Ban rechaza la violencia en Bahrein y aboga por reformas audaces en la región

Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó hoy a los Gobiernos del mundo árabe a acometer "reformas audaces" que respondan a las demandas de la ciudadanía y al de Bahrein a no emplear la violencia para reprimir las protestas populares.

"En Bahrein, como en todas partes, no se debe emplear la violencia contra manifestantes pacíficos ni periodistas. Se debe parar. Aquellos que sean responsables deben responder ante la Justicia", dijo Ban en una conferencia de prensa en la sede de Naciones Unidas.

El máximo responsables del organismo mundial calificó de "profundamente inquietantes" las informaciones que apuntan a que varias personas murieron hoy en Bahrein y más de cien resultaron heridas por las cargas de la Policía y del Ejército contra varios miles de manifestantes en el centro de Manama.

La policía bahreiní mantiene rodeada la principal plaza de esta ciudad, apoyada por unidades de blindados del Ejército, después de los disturbios que se han producido en las últimas horas.

Ban recordó que las autoridades de Bahrein, al igual que las de todos los países, tienen la responsabilidad de respetar los derechos humanos.

"No debe haber violencia de ninguna parte. Insto a todas las partes a contenerse", advirtió el secretario general de la ONU, quien instó a los líderes árabes a "escuchar atentamente al pueblo y responder a sus aspiraciones legítimas".

Asimismo, indicó que en los próximos días se pondrá en contacto con los gobernantes del mundo árabe para hacerles llegar este mensaje.

"Lo diré una vez más: la situación exige reformas ambiciosas, no represión. El desarrollo sostenido puede arraigar en los lugares donde la ciudadanía cuenta con poder de decisión, el gobierno responde y el crecimiento llega a todo el mundo", destacó.

En referencia a la situación en Egipto, Ban celebró el hecho de que los actuales gobernantes militares del país se hayan comprometido públicamente a convocar elecciones libres, como parte de una transición a la autoridad civil.

Al mismo tiempo resaltó que se deben cumplir las promesas dadas y que no "hay una vuelta atrás", después de la caída la semana pasada del régimen de Hosni Mubarak.

"Durante años Naciones Unidas ha señalado los problemas que ahora han emergido con fuerza a la superficie. Tanto los líderes, como los ciudadanos, tienen la responsabilidad de trabajar juntos a partir de ahora", agregó.