Arabia no compra ‘globos sonda’: Canadá ya perdió un acuerdo de 12.000 millones

  • El país norteamericano también inició un proceso de revisión de sus contratos de armas que provocó que los sauditas rompieran un acuerdo conjunto.
Cospedal se reúne en el Palacio de Buenavista con el príncipe heredero de Arabia
Cospedal se reúne en el Palacio de Buenavista con el príncipe heredero de Arabia
EUROPA PRESS - Archivo

El caso de Navantia y su polémica con el contrato de construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí, ha vuelto a poner de relieve el choque entre sí es ético o no la venta de armas. La dudas sobre la comercialización armamentística no solo se circunscriben a España, sino que otros muchos países se han sumado a la ola. En el otro lado, en el de los compradores, también se ha extendido una nueva forma de actuar. Cada vez son más libres de romper aquellos contratos en los que se les cuestiona.

El caso de Canadá es uno de los más paradigmáticos que hay en la actualidad sobre la combinación de ambas dinámicas. Hace unos meses, el país canadiense inició un proceso político similar al español, en el que se cuestionaba si era ético o no vender armamento a Arabia Saudí. Se trataba de un contrato valorado en 12.000 millones de dólares, cerca de seis veces más grande que el de España, para la construcción de vehículos blindados.

Las tensiones por parte de políticos canadienses, un punto común con España, junto a otros desaires provocaron un fuerte descontento del régimen saudita. Por ello, cuando Canadá dijo que sí, que aceptaba vender los tanques fue el país árabe el que decidió no aceptar el contrato y cortar de raíz..

Lo sucedido en Canadá, es un claro aviso para los demás países que hacen contratos con el país saudita. "Las relaciones en los contratos con Arabia Saudí siempre se deben manejar de manera muy pulcra", explican desde fuentes sindicales de Navantia. En clara referencia a la manera de proceder en los negocios por parte de los sauditas, y las exigencias de profesionalidad y respeto mutuo que se exige. "El contrato se ha negociado durante tres años, eso da una idea de la seriedad e importancia que dan a sus acuerdos" prosiguen explicando dichas fuentes.

Otro de los grandes ejemplos en referencia a una negociación con Arabia Saudí, fue el acuerdo de construcción del tren de alta velocidad a la Meca que se adjudicó un consorcio de empresas españolas. Las sauditas fueron muy estrictos a la hora del cumplimiento tanto de los tiempos, como de los puntos del acuerdo a las firmas. Incluso se pusieron sobre la mesa importante sanciones en caso de no cumplirse dichos requerimientos.

Además, el problema es que un gran número de países esperan impacientes para ganar este tipo de contratos. En un reciente artículo publicado por ‘The Economist’ señalaba que el mercado de las armas mundial estaba en un "estado muy volátil", por el cambio de las tendencias y el "aumento de los vendedores". Entre los nuevos agentes del sistema que fácilmente reemplazarían a España se encuentran Turquía, Corea del Sur y Brasil. Además, Estados Unidos habría iniciado en abril una política más activa de venta ante el temor de que China o Rusia le ganen cuota de mercado.

En qué momento está el contrato

Tras tres años de negociaciones, empezaron en 2015, el contrato se cerró finalmente en julio por un importe de 1.800 millones. Hasta la fecha, no había habido dudas que a finales de este 2018, según los plazos previstos, se iniciará el proyecto de la construcción de las cinco corbetas. Aunque todo ha cambiado en la última semana, y ahora existen "serias dudas", según explican fuentes sindicales, de que se pueda llevar adelante.

La polémica comienza este lunes, cuando el Ministerio de Defensa plantea la cancelación del acuerdo para construir 400 bombas de precisión a Arabia Saudí en represalia por los bombardeos a población civil en Yemén. A medida que pasa la semana, se empiezan a filtrar distintas noticias sobre el supuesto malestar saudita por la decisión propuesta por el departamento que dirige Margarita Robles. En dichas filtraciones se explica que está en peligro el acuerdo de la construcción de los cinco corbetas.

Todo ello, desemboca en distintos movimientos este pasado viernes: por un lado, los trabajadores de Navantia deciden cortar la autovía CA-33, por la "crítica situación" en la que les dejaría la pérdida del contrato. Por otro, el Gobierno se ve forzado a tomar partido y tras el Consejo de Ministros de este viernes tuvo que lanzar distintos mensajes para intentar tranquilizar a los empleados de Navantia. La secretaría de Estado de Comercio, Xiana Margarida Méndez, explicaba que hasta donde ella sabía el contrato seguía "en marcha". Aunque poco después volvía a poner un asterisco en la operación al señalar que se tendrá que revisar a fondo el destino del material que se vende.

En definitiva, mientras el Gobierno no termina de dejar claro si el contrato sigue en marcha o no, y si se van a seguir comerciando con armas, el resto de actores mundiales si se mueve. Por el momento, todo esta en el aire, pero los casos como los de Canadá son un claro aviso al Ejecutivo de que Arabia Saudí se toma muy en serio la evolución y el respeto en las negociaciones.

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