Artur Mas de una Convergència hundida y una Cataluña dividida

    • Su trayectoria ha estado enmarcada entre despropósitos, polémicas y una gestión por demás controvertida, que incluye escándalos de corrupción.
    • Ha roto CiU, debilitó a Convergencia y permanentemente buscó romper con España.
Artur Mas
Artur Mas

Artur Mas ha prometido en las últimas horas que no dejará la política. No quiere que se hable de él "en pasado". En este sentido, ha asegurado: "Sigo estando, cuento para el presente, cuento para el futuro". Sin embargo, tras su renuncia a la reelección al frente del Govern, es tiempo de inevitables balances.

Su legado tras más de cinco años al frente de la Generalitat muestra un camino de despropósitos, polémicas y una gestión por demás controvertida. En síntesis, podría afirmarse que su conducción se ha asemejado a una enloquecida montaña rusa.En este lustro, el líder de Convergència ha convocado dos veces elecciones anticipadas (en el 2012 y el 2015) y se ha quedado a un paso de hacerlo por tercera vez.El artífice de haber roto CiU

En primer lugar, Mas el artífice de haber roto CiU. Con ella alcanzó su sueño ser 'president' en diciembre del 2010, un mes después de que la formación ganara las elecciones autonómicas con 62 diputados (14 más que en el 2006). CiU había demostrado un fuerte poder que se consolidó en las municipales del 2011. Aquel predominio se repitió en las generales de ese año, pero a partir de ahí empezó el gran declive.

Mas buscó la mayoría absoluta adelantando elecciones a noviembre del 2012. CiU ganó pero se quedó solo en 50 diputados. En la siguiente contienda electoral, las europeas del 2014, todo fue cuesta abajo: la federación nacionalista quedó por detrás de ERC, que también le arrebató muchos votos en las municipales del 2015, cuando Xavier Trias cedió la alcaldía de Barcelona a Ada Colau.

Mas volvió a convocar elecciones el pasado 27 de septiembre.CDC concurrió bajo las siglas de Junts pel Sí y sin la compañía de Unió. De este modo, rompió CiU después de 37 años de sociedad, pero el cambio de rumbo tampoco le sirvió a Mas para lograr la mayoría absoluta. Entonces se aferró de manera desesperada a la CUP, que finalmente le dio la espalda.Tres ejes fundamentales

Si hablamos del legado de Mas, habría que incluir tres ejes que rodearon su mandato: soberanismo (en su obsesión permanente de romper con España), recortes y corrupción. Sobre este último aspecto, ha tenido que comparecer varias veces en el Parlament para rendir cuentas ante los diputados. El 31 de julio del 2013 tuvo que responder en la comisión de Afers Institucionals para dar explicaciones sobre el 'caso Palau', por el que los nacionalistas tienen 15 sedes embargadas como garantía para hacer frente a una responsabilidad civil en el caso sobre la presunta financiación ilegal del partido.

Hay una fecha inevitable: el 25 de julio del 2014 el 'expresident' Jordi Pujol admitió que había ocultado fondos en el extranjero y se inició un tormento que Mas intentó sortear alegando que se trataba de un caso estrictamente privado. Lo tuvo que decir también en sede parlamentaria, en la comisión de investigación creada a raíz de la confesión de su mentor.

El jefe del Govern defendió además que ha impulsado numerosas medidas contra la corrupción, pero le volvió a ensuciar el discurso la condena de inhabilitación al exdiputado Xavier Crespo por soborno y prevaricación y, sobre todo, la resurrección del 'caso del 3%' de supuesto cobro de comisiones.

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