La ONU denuncia que Siria es una verdadera cámara de tortura

La exfilial de Al Qaeda en Siria reivindica el doble atentado en Damasco que dejó 74 muertos
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L.I.

Cuando se cumplen seis años de guerra, con miles de víctimas, desplazados y personas sin hogar, Siria sigue sin ver una esperanza y una luz en el futuro. Los datos ponen los pelos de punta y la ONU no se cansa de repetir que es un de los peores conflictos que se han vivido en la historia, el peor desde la II Guerra Mundial. "Siria se ha convertido en una verdadera cámara de tortura", aseguró este martes en Ginebra el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein.

La guerra de Siria es "la peor catástrofe provocada por el ser humano desde la Segunda Guerra Mundial", agregó Zeid Ra'ad al Hussein.

"En cierto sentido, el conjunto del país se convirtió en una cámara de torturas: un lugar de horror y de una injusticia absoluta", afirmó Zeid Ra'ad Al Hussein en un debate de alto nivel sobre Siria en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

La guerra en Siria, "esta inmensa ola de sangre y atrocidades" que entra en su séptimo año "comenzó con casos de tortura: la detención y tortura, por parte de responsables de los servicios de seguridad, de un grupo de niños en Daraa que habían pintado consignas contra el gobierno en el muro de una escuela", sostuvo.

"A medida que se multiplicaban las manifestaciones, el gobierno atacó y desarrolló la guerra contra su propio pueblo, engendrando movimientos rebeldes, alimentando extremismos violentos y preparando el terreno para una guerra regional", afirmó.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), al menos 60.000 personas murieron en seis años bajo la tortura o a causa de las condiciones de detención en las cárceles del régimen. Víctimas y activistas denuncian en la ONU las barbaridades y violaciones que han vivido por parte del régimen sirio y de grupos terroristas como el Estado Islámico o el antiguo Frente al Nusra, como detenciones en prisiones secretas, desapariciones forzosas y torturas. En febrero de 2016, la ONU acusó al gobierno de Siria de "exterminación" de los detenidos.

El mundo sigue mirando para otro lado

"Ni siquiera los llamamientos desesperados del pueblo de Alepo el año pasado tuvieron impacto en los dirigentes mundiales, cuya influencia podría contribuir a terminar con los combates", dijo Zeid.

El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, afirmó este martes que la guerra de Siria, de la que se cumplen seis años, es “el peor desastre” creado por el ser humano desde la Segunda Guerra Mundial y anunció que su oficina trabaja en la creación de un mecanismo internacional, imparcial e independiente para analizar pruebas y abrir expedientes sobre sospechosos de crímenes internacionales.

En un discurso pronunciado en el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra (Suiza), durante un debate de alto nivel sobre la situación de los derechos humanos en Siria, Zeid recordó que “esa inmensa marea de derramamiento de sangre y atrocidad” comenzó con la detención y torturas a un grupo de niños en la localidad de Daraa el 6 de marzo de 2011 tras haber pintado un graffiti contra el Gobierno en un muro de una escuela, mientras en otros países se extendía la llamada ‘Primavera Árabe’ (iniciada primero en Túnez y extendida después a Egipto, Argelia, Jordania, Yemen y Libia).

Estas detenciones desencadenaron protestas en la ciudad, que fueron reprimidas por las fuerzas del Gobierno de Bachar el Asad, el cual, según Zeid, “libró la guerra contra su propio pueblo generando movimientos rebeldes, alimentando a extremistas violentos y preparando el escenario para una guerra regional”.

Seis años después, Zeid afirmó que “todo el país se ha convertido en una cámara de tortura, un lugar de horror salvaje y absoluta injusticia”. “A medida que el conflicto entra en su séptimo año, éste es el peor desastre creado por el hombre que el mundo ha visto desde la Segunda Guerra Mundial”, añadió.

Zeid lamentó que “incluso los llamamientos desesperados de la población de Alepo el año pasado tuvieron poco ningún impacto en los líderes mundiales cuya influencia podría ayudar a poner fin a la guerra” y subrayó que las “atrocidades” cometidas por Daesh (autodenominado Estado Islámico) contra los yazidíes, como secuestros y la venta de niñas y mujeres como esclavas sexuales, no provocaron “medidas rápidas y decisivas para garantizar la rendición de cuentas”.

Añadió que, al contrario, los vetos del Consejo de Seguridad de la ONU “han retrocedido repetidamente la esperanza de terminar con esta matanza sin sentido y derivar los supuestos crímenes internacionales a la Corte Penal Internacional”.

Por otro lado, Zeid apuntó que la oficina que dirige está actuando “lo más rápido posible” para crear un “mecanismo internacional, imparcial e independiente” junto con la Comisión de Investigación de Naciones Unidas para recopilar y analizar pruebas de la guerra de Siria, así como preparar “expedientes detallados sobre los sospechosos individuales” y formar así una base para procedimientos penales.

“Asegurar la rendición de cuentas, establecer la verdad y proporcionar reparaciones debe ocurrir si el pueblo sirio encuentra alguna vez la reconciliación y la paz. Esto no puede ser negociable. Las detenciones siguen siendo un tema central para muchos en Siria que puede determinar el destino de cualquier acuerdo político. Tenemos la responsabilidad de apoyar la lucha de las familias sirias para conocer la verdad. Es sólo cuando el pasado haya comenzado a sanar cuando el país será capaz de imaginar un futuro sólido”, sentenció.

Por ello, Zeid instó a todas las partes en el conflicto a poner fin a la tortura, detener las ejecuciones y cesar los juicios injustos por tribunales especiales y ‘ad hoc’. “Los agentes humanitarios y los observadores internacionales deben tener acceso a todos los centros de detención. También exhortó  a todas las partes que tienen detenidos o cautivos que les liberen o al menos les proporcionen la siguiente información básica: los nombres y las localidades de los detenidos y el lugar de entierro de los fallecidos”, concluyó.

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