Casa de Botes, el edificio más emblemático del Puerto de Málaga, situado frente a La Farola (el faro) y el 'archicomercial' muelle uno, se convertirá este invierno en uno de los restaurantes de lujo más grandes de la ciudad. Se trata de un gran local junto a la playa de 1.441 metros cuadrados de superficie útil repartidos en dos plantas y 400 metros de terraza. El edificio actualmente está vacío y bajo el foco del empresario Antonio Banderas, que actualmente está más instalado que nunca en su ciudad natal.
El pasado agosto, el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria acordó una nueva propuesta de pliego de bases del concurso para la adjudicación, en régimen de concesión administrativa, de este espacio, que incluye no solo el inmueble, con una superficie completa de 1.078 metros cuadrados (en planta baja y primera planta), sino también una zona exterior de 363 metros, una macroterraza que mira a la dársena interior (Marqués de Guadiaro, la que forman los muelles uno, dos y tres), en el espacio que antiguamente se empleaba para guardar las embarcaciones pequeñas del Club Mediterráneo.
El organismo, liderado desde el pasado 7 de octubre por Pilar Fernández-Fígares -antigua teniente de alcalde del Área de Personal y Gestión de Recursos del Ayuntamiento de Estepona y persona de confianza de Elías Bendodo-, finaliza su licitación pública este próximo 25 de octubre a las 14:00. Y no le faltan pretendientes al concurso, al que se accede con un capital inicial de 3,5 millones de euros.
Este espacio parece haber enamorado a Antonio Banderas. De hecho, constituyó a final de septiembre una sociedad con espíritu ganador de la licitación pública dado su nombre: Bote Puerto de Málaga S.L.. Se trata de una firma mercantil de la que él mismo es administrador único -su hermano no participa en la aventura, como es habitual en los negocios del actor en España-. El objeto de esta sociedad es la explotación de negocios relacionados con la hostelería, como hoteles, restaurantes, cafeterías, bares, salas de fiestas y pubs.
La historia de la Casa de Botes comienza el 18 de septiembre de 1946, cuando la Junta de Obras del Puerto se compromete a reservar una parte de un nuevo edificio junto al antiguo local de Salvamento de Náufragos (hoy sede de Cruz Roja) para los deportes náuticos del Club. Se trata de un espacio único en la ciudad, tanto por su dimensión como por su ubicación. La primera planta dispone de un gran salón y de una terraza panorámica al frente (la única que se usaba en la anterior etapa del negocio), mientras que la cubierta estaría reservada para ocio de tarde-noche y copas. La idea es que haya varios ambientes, para ofrecer distintos tipos de restauración y posiblemente una zona con música.
Banderas y su experiencia con El Pimpi
No es casualidad que Antonio Banderas estuviera interesado en este espacio antes de conseguir su Teatro Soho Caixabank. El actor tiene ya experiencia en el mundo de la restauración malagueña. En 2017, adquirió una parte de las acciones de la famosa bodega de El Pimpi, pasando a ser propietario de una parte de ésta y reforzando así el músculo financiero de la empresa.
Hay un tercer proyecto, que nunca llegó a buen puerto, que era la creación de una escuela de hostelería, para lo que contaban en su día con el apoyo de la fundación La Caixa y de Cerveza Victoria. La idea era cubrir la demanda de formación que existe en el sector de la hostelería, tanto en cocina como en sala, con una escuela donde se combine la formación teórica con la práctica, aprovechando la actividad de El Pimpi. De conseguir este nuevo espacio, el plan podría reactivarse.
Según la información de los pliegos del concurso, éste se otorgará a quien se haga cargo de las obras de forma íntegra y pueda acometerlas en un plazo máximo de 24 meses. El concesionario abonará a la autoridad de Málaga la tasa de ocupación (41.845,76 euros) y la de actividad, con un importe del 6% del volumen de negocio. Esta última tasa empezará a devengarse a partir de la fecha de inicio de la explotación.
Las millonarias torres Picasso
Banderas tiene cada vez más intereses en su ciudad natal. Tal vez el más polémico son las Picasso Towers. Las promotoras Metrovacesa y Sierra Blanca Estates, responsables del mencionado proyecto, cerraron este año un acuerdo con el actor para que sea la imagen de uno de los proyectos urbanísticos más importante de Málaga de los últimos años.
Según se detalló el día de su presentación, el complejo urbanístico contará con 86.963 metros cuadrados y estará formado por tres torres residenciales de 21 plantas cada una. El proyecto albergará un total de 213 viviendas de entre 132 y 404 metros cuadrados y dispondrán de amplias terrazas con vistas a la costa malagueña. El plan es finalizar este complejo urbanístico en 2023, aunque está previsto que las primeras viviendas comiencen a entregarse a finales de 2021. Los precios superan los dos millones de euros.
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