Brasil desmantela banda que enviaba cocaína boliviana a España y Bélgica

Río de Janeiro, 3 may.- La Policía Federal de Brasil desmanteló hoy una banda internacional de narcotraficantes que enviaba cocaína boliviana a España y Bélgica escondida en navíos cargueros.

Fueron arrestadas 21 personas, entre ellas 18 brasileños y tres bolivianos, en una operación que movilizó a 105 agentes de la Policía Federal en cinco estados brasileños.

El comisario Sergio Oliveira, responsable de la operación, afirmó a Efe que la banda está "desmantelada", por lo que no se esperan nuevos arrestos.

La policía se incautó de una decena de vehículos, varios inmuebles, 126.000 dólares y 120.000 reales (unos 62.500 dólares) y la Justicia también ordenó el bloqueo de varias cuentas corrientes de los implicados, en una acción que pretende "descapitalizar" la banda, en palabras de Oliveira.

La mayoría de los arrestos fueron realizados en la ciudad portuaria de Paranaguá, en el sureño estado de Paraná, que servía de base de operaciones para el grupo de narcotraficantes.

La banda escondía los paquetes de cocaína dentro de contenedores de madera, durante el traslado entre el almacén y el puerto de Paranaguá, desde donde luego se enviaban los cargamentos a las ciudades de destino, donde otros integrantes del grupo la recogían justo después de su arribo a puerto.

Los principales destinos de la banda eran los puertos de Valencia (España), Amberes (Bélgica) y Benín, país africano que puede servir de escala hacia los mercados europeos.

La policía cree que ni los importadores ni los exportadores de los cargamentos conocían la operación, puesto que los traficantes volvían a precintar los contenedores.

Durante las investigaciones, que comenzaron el pasado noviembre, se confiscaron 139 kilogramos de cocaína, 38 de ellos en Valencia, 70 en Amberes y el resto en el puerto brasileño de Río Grande (Río Grande do Sul, sur).

Los detenidos serán acusados de delitos de tráfico internacional de drogas y de asociación ilícita para el narcotráfico y se enfrentan a penas diferentes, que varían de tres a quince años de reclusión, dependiendo de los delitos imputados.