPP pic.twitter.com/t0layQ8HTm— PSOE (@PSOE) May 10, 2017

De Pablo Iglesias Rajoy esperaba un ataque más foribundo. Y así fue. El líder de Podemos habló de la cacería de Jaén en la que coincidieron el exjuez Baltasar Garzón y el exministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, y recordó que por aquel entonces el líder del PP en la oposición pidió la dimisión (que se produjo) del socialista. Era 2009. Y le preguntó por el fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, por quien Rajoy dio la cara defendiendo su independencia.

Iglesias citó unas comillas de Rajoy y el Presidente, sabedor de que lo iba a hacer, también llevaba escritas otra comillas del secretario general de Podemos: se remontó a la oferta que le hizo a Sánchez hace algo más de un año para formar Gobierno y que se concretaba en que algunos puestos clave de la cúpula judicial, como el Fiscal General del Estado, los magistrados del Tribunal Constitucional o los vocales del Consejo General del Poder Judicial sean designados, además de por criterios de mérito y capacidad, por su "compromiso con el programa del Gobierno".Pregunto a Rajoy cómo calificaría lo que pasa con Moix y la Fiscalía Anticorrupción. Vean la respuesta 🤔👇 pic.twitter.com/gty7l3oKKM— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) May 10, 2017

Rajoy le reprocho que los jueces no deben comprometerse con ningún Gobierno, sino con el Estado de Derecho. "Eso es democracia", destacó, lo que le valió la ovación del grupo parlamentario popular.

La tercera pregunta que recibió Rajoy este miércoles era de Carles Campuzano, el diputado del PDeCAT que ha sustituido a Francesc Homs. El catalán le preguntó por el referéndum y le pidió "altura de miras" para permitir una consulta que, dijo, varios juristas consideran que encaja con la Constitución. Rajoy respondió que si querían la independencia de Cataluña lo que tenían que hacer es plantear una reforma de la Constitución en el Congreso, al estilo Plan Ibarretxe, pero que él no se iba a salar la ley y que, además, "no lo haría por una causa tan tremendamente injusta".

Rajoy salió airoso este miércoles de las tres preguntas parlamentarias. Fue una sesión de control tranquila para él, lo que le ha servido para olvidar los apuros que pasó en agosto de 2013 cuando tuvo que pedir perdón por el caso Bárcenas y reconocer que se había equivocado. Entonces el líder de la oposición era Alfredo Pérez Rubalcaba, Podemos no existía y Rosa Díez era diputada de UPyD.

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