El PP de Madrid ha logrado 'salvar los muebles' de Pablo Casado al conseguir, si todo sale según lo previsto, tanto la Comunidad como el Ayuntamiento -dependen del apoyo de Ciudadanos y Vox en ambas instituciones-. Es precisamente en el consistorio de la capital -con José Luis Martínez-Almeida a la cabeza- donde pretende llevar a cabo la reversión de la medida estrella de la hasta ahora alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena: Madrid Central. Pero ¿cómo se hará y qué coste ha tenido la implantación de las restricciones de tráfico en el centro de la ciudad?
Los populares de la capital consiguieron 2.427.062 votos, el apoyo de un 23,64% de los electores, gracias a, entre otras cosas, la idea de tumbar Madrid Central. Y este cambio será prioritario. Tal y como indican desde el propio PP, "se revertirá porque ha perjudicado gravemente a los madrileños y sus modos de desplazamiento por la ciudad", confirman.
"No ha mejorado la calidad del aire y ha incidido negativamente en el comercio y el empleo en el centro de la ciudad, con pérdidas de ventas y puestos de trabajo en todos los sectores que radican en este espacio, de más de 472 hectáreas", continúan. Una idea que comparten sus futuros socios de gobierno. Por ejemplo, desde Vox, Javier Ortega Smith utilizó su discurso en la noche electoral para proclamar que "a partir de mañana se acabó Madrid Central". Durante la campaña también la cabeza de lista de Ciudadanos, Begoña Villacís, se mostró partidaria de "suspender Madrid Central" hasta que "no se logre que funcione". "Daña al pequeño comercio y basta con escuchar a los sectores afectados", señalaba hace unas semanas.
Lo cierto es que la medida implantada por el consistorio de Manuela Carmena tuvo unos costes que pretendían amortizarse a largo plazo, ayudando a poner a Madrid al nivel de otras ciudades europeas que ya cuentan con restricciones de este tipo. En concreto, solo la instalación de las cámaras de control de acceso y esta tecnología costarían, según la propia corporación municipal, 11,8 millones de euros hasta 2025.
A este gasto habría que sumarle otros costes como el de los paneles informativos -que indican la medida-, las señalizaciones de delimitación y el posible aumento de costes laborales del personal que controla la zona. Además, también se ha invertido en la pintura de todo el perímetro que indica desde qué lugares no se puede pasar. De todos estos costes no hay cifras concretas, pero también se han cargado a las arcas municipales.
¿Qué será Madrid Central a partir de ahora?
Si hay algo claro para los futuros habitantes del Palacio de Cibeles es que Madrid Central ya no será durante más tiempo Madrid Central. Esta será una de las primeras medidas que tomen a su llegada al ayuntamiento. Según señalan desde el PP de Madrid, "en el centro de la ciudad se retornará al modelo de APR -Área de Prioridad Residencial-, permitiendo la circulación por las principales vías e instalando de manera inmediata pantallas informativas sobre las plazas de aparcamiento disponibles en dichas zonas".
Esta modificación es "una prioridad" tras el aterrizaje en Cibeles, tal y como ellos mismos indican. Pero, ¿cómo debe hacerse? La puesta en marcha de Madrid Central se llevó a cabo a través de una ordenanza de Movilidad que entró en vigor el pasado 24 de octubre. En ella se detallaban, dentro del capítulo de 'Ordenaciones Permanentes', todos y cada uno de los datos de esta medida que fue sometida a votación en el pleno municipal.
Ahora, y según indican desde la formación popular, se deberá modificar dicha ordenanza y volverla a someter a votación en un nuevo pleno en el que, si todo avanza según lo previsto, la unión de las formaciones de derechas -PP, Ciudadanos y VOX- tendrá una mayoría absoluta para sacar adelante sus propuestas.
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